Arquero de Boca Juniors aseguró que el árbitro colombiano Wilmar Roldán le regaló el partido a Cruzeiro: “El primer tiempo estaba bastante inclinada la cancha”

Sergio ‘Chiquito’ Romero, portero de Boca Juniors, criticó la labor arbitral tras la eliminación del equipo argentino en los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Cruzeiro en el estadio Mineirao.

En una conferencia de prensa, Romero expresó que las decisiones del árbitro colombiano Wilmar Roldán favorecieron a los brasileños. Según el golero xeneize (como le dicen al equipo argentino), la cancha estuvo inclinada a favor del conjunto local durante gran parte del enfrentamiento.

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Boca Juniors quedó eliminado tras caer 5-4 en la tanda de penaltis contra Cruzeiro, después de un empate 2-2 en el global. La expulsión de Luis Advíncula, antes del minuto de iniciar el partido, complicó la situación del equipo xeneize.

El equipo argentino mostró determinación y competitividad, a pesar de jugar con un hombre menos durante la mayor parte del partido.

Roldán, que desempeñó el rol de árbitro en este tenso partido, ha sido centro de las críticas por parte de los jugadores de Boca Juniors.

La expulsión del peruano fue, quizás, la acción más discutida del encuentro, ya que jugadores y cuerpo técnico consideraron que una amonestación habría sido suficiente para manejar la situación. A pesar de las quejas, ninguna otra decisión arbitral tuvo mayor controversia.

En el transcurso del encuentro, Sergio Romero criticó varias veces el comportamiento del árbitro, señalando decisiones confusas y una aparente inclinación hacia el equipo brasilero. “Espera y espera para levantar la bandera”, afirmó Romero, recalando en que en ningún momento se marcó saque de arco. Comentó que el favoritismo hacia Cruzeiro fue evidente desde el primer tiempo, haciendo el juego particularmente complicado para Boca.

“Es un poco raras las decisiones que tomaron el día de hoy, se vio que el primer tiempo estaba bastante inclinada la cancha para nuestro lado, era una subida para Boca y todo muy regalado para Cruzeiro”, puntualizó Sergio Romero.

Este partido será recordado, no solo por su resultado y la calidad del juego, sino también por las reacciones y controversias relacionadas con el arbitraje. Al finalizar, Miguel Merentiel fue el único jugador de Boca que falló su penalti, resultado que aseguró el avance de Cruzeiro a los cuartos de final.

Tras caer por la mínima diferencia en el juego de ida que se disputó en La Bombonera, Cruzeiro debía ganar por dos o más goles para lograr la clasificación a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

El juego se desequilibró en el inicio tras la expulsión de Luis Advíncula, que vio la tarjeta roja tras una dura entrada sobre Lucas Romero, que Wilmar Roldán no dudó en sancionar.

Con un hombre menos, Boca Juniors vio como Cruzeiro igualó la serie por intermedio de Matheus Henrique, que sobre los nueve minutos anotó con un remate izquierda desde fuera del área tras un pase de Lautaro Díaz.

Sobre los 21 minutos, Walace aumentó el marcador tras un remate de derecha desde fuera del área, resultado que dejaba al cuadro argentino eliminado; sin embargo, antes de culminar el primer tiempo Miltón Giménez le devolvió la vida a Boca Juniors con remate certero que dejó sin opciones a Cássio.

En la parte complementaria ambos equipos tuvieron opciones de anotar; sin embargo, el encuentro terminó 2-1 a favor de Cruzeiro, lo que obligó a la definición desde el punto blanco del penal que contó con la eficacia del local en los cinco cobros, mientras que por el cuadro argentino, Miguel Merentiel falló en el quinto tiro dándole la clasificación a los brasileños.

En la próxima instancia, Cruzeiro se verá las caras con Libertad de Paraguay. La ida está programada para el martes 18 de septiembre a partir de las 9:00 p. m. (hora colombiana) en Asunción, mientras que el encuentro de vuelta será el 25 del mismo mes en Bel Horizonte.