Durante 18 años, Colombia viene esperando por la posibilidad de ver nuevamente a un colombiano corriendo en la Fórmula 1. Desde que Juan Pablo Montoya culminó su paso por la gran carpa del automovilsimo en 2006 tras anunciar su desvinculación de la escudería McLaren, los pilotos nacionales no tuvieron posibilidades de tomar ese lugar.
La esperanza de volver a ver un piloto en la categoría cobró fuerza desde 2022, y fue con el hijo de Juan Pablo, Sebastián Montoya, luego de que anunciara que se sumaría a la Fórmula 3. Tras dos años acumulando experiencia y completando varias actuaciones destacadas, el joven de 19 años confirmó este viernes 25 de octubre que dará el siguiente paso y correrá en la Fórmula 2 el próximo año.
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Así lo hizo saber el propio piloto, incapaz de esconder su sonrisa, durante una entrevista con ESPN en el paddock previo al inicio de las prácticas del GP de México que se celebrará este fin de semana y que será clave para decidir al campeón de la Formula 1 entre Max Verstappen y Lando Norris, los principales contendientes al título.
“No puedo decir con quién exactamente todavía, pero sí que voy a estar subiendo el próximo año”, señaló Sebastián, que se abstuvo de dar más detalles y no confirmó con cuál equipo iba a correr. En todo caso, de confirmarse la noticia, esta será la primera experiencia del corredor en dicha división, que vio algunos cambios significativos en los últimos años con el ascenso a la máxima categoría de pilotos como Oliver Bearman y Andrea Kimi Antonelli, a los que se suma el argentino Franco Colapinto, que viene mostrando un buen desempeño en Williams desde que lo eligieron para disputar las últimas carreras del año en reemplazo de Logan Sargeant.
Por otra parte, la noticia sirve para despejar algunas dudas que había en el entorno de Sebastián, debido a que arrancó 2024 con problemas de salud y varios choques en las primeras carreras de su segunda temporada en Fórmula 3, sumado al costo monetario que implicaba dar el salto a la siguiente categoría.
“La cifra es... te la digo en euros. Entre 2,2 y 2,6 millones de euros”, afirmó Juan Pablo Montoya hace unas semanas en su pódcast MontoyAs, añadiendo que “eso es sin viajes, sin tests, y sin estrelladas”. Al cambio actual, la cifra estaría cercana a los 10.000 millones de pesos colombianos.
Pese a los contratiempos iniciales, Sebastián Montoya completó un buen año en Fórmula 3, finalizando en el puesto 17 con 40 puntos, ingresando en seis oportunidades a zona de puntos durante la temporada. Su mejor carrera del año fue el segundo lugar que alcanzó en la segunda carrera del GP de Bélgica. El ganador de la temporada fue el italiano Leonardo Fornaroli, otro que ya confirmó que subirá de categoría y correrá en Invicta Racing.
“Me entrené este año para Fórmula 2. La parte física lo entendí bastante bien, la Fórmula 3 era como con una mano, así de fácil se pudo. En los test era mucho más difícil que eso”, comentó Sebastián en charla con El Tiempo. En esa oportunidad también habló de las dificultades que representa asegurar patrocinadores que sostengan una carrera al máximo nivel en el automovilismo. “La gente que me apoya está haciendo la diferencia y dando esa oportunidad para estar corriendo, y ojalá cumplir todavía mi sueño de correr en la Fórmula 1 y ser campeón del mundo. He trabajado mucho y quiero seguir mejorando, estoy haciendo una diferencia muy grande, comprado con otros pilotos en momentos muy difíciles”, dijo.
Pero a pesar de la incertidumbre, Juan Pablo Montoya señaló en su pódcast que los planes de ambos iban encaminados a ganarse un lugar en Fórmula 2 para 2025. “Tenemos unas buenas posibilidades de conseguir una silla en Fórmula 2, tenemos más o menos un backup en caso de que no. Es como todo: está ahí, pero no nos podemos demorar tampoco”, indicó en esa oportunidad.
Ahora que el ascenso de categoría parece una realidad, queda por conocer cuál será el equipo que le abrirá las puertas a Sebastián para ganarse el reconocimiento de los equipos de la Fórmula 1 y así ponerle fin a la racha sin pilotos nacionales en la gran carpa del automovilismo.