La imagen de Horacio Rodríguez Larreta estornudando sonoramente y tapándose la boca con la palma de la mano en medio de la tensión social que provoca la pandemia de coronavirus se hizo viral, y fue la muestra de lo que no se debe hacer.
Sucedió ayer por la mañana en una conferencia de prensa que brindó el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires en la sede gubernamental de Parque Patricios, justo cuando el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, explicaba cómo hay que actuar cuando sobreviene el estornudo: “...Y por último solamente recomendarles, que es muy importante, como protegerse y prevenirse. La prevención del virus, ya lo han dicho muchos expertos en diferentes medios, es básicamente la misma que los diferentes cuadros gripales, que con el virus de la gripe: no toser sobre la mano, sino sobre el pliegue del codo para que no queden en la mano las gotitas….”
Como si fuera un capítulo de La Ley de Murphy, momentos después Larreta abrió la boca, tomó aire y…. ¡achís! Allí salió, irrefrenable, el estornudo frente a las cámaras y su producto lanzado hacia su mano. De ahí a las críticas en las redes, apenas mediado.
Hoy, el jefe de Gobierno tuvo la posibilidad de explicar lo que le sucedió en la nueva conferencia de prensa donde dispuso la suspensión de recitales y eventos con grandes aglomeraciones de gente.
“En mi caso fue un reflejo personal, un hábito que uno tiene incorporado y justamente por eso mismo -como el reflejo natural es tocarse la cara, como me pasó a mi en esa imagen o en muchas otras-, es que tenemos que reforzar la comunicación. Lo que te sale es taparte la cara con la mano, entonces lo que tenemos que hacer es concientizar para revertir costumbres que tenemos muy arraigadas en forma refleja. Me imagino que a muchos les debe pasar lo mismo”, explicó ante una pregunta.
Anécdota al margen, en dicho encuentro se dispuso también que además de la prohibición de realizar recitales, los eventos deportivos de lleven a cabo sin público, incluidos los partidos de campeonatos locales e internacionales, se cierren museos y otros espacios culturales, la circulación del bus turístico y la restricción a las concentraciones masivas de personas que no sean esenciales.
También, las autoridades pidieron a las empresas privadas que promuevan el teletrabajo y a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires que mantengan una actitud responsable para evitar que continúe avanzando la enfermedad, como el autoislamiento de quienes viajaron, la suspensión de las pasantías a extranjeros y restricciones para visitas a hogares de tercera edad.
Asimismo, comunicó que hoy por la tarde dará más precisiones sobre las medidas, cuando se dé a conocer la reglamentación. “Por sentido común, un evento de 40 personas no es algo masivo. Obviamente en algún lugar vamos a poner el corte. Pero como decía, una obra de teatro de 40 o 50 personas no es el espíritu de lo que queremos decir.
Hasta el momento, indicó Rodríguez Larreta, en la ciudad de Buenos Aires hay 12 casos positivos -todos importados- y 140 personas en estudio por el coronavirus. La única muerte también ocurrió en la Capital Federal, el 7 de marzo pasado en el hospital Argerich. Guillermo Abel Gómez, de 64 años, había regresado de un viaje por Europa el 25 de febrero pasado, y el 28 de ese mes comenzó a presentar fiebre, tos y dolor de garganta, por lo que el 4 de marzo se había presentado en un centro de salud. Según detallaron fuentes del hospital, tenía otras complicaciones de salud: padecía diabetes, hipertensión, bronquitis crónica e insuficiencia renal.
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