Patricia Bullrich, se sabe, es la presidenta del PRO. Una distinta a los anteriores, porque es de armas llevar y con declaraciones que siempre están bastante lejos de lo políticamente correcto. Difícil de domesticar, cuando fue Ministra de Seguridad del gobierno de Cambiemos tuvo una mala relación con el por entonces poderoso Marcos Peña. Es que, en general, solía hacer lo que quería. Por ejemplo, hablar con los medios fuera del manual, algo no recomendado por el anterior Jefe de Gabinete. Hoy sigue por el mismo camino. Decidida a representar al votante de Juntos por el Cambio, pide que se atienda la situación de los que no reciben aportes del Estado con instrumentos rápidos y automáticos. Y no tiene empacho en expresar que estuvo a favor de los cacerolazos. “El esfuerzo lo tienen que hacer todos, los que no son funcionarios pero también los que lo son”, dice. Por supuesto, niega la existencia de trolls en las redes sociales. “No somos un espacio verticalista. Nuestra gente tiene ideas y las transforma en acciones en las redes sociales, mucho más ahora que está en cuarentena en las casas”, explica en este diálogo con Infobae, donde muestra su fibra de guerrera por una democracia con libertad y respeto a las instituciones.
-¿Cómo está viendo la lucha que está llevando adelante Alberto Fernández contra el coronavirus?
-Desde el punto de vista del trabajo de la cuarentena creo que está haciendo las cosas bien, pero creo que desde la perspectiva de la economía la cosa viene muy, muy mal. Los mecanismos que el Gobierno planteó para ayudar mínimamente a la gente están todos muy retrasados, las empresas casi no tienen posibilidad de acceder a los créditos para pagar los sueldos. Hay enormes problemas, prácticamente nadie puedo hacer los trámites todavía. El nivel de ayuda en esta situación de parálisis total es realmente muy poco. Hay una relación que estudiaron muy bien varios economistas del mundo, y ayer salió publicada una infografía muy precisa en The Economist, donde se plantea cómo son los niveles de restricción o de aislamiento y las ayudas que los gobiernos dan de acuerdo a ese nivel de restricción. Argentina tiene el mayor nivel de restricción y el menor nivel de ayuda. Esto significa es que todo el aparato productivo y el sistema comercial y profesional va a colapsar. Es necesario que se repiense, si la cuarentena va a seguir tan rígida, haciendo instrumentos más rápidos de ayuda, porque si no vamos a terminar con todo destruido. No hay una proporción o equilibrio entre la ayuda que el Gobierno debe dar, que tienen que ser instrumentos heterodoxos, inéditos, para el nivel de cuarentena que tenemos. Hay cuarentena total y ayuda mínima, es una contradicción que debemos mejorar, porque si no, no habrá posibilidad de que sobrevivan las empresas, ni los trabajadores, ni los cuentrapropistas. Imagino que las ayudas a los barrios también están demoradas, porque con este problema de sobreprecios no están llegando lo que se espera. Ahí hay otro grave problema.
-¿Por qué cree que el Gobierno está siendo tan lento en hacer llegar con ayuda concreta? ¿Dónde reside la traba? Porque cuando uno le pregunta a los funcionarios dicen que pensaron tal y cual cosa, dan un listado de medidas, no aceptan que no estén dando ayudas.
-Desde mi punto de vista es por el sistema. Ayer, por ejemplo, se resolvió darle plata a todas las provincias y que los empleados provinciales tengan asegurados sus sueldos en una cuenta. En el caso de los sistemas privados, los sistemas son indirectos, hay que ir al banco, hay que ser el trámite en una entidad pública o privada que tiene sus reglas. Eso lleva a alargar plazos, no hubo nada respecto a los impuestos, son un montón de necesidades que no fueron tomadas en cuentas. Me parece que el mecanismo tiene que ser al revés. Es como con las retenciones. El Gobierno dice “te saco la retención y después te devuelvo algo de dinero". Pero en lugar de sacarte y después devolverme, o no me saques, o postegame los pagos, o poneme la plata directamente en la cuenta. Hacela más fácil. A veces parece que lo que está buscando el Gobierno es ganar tiempo y ver que cada uno se arregle como pueda, pero mucha gente no puede. Porque no estás en recesión, estás en cero, cero, cero. Y los gastos son fijos. Si no te los mueven, cómo vas a hacer. Si tenés un consultorio y tenés que pagar el alquiler, cómo hacés. Está bien, tenés el alquiler congelado, pero tenés cero. Tenés que pagar el personal que trabaja cuando no tenés consultas de nada. Hay que hacerlo directo y no indirecto como se está haciendo ahora.
-Entiendo que usted, Alfredo Cornejo por la UCR y Maximiliano Ferraro de la CC, los partidos de la coalición opositora, le pidieron una reunión por videoconferencia al Presidente. ¿Qué pasó? ¿No contestó todavía?
-Bueno, ahí hubo un pedido que no fue respondido. Sé que el Presidente se comunicó el lunes con Mario Negri y se comprometió a llamar. Se mostró un poco quejoso por la forma en la que está trabajando la oposición. Aunque yo creo que estamos trabajando muy bien. Por un lado, donde somos gobierno estamos poniendo un esfuerzo muy grande y la Ciudad de Buenos Aires está llevando el mayor peso en materia logística. Por otro lado, estamos haciendo una tarea importante en materia de control para que no haya funcionarios que se tomen la excepción como una forma de enriquecimiento personal y no para ayudar al prójimo. En esa conversación, el Presidente quedó en mantener otro diálogo.
-¿Será que el Presidente está enojado con algunos dirigentes? Según trascendió, él hace responsable a algunos “gurkas” del PRO por los cacerolazos. También habló de trolls, no quiso decir de quién, pero parecía que hablaba de Marcos Peña.
-En primer lugar estamos muy preocupados por este mecanismo que está llevando adelante la agencia oficial Télam de hacer este registro de “los buenos”, los que apoyan al Gobierno. Las redes sociales son un vehículo de expresión. Y hay muchísima gente que apoya a Juntos por el Cambio, al macrismo, al PRO, y está muy activo en las redes sociales y tiene todo el derecho de estar activo y de plantear sus críticas o sus miradas respecto de lo que está sucediendo. Por supuesto que, como ex ministra de Seguridad, estoy totalmente de acuerdo con que cuando hay una noticia que puede poner en riesgo la salud pública, como esa vinculada a unos pisos del Hospital Posadas que estaban llenos de contagiados se abra una investigación penal. Pero una cosa es la crítica y otra es la investigación. Hay un 41% de personas que no votaron al Gobierno y que trabajan en las redes con sus ideas, y eso me parece totalmente lícito, como el kirchnerismo lo hace con las suyas.
-Acá hay libertad de expresión, incluso se puede expresar la adhesión a un cacerolazo y no por eso está cometiendo un delito. La verdad es que no entiendo por qué se trata a personas que están en contra de un Gobierno de trolls. Pero lo que más me preocupa es esto que comenta acerca de la agencia Télam. Yo lo desconocía.
-Télam tiene una especie de formulario sobre confianzas. Quiénes son los que dan información de confianza. ¿Y quién es Télam para decir qué es una información de confianza? En todo caso, si alguien está cometiendo un delito hay que perseguirlo penalmente. Acuérdese que tuvimos muchos casos de personas que amenazaban al Presidente Macri y por eso iban presos. Ahora está pasando lo mismo y me parece bien perseguir penalmente a esas personas que dan información falsa y que generan una situación de miedo colectivo. A nosotros nos criticaron eso y nosotros no lo criticamos. Que Télam diga cuál es el twittero de confianza y cuál no, eso no va, es un registro que no puede hacer una empresa pública que pagamos todos los argentinos. Eso es persecución. Mientras tanto, que no se persigan con los trolls, ni con Marcos Peña, que está inactivo. Nosotros no somos un espacio verticalista que hace saludo uno, saludo dos. Nuestra gente tiene ideas y las transforma en acciones en las redes, mucho más ahora que no puede salir a la calle. Y en el tema de los cacerolazos, fue algo espontáneo, de gente que cree que el esfuerzo lo tienen que hacer todos. Yo también creo eso. Ayer, cuando el Presidente dice que le vamos a pasar plata a todas las provincias para que paguen los sueldos, está muy bien. Pero ¿qué pasa con todos los demás que no pueden cobrar sueldos? No solamente hay que garantizar la vida de los funcionarios públicos, también hay que garantizar la vida de los que no son funcionarios públicos. Me parece que el esfuerzo tiene que estar compartido en un momento tan difícil.
Seguí leyendo:
-