El jueves 8 de agosto de 2024, el francés Benjamin Thomas se coronó campeón olímpico de omnium en los Juegos Olímpicos de París 2024. La competencia tuvo lugar en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, ubicado en la periferia de París.
Esta victoria notoria del pedalista francés contrastó con la desafortunada actuación del colombiano Fernando Gaviria y el mexicano Ricardo Peña, quienes se ubicaron en los puestos 17º y 21º, respectivamente.
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En la competencia de Scratch, Gaviria terminó en el puesto 20º, posteriormente, en la Tempo Race, mejoró ligeramente al ubicarse en el puesto 14º. Su mejor rendimiento del día fue en la prueba de eliminación, en la que logró finalizar entre los ocho primeros; sin embargo, en la crucial prueba por puntos no sumó ninguna unidad, cerrando su participación en la casilla 17º con un total de 42 puntos acumulados.
Al término de su participación en estos Juegos Olímpicos, Gaviria manifestó su intención de continuar trabajando en la pista, afirmando que este tipo de competición le resulta beneficiosa para su desempeño en la ruta. No obstante, Gaviria no se despidió sin lanzar una crítica al Comité Olímpico Colombiano y a la Federación de Ciclismo de Colombia.
En una entrevista con Noticias Caracol, el pedalista expresó su deseo de que dichas instituciones brinden un mayor apoyo desde mucho antes y no solo en el último año de clasificación: “Esperemos que con un equipo, trabajando con un cuarteto que creo que tenemos calidad para entrar a los Olímpicos y esperar que el apoyo del Comité y la Federación sea desde mucho antes no solo desde el último año de clasificación”, declaró Gaviria.
La falta de apoyo a los atletas olímpicos
Los Juegos Olímpicos son el evento deportivo más importante del mundo, y ganar una medalla en esta competencia representa uno de los logros más significativos en la carrera de un atleta; sin embargo, en Colombia muchos deportistas han expresado su descontento con el apoyo brindado por el Gobierno nacional.
Según mencionó Noticias Caracol, los atletas colombianos solo reciben apoyo económico garantizado durante el último año de preparación para los Juegos Olímpicos, lo que obliga a muchos de ellos a costearse su entrenamiento durante los tres años anteriores del ciclo olímpico.
Este déficit de financiamiento ha sido un tema recurrente de críticas entre los deportistas colombianos, dado que a preparación para participar en un evento de tal magnitud requiere de un apoyo constante y a largo plazo, ya que los competidores necesitan entrenar a tiempo completo para estar a la altura de los mejores en el mundo. Además, varios deportistas han señalado la reciente reducción del presupuesto destinado al deporte, lo cual ha incrementado aún más sus preocupaciones.
Un punto de discordia adicional es la política de premiación del país, que solo reconoce a aquellos atletas que obtienen medalla, en ese aspecto apenas cuatro deportistas han ganado medallas en los Juegos Olímpicos hasta el momento: Ángel Barajas, Yeison López, Mari Leivis Sánchez y Tatiana Rentería. No obstante, muchos otros atletas que logran clasificaciones destacadas, ocupando lugares entre el cuarto y octavo en sus disciplinas, no reciben ningún tipo de recompensa económica ni reconocimiento oficial, más allá de un diploma olímpico.
El Comité Olímpico Internacional (COI) comenzó a otorgar diplomas olímpicos en los Juegos Olímpicos de Londres 1948 para los competidores que ocupaban los tres lugares siguientes al podio, es decir, del cuarto al sexto puesto. Este reconocimiento se amplió posteriormente, en los Juegos Olímpicos de 1984, para incluir a los atletas que finalizaban en el séptimo y octavo lugar, con el objetivo de reconocer la excelencia competitiva a nivel mundial.
El pedido de un respaldo más continuo y robusto por parte del gobierno no solo se enfoca en la búsqueda de medallas; sino también, en reconocer y valorar los logros de los atletas que llegan a las etapas finales de estas competencias globales. La mejora en las condiciones de apoyo y la ampliación de recursos económicos podría fomentar una preparación óptima y sostenida, incrementando así las posibilidades de éxito en futuros eventos olímpicos.