El país amaneció con una escenografía distinta a la habitual. En un clima de calles semi-vacías, las pocas personas que salen a trabajar se encontraron con los nuevos controles y dispositivos de seguridad en el marco del aislamiento obligatorio que anunció ayer a última hora el presidente Alberto Fernández, luego de definir la estricta medida para mitigar la propagación del coronavirus.
El primero de los próximos 12 días de cuarentena obligatoria comenzó con un tránsito apenas menor al de un día feriado en la Ciudad de Buenos Aires, con numerosos porteños que mantuvieron su rutina. Según el relevamiento de Infobae, varios comercios abrieron sus puertas, como las panaderías, y algunos encargados de edificio se animaron a salir a lavar las veredas.
En los sitios neurálgicos, como el centro de transbordo de Once, decenas de agentes de tránsito porteños realizaban controles para que la cuarentena obligatoria se cumpla a rajatabla. Con megáfono en mano y el armado de filas de espera para una mejor registro de los usuarios, los efectores exigen a los pasajeros las credenciales y comprobantes que acrediten su condición laboral que los habilite a circular.
De acuerdo a la cuarentena definida por Alberto Fernández, solo podrán transitar libremente aquellas personas que cumplan alguna de las 24 excepciones especificadas por la normativa. Los habilitados pertenecen al personal afectado a servicios y actividades consideradas “esenciales”, como la salud, el abastecimiento de alimentos, los medicamentos, combustibles o personal diplomático, entre otros.
"Estamos pidiendo a estos sectores que emitan certificados explicando dónde trabajan estas personas. Hay casos particulares en donde todos nosotros junto a la Policía vamos a ir tomando nota; quien esté circulando por la calle debe poder explicar perfectamente a dónde está yendo y por qué”, aseguró el secretario de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro.
La ausencia de público en la vía pública hizo resaltar las características de las personas que tuvieron que salir a la calle. En el centro porteño, el uso de barbijos se vio extendido entre los pocos transeúntes y el personal de seguridad, y los fumigadores acapararon la presencia callejera durante la primera mañana.
Los controles en la Ciudad
Junto a los agentes de tránsito y de la policía porteña, el gobierno de la Ciudad ordenó a Bomberos, Defensa Civil y de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) se ponga a disposición para cumplir las tareas de vigilancia epidemiológica, de acuerdo al decreto de necesidad y urgencia.
En sintonía con los patrullajes callejeros, habrá una cobertura de seguridad aparte en sitios específicos: 25 hoteles; 139 supermercados; 36 hospitales; 12 destinos determinados por la Justicia de personas en cuarentena y en 15 lugares turísticos.
En la zona metropolitana, el transporte público cumplirá con sus cronogramas habituales pero con muchas menos frecuencias y con la restricción para que los usuarios viajen sentados en colectivos, trenes y subtes. Se trata de un esquema diferencial, que permitirá garantizar el traslado de médicos, fuerzas de seguridad y otras personas que no están alcanzadas por el aislamiento obligatorio dispuesto por Alberto Fernández.
En ese marco, el subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires mantiene también el recorrido limitado de formaciones que paran únicamente en las estaciones que son consideradas centro de transbordo -como las paradas Facultad de Medicina o Medrano- y las cabeceras. Los agentes de tránsito controlan el ingreso a las bocas de subte.
Por ser un servicio público, los conductores de taxis, remises y Cabify también circulaban desde temprano por las calles. Desde hoy, las autopistas porteñas no cobran peaje a fin de facilitar el traslado de los trabajadores de servicios esenciales.
Con respecto a los trenes, los servicios de las líneas Roca, Mitre, Sarmiento, San Martín y Belgrano Sur circulaban con cronograma de día sábado y se detendrán en todas las estaciones intermedias. Desde el domingo y hasta el martes 24, las formaciones circularán con diagrama de día domingo.
Cumplimiento razonable
El ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, consideró a primera hora de la mañana que la cuarentena se “venía cumpliendo razonablemente". “El aislamiento es la única salida y vamos a ser totalmente firmes para que se cumpla lo que dispuso el presidente”, señaló.
Hasta este jueves, se confirmaron 31 nuevos casos de coronavirus y la cifra de infectados se elevó a 128. Hubo tres fallecidos a raíz de la pandemia. Para evitar nuevas víctimas y con el objetivo de bajar el crecimiento de la “curva” de pacientes, el Gobierno naciona dispuso una cuarentena obligatoria que se extenderá hasta el 31 de marzo.
Las autoridades del gobierno porteño explicaron desde temprano el dispositivo y el despliegue de las fuerzas de seguridad locales, junto al funcionamiento del transporte. En una rueda de prensa, informaron que la Policía de la Ciudad tiene la orden de detener y poner a disposición de la Justicia a las personas que no cumplan con el aislamiento obligatorio.
“El transporte ahora solo está para quienes se dedican a cuidarnos y abastecernos”, consideró el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, junto a los secretarios de Seguridad, Marcelo D’Alessandro y de Transporte, Juan José Méndez.
Junto a la presencia de efectivos en las calles, el gobierno de la Ciudad comunicó también que controlará que no haya aglomeraciones de personas a través del sistema de videovigilancia, que cuenta con unas 10.000 cámaras en todo el distrito.
Por su lado, el ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Sabina Frederic, encabezará una reunión por videollamada del comando unificado junto a las fuerzas policiales regionales, para coordinar los próximos operativos para el cumplimiento de la cuarentena, según pudo corroborar este medio.
Fotos: Franco Fafasuli y Adrián Escándar
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