El temor al coronavirus pegó en el corazón de la argentinidad y de la historia social y política del país. Hoy mismo los organismos de derechos humanos han decidido no realizar la marcha a Plaza de Mayo del 24 de marzo, día en que se conmemora y se sigue reclamando Memoria, Verdad y Justicia.
En un comunicado difundido esta tarde, tras una reunión entre distintos organismos de derechos humanos, se anunció la suspensión de la histórica marcha del 24 de marzo para evitar el contagio del coronavirus, aunque realizarán algunas acciones para recordar ese día, algunas de ellas probablemente virtuales. “Resulta de vital importancia seguir las medidas oficiales dispuestas en nuestro país y, especialmente, las recomendaciones preventivas del gobierno nacional” afirmaron en el documento consensuado.
“El 24 de marzo es una fecha muy importante, en la que miles de familias, sobrevivientes, compañeras, compañeros y el pueblo en su conjunto nos manifestamos y seguimos luchando por Memoria, Verdad y Justicia. No obstante, y con mucha prudencia, hemos analizado la situación y decidido suspender la convocatoria a movilizarse a Plaza de Mayo, acorde a los protocolos y disposiciones de los organismos de gobierno” coincidieron Abuelas de Plaza de Mayo; Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas; H.I.J.O.S. Capital; la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH); la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza; la Asociación Buena Memoria; el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); la Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte; Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz; la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina; la Liga Argentina por los Derechos Humanos y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.
Los representantes de los distintos organizadores del acto reivindicaron que “en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia recordamos a las y los 30.000 detenidos-desaparecidos por el terrorismo de Estado, reivindicamos sus luchas y repudiamos los delitos de lesa humanidad cometidos por los genocidas. Se trata de un acto de memoria colectiva para evitar que se repitan esos terribles crímenes”.
Además calificaron la decisión de no movilizarse como lo vienen haciendo año tras año como “muy impactante” pero, consideraron, “entendemos que el cuidado de la población requiere respuestas solidarias para contribuir con la prevención y la salud de nuestro pueblo. No podemos ir a la plaza para evitar el contagio, pero queremos que se contagie la esperanza firme en el nunca más”.
Cada 24 de marzo en cientos de plazas en todo el país se congregan miles de argentinos que a pesar de sus divisiones confluyen para repudiar y recordar el 24 de marzo de 1976, día del inicio de la última dictadura militar. Es una de las pocas manifestaciones callejeras en las que confluyen agrupaciones políticas de los más diversos colores. También argentinos que no suelen manifestarse en otras ocasiones.
Desde la irrupción política del kirchnerismo se politizó aún más y la grieta entre peronismo y antiperonismo y entre kirchnerismo y macrismo profundizó diferencias que fueron evidentes cada 24 de marzo. El posicionamiento de muchos organismos cercanos al gobierno de Cristina Kirchner y hoy al de Alberto Fernández se expresó en los documentos leídos en el escenario. Máximo Kirchner en los últimos años convocó a los militantes de La Cámpora a caminar desde el ex centro clandestino de detención ESMA, en Núñez, hasta Plaza de Mayo. Hubo en una ocasión hasta un helicóptero de cartón con el nombre de Mauricio Macri y muchos de sus adherentes prefirieron dejar de ir a la plaza.
La izquierda también ha tenido su propio acto, en una división pactada de la plaza. Aun así, divididos, la marcha se sucede año a año hasta ahora, en que impacta el coronavirus y se prohíben los eventos deportivos y culturales donde la masividad del público acrecienta las posibilidades de propagación y contagio del virus.
Antes de que se tomara la decisión lo anticiparon dos de las mujeres más fuertes entre los organismos de derechos humanos. El jueves Hebe de Bonafini fue a la habitual ronda de las Madres de Plaza de Mayo pero habló desde el interior de una camioneta. Hizo caso al consejo presidencial sobre el cuidado que deben tener las personas mayores de 65 años, el más importante grupo de riesgo. “El país está en riesgo, tenemos que cuidarnos entre todos y hacer lo que nos mandan”, reflexionó.
Hoy coincidió Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo: mencionó la edad de las integrantes de la agrupación que busca a cerca de 400 niños nacidos en los centros clandestinos de detención y apropiados durante la última dictadura militar, señaló que en la manifestación reciben muchos besos y abrazos y recalcó los cuidados que se deben tener.
En diálogo con Futurock, propuso “estar presentes el 24 aunque sea desde una pantalla, desde un celular, porque es necesario seguir pidiendo Memoria, Verdad y Justicia” y descartó realizarla en otra fecha “porque ya no tendría el mismo sentido”.
Después de cuatro años en la oposición, tanto funcionarios del Gobierno como agrupaciones y organismos afines esperaban una fuerte movilización, una parte de la cual sería una expresión a favor de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.