La telereceta médica de psicofármacos ya es una urgencia en todo el país. Sin ella, muchos individuos en tratamiento podrían quedarse sin la medicación diaria requerida, generando perjuicios totalmente evitables.
En este contexto, la pandemia por el coronavirus puso de relieve el problema al que se exponen los miles de pacientes que se encuentran bajo tratamiento psiquiátrico y por estos días se encuentran con el obstáculo de no poder acceder a su medicación.
“Junto a numerosas asociaciones de psiquiatría de todo el país, la Asociación de Psiquiatras Argentinos, APSA, desea hacer pública su profunda preocupación por la demora en la instrumentación de medidas sanitarias básicas que permitan mantener, sostener y practicar la atención profesional a distancia”, explicó en un comunicado la Comisión Directiva de APSA.
“Habría que pensarlo como una cuestión epidemiológica sanitaria en este momento, en donde el sistema de salud (desde diversas ópticas, no sólo la clínica e infectológica sino también en lo que respecta la salud mental) se ve saturado, y por ende sobrepasado. Mientras nosotros sostenemos los tratamientos, de cualquier manera o modalidad no solo estamos bregando por la estabilidad mental de nuestros pacientes, sino que también estamos colaborando a nivel global”, explicó en diálogo con este medio la doctora Liliana V. Moneta, psiquiatra y psicoanalista infanto-juvenil, presidente honoraria del Capítulo de Psiquiatría Infanto Juvenil de la Asociación de Psiquiatras Argentinos.
Algunos de los pacientes que reciben psicofármacos antipsicóticos, como consecuencia de la propia enfermedad tienen menos herramientas personales para enfrentar adversidades como la cuarentena. La suspensión de cada fármaco es diferente, en general tanto el cuerpo como la psiquis están adaptado a recibirlo y su retiro abrupto e involuntario es contraproducente.
“Hay fármacos muy difundidos en su uso, como las benzodiacepinas; que se usan para patologías menos graves cuya suspensión abrupta produce un síndrome de abstinencia que va desde la inquietud e insomnio hasta el aumento del riesgo de convulsiones o confusión en los ancianos”, advirtió consultado por este medio Sergio Grosman, médico psiquiatra, vicepresidente del capítulo Psicoterapias de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (MN 77443).
Según el especialista, respecto de los antipsicóticos y los medicamentos para el estado de ánimo lo que sigue al malestar de la interrupción es la pérdida del efecto terapéutico, y el aumento de la posibilidad de recaídas, con el sufrimiento y el riesgo que conlleva volver a deprimirse, o el agravamiento de alucinaciones y la pérdida de la capacidad de adaptarse al mundo real circundante.
Claudio Ucchino es farmacéutico y director general del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal y consultado por Infobae sostuvo que éste es un reclamo que hicieron “hace varios días al Ministerio de Salud”.
“Solicitamos al ministro Ginés González García que apruebe una resolución en este sentido y que el paciente pueda enviar vía whatsapp o mail a la farmacia la receta, que en forma electrónica le remite su médico y que nosotros podamos dejarla en archivo digital o que podamos imprimirla y dejar constancia de que es copia fiel de la enviada por el especialista”, aseguró Ucchino, al tiempo que destacó que la ley que rige la venta de medicamentos “tiene más de 50 años, es de una época en la que no existían los medios digitales que hoy existen y exigía que la receta sea de puño y letra del médico”.
Y tras remarcar que hace tiempo que piden que se modifique esta situación, sostuvo que ante esta coyuntura de pandemia “es esencial poder trabajar como ocurre con PAMI, o el resto de las obras sociales y prepagas que autorizan la dispensa de medicamentos con receta electrónica”.
Para él, “existe un bache legal respecto al duplicado de recetas de psicotrópicos”. “Nos exigen que el paciente venga con receta más receta duplicada para que archivemos y hoy eso no lo podemos hacer por eso nos adelantamos a la pandemia y pedimos una resolución al Ministerio de Salud para que el duplicado también sea vía electrónica y nosotros en la farmacia podamos imprimirlo o archivar en la computadora la copia digital”, opinó Ucchino.
Y finalizó: “Cuando conocemos al paciente imprimimos nosotros la receta y pedimos a la persona que firme atrás comprometiéndose a acercarnos la receta física, pero estamos exponiéndonos a una sanción por parte del Ministerio de Salud y comprometiendo nuestra matrícula; estamos dando solución a nuestros pacientes pero sin respaldo legal”.
“Resulta inadmisible que el psicofármaco no sea considerado del mismo modo que el resto de los fármacos médicos, para los cuales ya existen soluciones parciales -continúa el comunicado de APSA-. Por último, es indispensable que todos los trabajadores de la Salud Mental cuenten con todo el material de protección personal para una práctica basada en los más estrictos estándares de bioseguridad”.
Las obras sociales y las empresas de medicina prepaga deben estar a la altura de las circunstancias y poner el bien común como prioridad en tiempos de crisis. Sin teleconsulta de la salud no hay cuarentena posible. Sin telerecetas de psicofármacos se pone en serio riesgo a una proporción alta de la población que se encuentra actualmente en tratamiento médico. Sin bioseguridad no hay atención profesional aceptable durante una pandemia. Junto con nuestro reclamo, hoy ya urgente, ofrecemos toda nuestra colaboración y compromiso para idear soluciones creativas y eficaces, como lo hemos hecho desde el primer día de la emergencia sanitaria.
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