Carlos Valderrama no necesita presentación. Si hay que hablar de íconos del fútbol y de la moda en América Latina, pocos ejemplifican eso a la vez como lo hace el samario. Incluso ahora, cuando ya pasaron más de 20 años desde su retiro del fútbol profesional, su carisma y sus comentarios alrededor del fútbol en general (y la selección Colombia en particular) siguen captando la atención de los amantes del fútbol.
Además de su visión de juego, su precisión para asistir a los delanteros, y su carácter competitivo, el rasgo que lo inmortalizó entre los fanáticos al fútbol de todo el mundo fue su inconfundible melena afro. Teñida de rubio en sus años mozos y ahora canosa cuando el ex Unión Magdalena, Deportivo Cali, Junior de Barranquilla, y Montpellier de Francia, entre otros clubes, tiene 63 años.
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Sería imposible pensar al Pibe sin su característico peinado, pero antes de la fama su corte era resistido, especialmente en sus años de colegio en el Liceo Celedón de Santa Marta.
El Pibe contó una anécdota al respecto durante una entrevista con el periodista deportivo chileno Luis Omar Tapia, en la que estuvo en riesgo su graduación. Por esos días ni siquiera su padre, Carlos “Jaricho” Valderrama, se sentía cómodo con esa elección de su hijo.
“Termino bachillerato, y yo con el afro así. Mi papá le decía a mi mamá ‘¿Este man qué? ¿Qué va a estudiar? ¿Dónde van a aceptar a este man con esa vaina?’”, recordó.
“El rector le dijo ‘Dile a este pelao que se quite ese pelo porque yo no voy a entregarle el diploma con ese pelo así’. Yo era llave de mi papá y me dice ‘Hey, te está llamando el rector’. Yo pensé que era para otra vaina”, comentó. Cuando el rector le hizo saber, el exfutbolista recordó que su padre lo llevó a una peluquería de la que era cliente habitual.
“Al peluquero le decían el Pibe, y mi papá siempre me llevaba ahí. Le dijo ‘Pibe, arregla al hombre’”, contó. Cuando su papá se fue para atender otro asunto, el peluquero se dirigió a su cliente. “Me dice ‘Pibe, ¡en serio te vas a cortar esa vaina?’ y le dije ‘No, que me voy a quitar esta nota’”, por lo que se limitó a arreglarle el corte.
Cuando llegó el día de la graduación, el Pibe rememoró que durante la ceremonia, cada vez que notaba que se le acercaba el rector, se la pasaba “sacándole la gambeta” para que no se diera cuenta de que no hizo caso de su exigencia. Además, una profesora que le daba clases “no me podía ni ver, porque me quería cortar el pelo desde siempre”, comentó Valderrama, a lo que Tapia acotó “siempre hay una”.
Cuando llegó el momento de pasar, el Pibe subió a la tarima para recibir su diploma y se encontró con la profesora. “Me mentaba hasta la madre”, recordó entre risas. Pero la reacción del rector fue aún más fuerte cuando fue el último en llegar y se dio cuenta. “Cuando ese man hace así (mueve la cabeza) y me ve... los ojos se le querían salir”, dijo.
Cuando dijo su nombre y recogió el diploma, estrecharon las manos como es tradición, “Apretó duro y me dijo ‘Joda, usted no hace caso’” provocando las risas del entrevistador.
Pero la historia no terminó ahí. Valderrama contó que inmortalizó el momento con una fotografía. “Le dije al fotógrafo, ‘hey, tómeme una foto con el hombre que esta es la foto más bacana que tengo”, pero le pidió al rector que en vez de estrechar las manos, ambos colocaran el pulgar en alto, algo a lo que este se opuso por considerarlo una falta de respeto, pero al final cedió. “¿Sabes lo que me dijo? ‘¡No venga más!’”, contó entre risas.