Antes del juego entre Bolivia y Colombia en El Alto, el entrenador de los cafeteros, Néstor Lorenzo, denunció en rueda de prensa que habían sido víctimas de espionaje en el entrenamiento a puerta cerrada, en el que terminaron de ajustar las estrategias para el partido del 10 de octubre.
“Es lamentable que te manden a espiar, eso no sé de dónde salió o quién era, pero lo identificamos, tenemos fotos y vamos a hacer la denuncia del caso donde corresponda. Uno quiere entrenar con la tranquilidad que se merece y fue una ruptura al plantel lo que sucedió. Vamos a ver cómo procedemos en las últimas horas”, declaró el argentino.
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De la misma forma, el periodista Cristián Marín reveló aspectos inéditos de la denuncia colombiana, afirmando que fue la seguridad del equipo Tricolor el que notó la presencia de personas desconocidas que estarían grabando el entrenamiento.
“La seguridad del equipo colombiano logró darse cuenta de lo que estaba pasando y lograron identificar qué clase de personas estaban grabando la práctica del equipo colombiano. El técnico Néstor Lorenzo se vio en la obligación de realizar algunos movimientos, sacar el equipo titular y hacer algún viraje en las alineaciones para tratar de jugar un poco al despiste, pero el ambiente sigue estando muy hostil de cara a lo que será el duelo entre Bolivia y Colombia”, indicó el comunicador.
Selección de Bolivia podría ser castigada
Esta situación hizo que se recordara lo registrado durante los Juegos Olímpicos de París 2024, puesto que en la disciplina de fútbol femenino se descubrió que la selección de Nueva Zelanda había sido grabada con drones durante sus entrenamientos por parte de representantes de Canadá, que aunque derrotó al seleccionado de Oceanía, no sumó puntos en la tabla de posiciones por esta acción.
Luego de que se descubrió el caso de espionaje, la FIFA emitió una sanción en la que le redujo seis puntos a Canadá; sumado a esto, multó a la federación norteamericana por un pago de 226.000 dólares.
Ante este escenario, en Canadá decidieron despedir a la entrenadora Bev Priestman, que hasta el momento sigue siendo investigada para identificar si tenía conocimiento del accionar de sus colaboradores y en caso de que esto sea confirmado podría ser sancionada hasta por un año sin poder dirigir.
“Estoy destrozada por las jugadoras. Quiero disculparme desde el fondo de mi corazón por el impacto que ha tenido esto en todas ellas. Como líder en el campo, asumo mi responsabilidad y cooperaré en lo que haga falta con la investigación”, es parte del comunicado con el que Priestman se despidió de sus jugadoras.
Este tipo de castigos podrían ser los que reciba la Federación Boliviana de Fútbol si se confirma el caso de espionaje; sin embargo, hasta el momento no se ha revelado si el combinado colombiano ya instauró la denuncia ante Conmebol y los entes responsables.
Lorenzo confía en su equipo
Además de hacer la denuncia, el entrenador de la selección Colombia indicó que este no es el primer problema que tienen en Bolivia, puesto que tuvieron modificaciones en los aspectos programados de la concentración y hasta cancelaron un sparring que tenían programado antes del partido en El Alto.
“Son circunstancias aisladas. Estamos felices en Cochabamba. Hay gente que quiere ganar a cualquier costo y que hace cosas indebidas. Nuestro preparador físico tuvo que venir dos veces a Bolivia porque acordó una cosa acá y le cambiaron toda la logística, eso muestra de entrada que nos quisieron complicar. Pensamos en el partido y en lo que va a pasar en la cancha. No nos vamos a detener a quejarnos de las cosas que nos fueron haciendo”, indicó el argentino.