El jueves 26 de septiembre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla se enfrentaban por la décima fecha del torneo clausura del fútbol profesional colombiano.
Pero el juego que se estaba llevando acabo en el estadio Atanasio Girardot de Medellín terminó de manera abrupta sobre el inicio del segundo tiempo.
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Al minuto 54 del segundo tiempo, en la tribuna occidental, los barristas tuvieron un conflicto relacionado con una bandera, comúnmente conocida como un ‘trapo’, lo cual derivó en una violenta confrontación con puños, patadas y armas blancas. Como resultado de la falta de garantías de seguridad, el partido tuvo que ser suspendido.
Tras los vergonzosos disturbios, la prensa reveló una particular información: el Junior de Barranquilla habría solicitado obtener los puntos del partido que perdía 2-0 al momento de la suspensión.
En medio de la expectativa por la decisión que pueda tomar la Dimayor, el comentarista deportivo Carlos Antonio Vélez afirmó que, en situaciones como esta, ambos equipos deberían ser sancionados debido a la gravedad de lo ocurrido.
“¿Estará esperando la comisión de disciplina que ocurra otro suceso vergonzoso para castigar a los infractores? ¿Cuánto tiempo debe pasar para que los responsables sean castigados con rigor? ¿Será que están midiendo impactos y buscando acomodos? Esto es sencillo: ninguno de los dos, involucrados en los actos violentos, puede ser beneficiado. Ambos TIENEN que ser castigados conforme a los reglamentos, sentando un precedente”.
Así mismo, Vélez cuestionó en su extenso trino la responsabilidad de Atlético Nacional al garantizar un espacio seguro para el desarrollo pacífico de la Liga Betplay. El comentarista deportivo señaló que, más allá de aplicar sanciones, es necesario realizar modificaciones normativas para evitar que este tipo de actos violentos sigan ocurriendo en el fútbol colombiano.
“Y una pregunta... ¿los locales que tienen la obligación de garantizar la seguridad hacen uso del DMA (Dispositivo Mínimo de Atención)? Entregar la seguridad, cuando las normas son flexibles para usar a la policía, a dos gorditos de logística que de seguridad no saben nada, no es otra cosa que abrirle la puerta a la delincuencia disfrazada de hinchas y desbocada... En total, no solo es la sanción, que debe ser ejemplar, sino también obligar a los clubes a ajustarse a las normas para que los juegos con perfil alto de riesgo de violencia sean controlados por el DMA, que fue creado para eso. Estamos esperando...”
La sanciones para Atlético Nacional
La Dimayor ha anunciado las sanciones impuestas tras los vergonzosos disturbios ocurridos en el estadio Atanasio Girardot durante el partido entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla. En un esfuerzo por garantizar la seguridad y frenar la violencia en los estadios, el equipo paisa deberá enfrentar varias penalidades que impactarán sus próximos encuentros en la Liga BetPlay.
En primer lugar, Atlético Nacional deberá jugar dos fechas del torneo clausura sin público en el Atanasio Girardot. Esta medida busca evitar la repetición de los lamentables hechos, donde la falta de garantías en la seguridad provocó una situación de alto riesgo para los asistentes y los jugadores. La ausencia de aficionados es un golpe duro para el equipo, que se verá privado del respaldo de su hinchada, esencial en momentos cruciales del torneo, aunque en el primer juego sin público el cuadro paisa derrotó contundentemente 6-2 a su rival Boyacá Chico.
Adicionalmente, la tribuna norte del estadio, una de las zonas donde se originaron los disturbios, permanecerá cerrada por dos fechas adicionales.
Como parte de la sanción, se ha decretado la prohibición del ingreso de instrumentos musicales, banderas y cualquier otro elemento alusivo a las barras del club Verdolaga durante lo que resta del año. Esta medida busca reducir la carga emocional y las posibles provocaciones que dichos elementos puedan generar, incentivando un ambiente más seguro y controlado para todos los asistentes, aunque por otros sectores ha sido calificada la sanción como ingenua y desacertada.