Juan Carlos Osorio se pronunció sobre la situación de Efraín Juárez en Colombia: “Me parece que es injusto”

El entrenador mexicano Efraín Juárez ha tenido un arrasador paso por el fútbol colombiano, más que por sus estrategias o planteamientos tácticos, el actual director técnico de Atlético Nacional ha sobresalido como una figura controversial de la Liga Betplay que, incluso, ha sido sancionada por las autoridades locales de Medellín.

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El técnico de Xolos de Tijuana, Juan Carlos Osorio, expresó una postura reflexiva respecto a la situación de Juárez, actual entrenador en Colombia. Durante la rueda de prensa posterior al empate 2-2 entre su equipo y el Club América, Osorio calificó como “injusto” el trato recibido por Juárez, destacando su condición humana:

“Me parece que es injusto, porque es un ser humano al final de todo, pero no conozco bien todo lo que ha pasado, entonces no me atrevo a dar una opinión”.

Aunque evitó profundizar en los incidentes específicos, Osorio aprovechó para resaltar una diferencia clave entre los contextos futbolísticos de México y Colombia. Según el entrenador, en México se vive una cultura más familiar y pacífica en los estadios, incluso en clásicos intensos como Monterrey vs. Tigres, lo que contrasta con la realidad colombiana.

“Lo que sí está claro es que de las cosas que yo más valoro en México es, por ejemplo, que en un clásico Monterrey vs. Tigres, la gente va como va a Manchester City vs. Manchester United, con el color de su camiseta, van en familias, se despide y cada uno va a apoyar a su equipo. En Colombia no es así. El tema de las barras bravas es muy diferente acá, y eso hay que tenerlo en cuenta”.

Otra de las figuras del deporte con pasado en Atlético Nacional que se pronunció fue el exjugador de la selección Colombia, Aquivaldo Mosquera.

El defensor central, quien debutó hace más de 20 años con el equipo verdolaga, se refirió a la situación que enfrenta Efraín Juárez y la calificó como exagerada. Mosquera resaltó que la celebración es un gesto espontáneo del ganador y que no debería sancionarse ni prohibirse en el fútbol colombiano.

“La verdad, están siendo muy exagerados con todo lo que está sucediendo. Yo he visto las celebraciones que ha hecho y es una celebración que cualquiera de nosotros haría, entonces no creo que sea muy coherente lo que está sucediendo con él”, comentó Aquivaldo en Caracol Radio.

Juárez hace algunas semanas había sido ampliamente criticado por un roce que tuvo con el entrenador de Independiente Santa Fe, Pablo Pereirano, cuando tras un empate 1-1 en Medellín el entrenador mexicano forcejeo dándole la mano al uruguayo, finalizando en una imagen que circuló en la prensa.

Pero la controversia no paró allí, ya que Juárez fue sancionado por la Inspección de Policía de Medellín con una multa de más de 20 millones de pesos y la sanción de 3 años sin poder asistir al estadio Atanasio Girardot. La medida correctiva que para muchos fue excesiva, incluyendo para el acalde Federico Gutiérrez, se dio a raíz de una celebración de Juárez tras haber clasificado a Nacional a la final de la Copa Colombia.

El entrenador Verdolaga movió sus brazos eufóricamente frente a la tribuna del Independiente Medellín, equipo que oficializaba de local y que quedó eliminado ante Nacional. El gesto de Juárez fue visto por algunos hinchas como una provocación e inclusive algunos intentaron meterse al campo de juego, pero gracias a las autoridades se controló la situación.

El mismo día que le pusieron la excesiva sanción a Juárez se disputaba en el estadio Atanasio Girardot de Medellín la primera fecha de los cuadrangulares semifinales y a su equipo le tocaba enfrentarse nuevamente con el Independiente Santa Fe de Pereirano, pero en esta ocasión no hubo igualdad sino una arrasadora victoria de los verdolagas 5-0.

Lo particular fue que con el primer tanto de la goleada Juárez celebró nuevamente con el movimiento de brazos que ha hecho desde que asumió el banquillo de Nacional, pero su gesto fue tomado nuevamente como una provocación al rival y por decisión de los jueces fue echado del campo de juego. Al retirarse el entrenador mexicano realizó un gesto cruzando los brazos en señal de estar “esposado” o “perseguido”.