La racha de resultados negativos por coronavirus en las muestras que analizó el Instituto Malbrán se cortó ayer, cuando el caso número 29 fue positivo.
En el día de hoy ingresaron cuatro nuevas muestras, que aún están en estudio. Aunque ninguna de ellas fue de los casos que se reportaron como sospechosos en Córdoba y Entre Ríos. Según las fuentes consultadas, para que se haga la prueba en el Malbrán se deben descartar otras patologías –como influenza– en el lugar de origen.
Por su parte, hoy se supo que un paciente sospechado por la infección del COVID-19 fue internado en el Hospital Muñiz. Está aislado, por lo que no hay ninguna confirmación hasta tener los resultados de los estudios. Los mismos fueron enviados al Malbrán. Según confían en el área de salud de la ciudad de Buenos Aires, “creemos que entre hoy a la tarde y mañana a la mañana tendremos una respuesta. Aún no poseemos más detalles. No podemos confirmar que sea argentina, aunque sí sabemos que vive en el país. Tampoco si volvió de algún viaje".
Finalmente, se confirmó que el hombre, que habría viajado desde Osaka, Japón, dio negativo.
El hombre que fue diagnosticado por la enfermedad el martes 3, de 43 años, había llegado el domingo desde Italia, donde había pasado dos semanas de vacaciones. Al arribar a Ezeiza no manifestó tener ningún problema de salud, pero esa misma noche levantó fiebre y mostró complicaciones. Fue a la guardia de la Clínica Suizo Argentina, donde quedó internado y aislado. Finalmente, por la noche lo derivaron a la Clínica Agote.
Desde su retorno a la Argentina, solo tuvo contacto con su hermano, que lo fue a buscar al aeropuerto y quien ya fue contactado para aislarlo preventivamente. El hecho de que el hombre viva solo y haya viajado en primera clase reduce las posibilidades de propagación del virus. También fueron identificados otros seis pasajeros que viajaron alrededor de él en la primera clase de Alitalia.
Desde el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires anunciaron que “las posibilidades de contagio local son muy bajas”.
Para estudiar posibles casos de coronavirus, en el Malbrán usan un área con cabinas de seguridad biológica 2. Allí trabajaban con un equipamiento especial, una bata blanca que usan sobre el delantal, guantes, un barbijo con respiradores –”un N95 al menos”, indica– y protección ocular. El lugar posee un sistema de flujo de aire continuo por dentro, que hace imposible la salida al exterior de cualquier patógeno que puedan manipular, así como la entrada de cualquier contaminante para las muestras.
Es el sector donde se abren los paquetes que contienen los tubos con las muestras que llegan de los diferentes hospitales.
Para que la muestra llegue al Malbrán, los pacientes deben responder al protocolo estipulado por el Ministerio de Salud. Y descartar, en el lugar donde esté internado, los demás tipos de coronavirus conocidos. Esto se hace en cada provincia.
La muestra llega refrigerada y guardada en un triple envase. El mismo consta de tres capas: la primera, el tubo con la muestra. La segunda, un envase rígido con un material absorbente, en el que va colocado el tubo con la muestra. De esa manera se lo protege de golpes o roturas. Y ese, a su vez, se coloca dentro de una caja, que tiene la información de quien lo manda y quien lo recibe.
La Unidad Operativa del Centro de Contención Biológica (UOCCB) es la plataforma de laboratorios de alta complejidad y niveles de bioseguridad 2, 3 y 3 animal donde por estas horas trabaja a destajo el Servicio de Virosis Respiratorias del Anlis-Malbrán, a cargo de la doctora Elsa Baumeister. Ellos son quienes van a estampar la palabra tan temida sobre las pruebas: “positivo”.
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