El Fútbol Colombiano año tras año es protagonista de una serie de eventos irrisorios, que se toman las redes sociales y que dejan en duda el buen manejo que se da desde los cargos más importantes de la Federación Colombiana de Fútbol y la División Mayor del Fútbol Colombiano.
En 2024, los eventos que pueden ser catalogados como ‘inocentadas’ tienen en común que fueron actos que terminaron en tribunales deportivos nacionales o internacionales.
Hinchas del Junior generaron disturbios en Medellín, pero el equipo se llevó los tres puntos
El Comité Disciplinario de la Dimayor resolvió otorgar los tres puntos al Junior de Barranquilla tras los graves incidentes ocurridos durante el partido contra Atlético Nacional.
El encuentro, correspondiente a la décima fecha de la Liga BetPlay II-2024, fue suspendido el pasado jueves debido a enfrentamientos violentos entre hinchas de ambos equipos en las tribunas del estadio Atanasio Girardot en Medellín.
La decisión se tomó en aplicación del reglamento disciplinario de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), pero causó varias reacciones en las que se pedia un cambio urgente del reglamento e incluso declar como desierto el resultado del partido.
El encuentro, que hasta el momento de la suspensión favorecía al equipo local con un marcador de 2-0, quedó oficialmente registrado como una victoria de 3-0 a favor del Junior.
En su resolución, el Comité Disciplinario explicó que el Atlético Nacional fue sancionado con la pérdida del partido por “retirada o renuncia”, además de una multa económica de 26 millones de pesos colombianos (aproximadamente 6.500 dólares estadounidenses).
Esta medida se fundamenta en el literal h) del artículo 83 del Código Disciplinario Único (CDU) de la FCF, que regula las consecuencias de actos de violencia en los estadios y culpa al club local de lo sucedido.
Real Cartagena quizo forzar su ascenso en el TAS
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) podría tomar una decisión histórica que impactaría directamente el panorama del fútbol profesional colombiano. Según informó el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, el organismo internacional está considerando una medida cautelar que permitiría la inclusión del Real Cartagena en la Liga BetPlay, lo que implicaría un cambio significativo en la estructura del torneo, que pasaría a contar con 21 equipos de manera temporal.
De acuerdo con declaraciones del mandatario, realizadas tras su participación en una audiencia virtual requerida por el TAS, el caso se centra en el reclamo presentado por el club cartagenero.
Este equipo busca reivindicar lo que considera derechos deportivos vulnerados durante el polémico partido de ascenso entre Llaneros y Unión Magdalena, un encuentro que ha estado bajo sospecha de irregularidades y que definió el regreso del Unión Magdalena a la primera división.
El Real Cartagena presentó una demanda formal ante el TAS argumentando que, además de la falta de claridad en el reglamento del torneo, existen indicios de posibles amaños en el partido que selló el ascenso del Unión Magdalena.
En ese encuentro, el equipo samario se impuso en una definición por penales, un desenlace que generó controversia y cuestionamientos en el ámbito deportivo nacional. Según consignó el alcalde Turbay, el testimonio que ofreció ante el tribunal fue parte del proceso de evaluación de estas acusaciones.
DIM fue al TAS para clasificar a los cuadrangulares desde el escritorio
Liga BetPlay II-2024, estuvo marcada por una serie de controversias y problemas estructurales.
El Independiente Medellín presentó una demanda ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), cuestionando la decisión de la Dimayor de otorgar los puntos del partido entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla al equipo costeño.
Este movimiento fue anunciado el sábado 16 de noviembre y generó incertidumbre sobre la continuidad del torneo. El conflicto tiene su origen en un incidente ocurrido el 26 de septiembre, durante el enfrentamiento entre Nacional y Junior en el estadio Atanasio Girardot, correspondiente a la décima fecha de la Liga.
En aquel partido, Nacional lideraba el marcador 2-0 cuando, tras el segundo gol, se desató una violenta confrontación en la tribuna norte del estadio. Los disturbios obligaron a la suspensión del encuentro, y posteriormente, la Dimayor decidió otorgar los puntos al Junior, argumentando que Nacional no garantizó las condiciones de seguridad necesarias para la realización del partido.
La decisión de la Dimayor no solo afectó directamente a Nacional, sino que también tuvo repercusiones en otros equipos, como el Independiente Medellín, que considera que esta resolución alteró la tabla de posiciones y perjudicó sus intereses deportivos. En su comunicado oficial, el club antioqueño expresó su inconformidad con el fallo y anunció que llevará el caso al TAS, buscando revertir la decisión y, potencialmente, suspender las finales de la Liga hasta que se resuelva el litigio.
Esta demanda finalmente fue inadmitida por el TAS, al no encontrar argumentos suficientes que avalaran el reclamo del Poderoso de la Montaña.