Un hombre de 70 años que había llegado al país hacía tres días en un vuelo desde Miami y estaba haciendo su aislamiento obligatorio en un hotel de Recoleta se descompensó, fue llevado al Hospital Fernández y murió este jueves por la noche por causas que se están investigando.
La víctima estaba alojada en el Hotel Deco Recoleta junto a su esposa y otros 17 pasajeros que habían arribado a Ezeiza el martes 24 en el vuelo 1305.
En la primera revisación médica se detectó que no presentaba síntomas de coronavirus, que estaba en buen estado de salud y que tenía antecedentes de gota, una forma común y dolorosa de artritis que afecta las articulaciones y tejidos por un nivel elevado de ácido úrico en sangre.
El miércoles volvió a ser revisado y no tenía temperatura, pero este jueves fue examinado tres veces. En las dos primeras, a las 8:30 y a las 14, no presentaba síntomas. A las 17 pidieron asistencia desde la habitación por pérdida temporal de ubicación en espacio y tiempo y aparición de fiebre.
La médica que lo atendió recomendó estudios por “síndrome confusional”, se llamó al SAME y fue llevado al Hospital Fernández, donde falleció a las 22:13.
En una conferencia de prensa improvisada en la puerta del Hospital Fernández, el doctor Ignacio Previgliano, director de la institución, contó que al hombre no se le había hecho el hisopado para determinar si tenía COVID-19 porque “solo tenía fiebre”.
De acuerdo al protocolo vigente, se practica el test a aquellas personas con fiebre, dolor de garganta, tos y problemas respiratorios. Sin embargo, Previgliano no descarta que “haya sido un paciente asintomático”.
“El paciente sólo padecía gota, no tenía otras enfermedades preexistentes que se agravaran ante la presencia de una infección”, señaló el médico.
De acuerdo a lo manifestado por Previgliano, ni la esposa de la víctima ni los demás pasajeros que están alojados en el hotel porteño presentaron síntomas hasta el momento. “La señora está bien y se está viendo cómo acompañar el tema familiar, que desgraciadamente le tocó soportar todo esto”, dijo.
Los resultados para determinar las causas de la muerte de este hombre se conocerán durante la tarde.
El director del Fernández también le informó a la prensa que durante la jornada ingresaron a la institución dos casos sospechosos.
Uno, de un nene de 2 años oriundo de Rosario que había llegado el 2 de marzo al país junto a su familia de una viaje de Estados Unidos; y el otro, un colectivero de la línea 132 que presentó fiebre mientras realizaba el recorrido habitual.
Frente a la pandemia por coronavirus, Previgliano trató de llevar tranquilidad a la población y contó que el Gobierno de la Ciudad adquirió en las últimas horas unos 300 respiradores que serán distribuidos en los hospitales públicos.
De ese total, unos 30 le corresponden al Fernández. “Esto nos permitirá pasar de 32 camas a 52 camas que van a ser utilizadas para pacientes sospechosos de la enfermedad que merezcan intervención”.
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