Tras el enojo que le generó a Juan Grabois que el Gobierno haya pagado un sobreprecio del 37% en la compra de alimentos para abastecer a los sectores más necesitados de la población, el dirigente social pidió que se investigue a fondo hasta encontrar al responsable. “Quiero ver rodar una cabeza, no puede ser que esto pase impunemente”, remarcó.
“Fue un error grave, los responsables tienen que pagar las consecuencias. Nos da bronca y dolor porque vemos que faltan los alimentos y cuando llegan son de mala calidad y el Estado los paga más de lo que vale”, denunció.
Para Grabois la solución está en anular la compra y hacer una nueva a precios razonables, teniendo en cuenta que su organización paga $28 pesos por los mismos fideos que el Estado pagó $84. Además, contó que “algunas de estas empresas fueron clausuradas por la ANMAT el año pasado por tener gorgojos”.
En total, fueron seis empresas las que participaron de la compra del Gobierno. Se trata de Sol Ganadera SRL, Copacabana SA, Teylem SA, Forain SA, Alimentos Generales SA y MH Accurso SRL.
“Los fideos de marca conocida, no de pindonga y cuchuflito, ninguno vale más de 30 pesos final y de esos hay stock”, ejemplificó, “lo mismo con el aceite, la yerba y el azúcar”.
“Hay gente que le hace daño a Alberto, Cristina y al Gobierno; como los que están en el Ministerio de Desarrollo Social. Tienen lindas palabras pero después no saben explicar que paso. Yo quiero ver rodar una cabeza, no se de quien, no me interesa. Pero no puede ser que estas cosas pasen impunemente porque son un mal ejemplo. Hoy lo hace uno y mañana lo hacen otros”, aseguró el militante de la CTEP y allegado al papa Francisco.
A pesar de las críticas vertidas, Grabois dijo que confía en el Presidente y que espera que haya novedades antes que finalice la semana. “Yo lo apoyo a Alberto y creo que el Gobierno está haciendo bien las cosas”, aseguró. Pero pidió que sea firme con las situaciones de corrupción y con las negligencias en la compra de los alimentos porque afectan a los más pobres.
“Le quiero dar un margen de tiempo al Presidente y no seguir metiendo leña al fuego. Él tomó nota de la situación y la va a tratar de resolver. Pero eso no significa que sea un cheque en blanco. Hay que estar atentos para que no vuelvan a pasar estas cosas”, aseveró durante una entrevista que le hizo La periodista Viviana Canosa en Radio Milenium.
Si bien Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social, explicó que se pagó más caro porque había que conseguir los alimentos de manera urgente, a Grobois lo enfureció que el Estado no haya utilizado las herramientas que tiene a su alcance, como la ley de abastecimiento, para exigirle a los empresarios que le vendan a los precios que corresponde.
“Este hecho fue indignante. Dije lo que tenía que decir y hable con la gente que tenía que hablar. Ahora confío que nuestro presidente haga lo que tenga que hacer. Anular esa compra y realizar una compra a los precios que corresponden, abrir una investigación sobre los responsables y eventualmente realizar la denuncia penal si hubo intencionalidad”, sugirió.
Grabois se lamentó que el Gobierno se vea involucrado en una situación tan polémica e indignante como ésta porque lleva a perder las esperanzas. “Estas cosas le hacen daño a Alberto y a cualquier proyecto de justicia social. Son cosas que desmoralizan. Por eso hay que tener firmeza ejemplificadora para que no vuelva a pasar”, remarcó.
En ese sentido, recordó cómo actuó el Presidente cuando se enteró que el guardia de seguridad de un edificio de Vicente López había sido golpeado por un propietario que había vuelto de Estados Unidos y no quiso acatar la orden de cumplir la cuarentena obligatoria. “Eso mismo tiene que pasar acá”, pidió.
“Sea quién sea, del ministro para abajo, alguien tiene que hacerse cargo y el resto de los funcionarios tienen que tener el grito del tipo que echaron zumbando para que no se vuelva a repetir. Al funcionario cuando se lo vigila es mejor decía Perón”, remarcó.
Y concluyó: “Hay que terminar con eso de que el Estado le compre a un intermediario de un intermediario porque sino este país no va a salir nunca adelante”. Esa declaración fue en alusión a que muchas de las empresas proveedoras de los alimentos ni siquiera eran fabricantes.
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