Revuelo total causó el fallecimiento del jugador uruguayo Juan Izquierdo, que durante el encuentro por los octavos de final de la Copa Libertadores entre São Paulo y Nacional de Montevideo disputado el 22 de agosto en el Morumbi, se desvaneció en el campo de juego.
Tras lo sucedido, el futbolista, de 27 años, fue trasladado en ambulancia al Hospital Israelita Albert Einstein. Allí, durante varios días, batalló por su vida; sin embargo, el 27 de agosto se confirmó su deceso a las 9:38 p. m. (hora local) a causa de “muerte encefálica tras una parada cardiorrespiratoria asociada a una arritmia cardíaca”, de acuerdo con la información del centro médico.
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A través de sus redes sociales, Nacional de Montevideo reveló la triste noticia con un sentido mensaje:
“Con el más profundo dolor e impacto en nuestros corazones, el Club Nacional de Football comunica el fallecimiento de nuestro querido jugador Juan Izquierdo. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a su familia, amigos, colegas y allegados. Todo Nacional está de luto por su pérdida irreparable. QEPD. Juan, estarás para siempre con nosotros”, publicó el Bolso.
Izquierdo es velado en la sede del Club Nacional. El defensor central era casado y dejó dos hijos, uno de ellos de apenas ocho días de nacido.
Diego Barragán lamentó la muerte de Juan Izquierdo
El entrenador colombiano, de 67 años, tuvo mucho que ver en la carrera de Juan Izquierdo, al que dirigió en su paso por Uruguay. En 2016, Barragán asumió las riendas de Club Atlético Cerro, en el que coincidió con el defensor central.
En diálogo con Infobae Colombia, Barragán destacó la personalidad y cualidades futbolísticas que lo llevaron a ascenderlo al plantel profesional del equipo ‘Villero’.
“La verdad que muy golpeado con el corazón roto, me pega muy duro porque al fin y al cabo los jugadores que uno ha tenido en su camino los trata como a un hijo. Juan Izquierdo fue una persona especial (…) ante todo era una gran persona, un gran ser humano con muchas ilusiones, muchos sueños y muchos sacrificios”, dijo Diego Barragán.
Y agregó: “Lo primero, el gran ser humano que para mí es fundamental para soñar en un jugador de fútbol. Segundo un jugador de una muy buena talla física, era central, pero también jugaba a veces como volante de primera línea o volante de recuperación. Y tercero que me gusta mucho de los jugadores, muy técnico, que generalmente en Uruguay no es fácil encontrar”.
El extécnico de Millonarios destacó el temple de Izquierdo, que proviene de una familia muy humilde en Uruguay, pero qué gracias sus ganas por salir adelante logró superar las dificultades.
“Cuando hablaba con él se le veía en los ojos esas ganas de ser jugador profesional, cumplir con su sueño, y cuando un jugador tiene esa “hambre”, son los jugadores que uno dice ‘aquí hay madera para sacar’, empezamos hacer el trabajo que iba por buen camino”, dijo Barragán.
El entrenador reveló que mantuvo constante comunicación con Juan Izquierdo a pesar de la distancia. De hecho, tuvo la oportunidad de verse con el jugador en Cali cuando este defendía los colores de Peñarol.
La muerte de Izquierdo es solo la punta del iceberg, ya que no es el primer caso de este tipo que se presenta en el fútbol. Para el vallecaucano, hace falta mayor control en las pruebas que se le realizan a los futbolistas para detectar a tiempo los problemas cardiacos que han apagado la vida de varios jugadores en los últimos años.
“Viene ocurriendo desde muchos años atrás, que no les interesa el ser humano, sino que les interesa el negocio y por eso no hay evaluaciones médicas claras y contundentes en los clubes (…) es muy difícil que los equipos hagan los chequeos médicos adecuados, que se le debe hacer a un deportista que va a entrar a entrenamientos de alta intensidad y partidos de alta competencia”, puntualizó Diego Barragán.