El sistema de salud en Argentina está siendo puesto a prueba y es inevitable mirar lo que está pasando en las principales ciudades de Europa como Italia y España ante la pandemia que afecta al mundo y que ya se cobró la cuarta víctima fatal en Argentina.
En este contexto en el que se está repensando el funcionamiento normal de todo, el sistema de salud es el epicentro rediseñado constantemente. Para dar abasto ante posibles necesidades de internaciones y lugares para cuarentena preventiva, hoteles y estadios de fútbol pusieron sus instalaciones a disposición sanitaria. ¿Es posible liberar camas ocupadas por pacientes crónicos en centros de internación para que ingresen casos más graves? ¿Cómo funciona la internación domiciliaria y quiénes pueden realizarla?
“No se puede utilizar en este momento para internar gente con coronavirus”, anticipa a Infobae Eduardo Silvestre (MN 57.969), divulgador científico, y aclara que la propuesta es controlar a los pacientes crónicos internados y de esa manera liberar camas en sanatorios, clínicas y hospitales.
“En nuestro país, por lo menos hasta el momento, los pacientes que están afectados por el virus tienen que estar internados en los lugares clásicos que son los que hoy representan la mejor manera de controlar a los pacientes y saber cómo están evolucionando, pero sí es fundamental la internación domiciliaria ahora, y como lo fue siempre, para liberar camas tanto en el ámbito público como privado en un número no despreciable de pacientes que podrían estar en sus casas”, asegura.
Cómo funciona el sistema de internación domiciliaria
Este tipo de internación “es un servicio que prestan algunas empresas de salud y que tiene por finalidad asistir al paciente una vez que abandona el hospital con la idea acelerar el alta hospitalaria para que la estadía allí sea lo más breve posible. La indicación de los requerimientos y prestaciones a brindar en cada caso en particular estará en manos del médico que lo trate que será quien solicite, según su criterio, la internación domiciliaria detallando las necesidades que deberán cubrirse”, define Valeria Muda, licenciada en Administración de Servicios de Salud, directora de Grupo Medihome y representante de la Cámara Argentina de Internación Domiciliaria en la provincia de Buenos Aires.
Con esa orden médica se contactará a la empresa de internación domiciliaria elegida para que dé curso a los servicios solicitados. En la Argentina, la internación domiciliaria forma parte del Programa Médico Obligatorio (PMO), desde el año 2002 y los costos son cubiertos por la obra social o prepaga una vez aprobado el presupuesto.
Entre los beneficios que destacan las empresas de este rubro algunos son: reincorpora rápidamente al paciente a su entorno habitual, evitar los efectos nocivos de la internación en hospitales, disminuir la posibilidad de infecciones intrahospitalarias, evita el impacto psíquico del paciente hospitalizado y restituir la dinámica del grupo familiar, entre otras.
Actualmente, en Argentina hay 80 empresas de internación domiciliaria y, según Muda, cuentan con la capacidad operativa para atender pacientes ya que los equipos se solicitan a medida que los pacientes inician la internación en sus hogares, acorde a su patología, historia clínica e indicación del médico de cabecera. "En el presente atendemos aproximadamente a 30.000 pacientes”, aseguró.
Quiénes pueden permanecer internados en sus casas
No todos los pacientes ni todas las patologías pueden ser tratados en domicilio. Existen situaciones que por su complejidad y el requerimiento de cuidados especiales no pueden manejarse en el entorno hogareño.
“Entre las situaciones pasibles de ser tratadas en domicilio podemos nombrar pacientes con insuficiencia respiratoria, apnea, trastornos de la deglución, malformaciones congénitas con cuidados constantes, enfermedades neurológicas (Accidente Cerebro Vascular en recuperación, Esclerosis Múltiple, Alzheimer, Parkinson, Parálisis Cerebral), musculares (miopatías, distrofias), oncológicas (en distintos estadios evolutivos, en tratamiento de quimioterapia, terminales), óseas (fracturas, artritis y artrosis invalidantes), complicaciones quirúrgicas (complicaciones de heridas, fístulas, postquirúrgicos prolongados, tratamiento de escaras)”, enumera Muda.
A lo que Silvestre agrega: “Si bien cualquier patología puede ameritar internación domiciliaria, se tienen que cumplir tres condiciones” y detalla: “La primera tiene que ver con el enfermo, que tiene que estar estable. Por ejemplo: si tiene una insuficiencia respiratoria aguda reciente y está inestable no puede estar en la casa, independientemente a la enfermedad que tenga debe estar clínicamente estable. Segundo: las condiciones de las casas tiene que ser las adecuadas y estar apta para albergar al equipo de salud el tiempo que sea necesario y, por último, las condiciones de la familia, que será parte del equipo y que tendrá un rol activo”.
El grupo de trabajo se reunirá con el médico de cabecera del paciente que será quien decida si está apto para seguir con su internación en su domicilio.
Silvestre explica que este tipo de propuesta es ideal en el caso de pacientes con enfermedades crónicas que, por ejemplo, necesitan un respirador y están estabilizados. “Ese paciente quizás puede estar mucho tiempo en una institución internado, conectado a un respirador. Entonces a ese paciente se le adecuada su vivienda para que pueda recibir la ventilación no invasiva, es decir, que esté conectado a un respirador, pero en su propia cama, al lado de su familia, con sus cosas, en su entorno. Junto a su perro, incluso”.
El divulgador científico destaca estos aspectos y subraya la importancia que tiene en el impacto emocional del paciente. “Cualquier persona internada, por el motivo que sea, siente un impacto muy grande en esa situación y esto se ve mucho en pacientes de más edad”, manifiesta y avisa: “Es importante saber que la internación domiciliaria está incluida dentro del plan médico obligatorio o sea lo cubren las obras sociales y la prepaga”.
En cuanto a los costos, Silvestre ejemplifica: “Son menores que en la internación hospitalaria. En los países que no tienen desarrollado esta medida cuesta más por día una cama en internación que la la domiciliaria”.
Respecto a por qué considera que este sistema esté poco implantado en el país, opina que su subutilización se debe a múltiples factores entre los que destaca “la desconfianza, porque la gente prefiere lo que conocen”.
Despejando esas dudas, Muda dice que este tipo de internación “es una prestación similar en calidad técnica sanatorial, pero superior en calidad humana”. Desde el punto técnico, cada paciente tendrá un médico acorde a la patología que requiere cuidados.
“La prestación —explica Muda— conlleva el armado de un paquete de servicios que incluya a las brindadas por distintos actores del ámbito de la salud. Esto, y según los requerimientos de cada caso en particular, puede requerir de: médicos generales, especialistas, enfermería en turnos (para curaciones, administración de medicamentos, control de sondas, nebulizaciones, etc.), kinesiólogos, fisioterapeutas, terapistas ocupacionales, nutricionistas, fonoaudiólogos, psicólogos”.
En ese último punto, Silvestre aseguro que es importante la contención de la familia y del paciente en caso de tratamiento médico prolongado.
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