El país va entrando en cuarentena de a poco en un intento de contener el coronavirus, y todos los días, en el Instituto Anlis Malbrán, se cocina la verdad del alcance de la pandemia en nuestro país. Los casos sospechosos van en aumento: el lunes, por ejemplo, fueron analizadas 119 muestras, de las cuales 10 dieron positivo. Ayer, se chequearon 130, con 14 nuevos casos.
Esos análisis se hacen en dos termocicladores, que se cargan con varias muestras cada uno y elaboran un reporte que los epidemiólogos del Instituto remiten al Ministerio de Salud, el organismo encargado de brindar el parte diario que resume los resultados. El resultado del análisis demora entre 24 y 48 horas. Para anticipar a los procesos, un nuevo equipo se incorporará por si hace falta elevar la cantidad de muestras.
Es que al mismo tiempo que el aislamiento se hace una necesidad cada vez más palpable, una pregunta comenzó a acelerar la ansiedad que va ganando a los argentinos a medida que pasan los días: ¿cuántos análisis puede hacer el Instituto? ¿Qué sucedería si el número de casos sospechosos se dispara a niveles cercanos a los de Italia y España?
La posibilidad de necesitar un mayor volumen de muestras hizo que el gobierno decidiera adquirir un importante número de insumos. La chance que la curva de posibles positivos se haga ascendente es un escenario no deseado, pero probable. Por eso, una fuente de Salud deslizó que a los 3000 reactivos que tiene el Malbrán en estos momentos se sumará la llegada de 12 mil entre hoy y mañana (miércoles 18 y jueves 19) y 50 mil la semana que viene, para totalizar 65 mil.
La compra de estos insumos para procesar las muestras no se reduce a los reactivos para coronavirus, sino que ocupa 13 renglones del pedido e incluye lo necesario para chequear los casos de los distintos virus respiratorios que circulan habitualmente. Por el total en este rubro se pagarán alrededor de 106 millones de pesos. No es la única inversión que se encarará esta semana.
Desde el Malbrán informan que “se está trabajando al día, no hay muestras en espera”. Además, cuentan que “la semana próxima arranca la capacitación para los profesionales de todo el país, para que comiencen a hacerse las pruebas en las provincias. Se hará vía streaming, ya que por las nuevas disposiciones para que el virus no circule hace imposible que viajen”.
Así cumplirán los dichos del ministro de Salud, quien había prometido “descentralizar” la toma de muestras para que el Malbrán no sea el único lugar de diagnóstico. En una primera etapa, que comenzará este viernes 20, serán las provincias de Buenos Aires, Chaco, Santa Fe, Córdoba, Tierra del Fuego y ciudad de Buenos Aires las que comenzarán con la actualización.
Esto hizo que se encargaran 25 termocicladores para identificación de bacterias similares a los que tiene el Malbrán por un total de 52.798.375 pesos a la empresa Tecnolab. Y también 25 cabinas de Seguridad Biológica clase II tipo A2, de acero inoxidable y un volumen de 62 x 60 x 48 centímetros, con filtros HEPA y traslado: uno irá al Malbrán, dos a la provincia de Buenos Aires y uno a cada provincia, exceptuando CABA, por un valor total de 32.240.000 pesos.
Ese pedido tiene otros dos renglones: un equipamiento accesorio para esas máquinas que se distribuirán -como adaptadores para rotor Qiagen-, y un ultrafreezer vertical con capacidad entre 300 y 374 litros, cuyo rango de temperatura es de -50 a -80 grados centígrados con sistema de aislación térmica (a un valor de 1.494.000 pesos) , que sumarán un desembolso de alrededor de 30 millones de pesos.
Estos casi 200 millones de pesos son parte del presupuesto especial de 1700 millones de pesos que el Poder Ejecutivo dispuso para enfrentar a la pandemia en nuestro país.
Para estudiar posibles casos de coronavirus, en el Instituto Anlis Malbrán usan un área con cabinas de Seguridad Biológica Clase II.
Allí trabajaban con un equipamiento especial, una bata blanca que usan sobre el delantal, guantes, un barbijo con respiradores y protección ocular.
El lugar posee un sistema de flujo de aire continuo por dentro, que hace imposible la salida al exterior de cualquier patógeno que puedan manipular, así como la entrada de cualquier contaminante para las muestras.
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