Ramón Jesurún, el ‘Armando Benedetti del fútbol’: duros comentarios por sus escándalos en el deporte colombiano

El escándalo del presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, por su pelea con un guardia de seguridad en Miami, provocó una ola de rechazo contra el directivo que fue arrestado, enviado a juicio, esposado y con un traje naranja.

Ante ese escándalo, que se suma a otros más en la vida del directivo, la representante a la Cámara, Jennifer Pedraza, le dijo a Infobae Colombia que no solo debe salir de su cargo, sino responder ante la justicia y los organismos del Estado por ese hecho, así como por la reventa de boletería en las eliminatorias a Rusia 2018 y cartelización en el fútbol femenino.

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Respecto a la rama femenina, la congresista dejó claro que hay personas en la FCF y en los equipos que siguen frenando el crecimiento de las futbolistas, tanto por cuestiones de género como en la parte económica, además de llevar a cabo una investigación para encontrar más irregularidades.

¿Qué le han respondido tanto del Ministerio del Deporte como de la Federación, la Superintendencia de Industria y Comercio y la Fiscalía, sobre las peticiones que usted envió sobre el caso de Jesurún?

Por ahora no hemos tenido ninguna respuesta, pero lo que es claro es que Jesurún es el Armando Benedetti del fútbol. Encontrarle frases machistas, comportamientos contra las mujeres y actos de corrupción es absolutamente fácil, sencillamente requiere una chequeada de los órganos encargados para revisar que haya competencia leal y en este caso, es una persona que está siendo investigada.

Todo el mundo sabe que él estuvo vinculado y sancionado por la Superintendencia de Industria Comercio por cartelizarse y por hacer un negocio que vendían con sobrecosto del 300% las boletas de los partidos que la selección Colombia jugaba en nuestro país. Él apeló y buscó que en la justicia fuera hallado inocente y hasta el día de hoy esa investigación no ha avanzado, pero terminaron incluso procesando a la fiscal por cohecho, escondido y atrasado la investigación.

Ahora está el abuso de poder que vimos efectivamente en la final de la Copa América, entonces lo que nosotros estamos pidiendo, porque a mí me dicen que es un asunto privado, los políticos aquí no pueden decir nada, pero nosotros hemos encontrado que mediante el artículo 39, numeral 5, del Decreto 1228 de 1995, en donde se establecen los medios de inspección, vigilancia y control que van a llevar a cabo el Ministerio del Deporte, se define claramente que podrá solicitar a las autoridades competentes de los órganos deportivos de cualquier nivel la suspensión temporal de los miembros de los órganos directivos administrador y de control, cuando medie investigación disciplinaria o penal,.

Por eso le pido a la Cancillería en qué parte del proceso va la investigación penal contra Jesurún, que está desarrollando la justicia norteamericana, porque eso sería un motivo suficiente para que el Ministerio pida que sea apartado de su cargo.

La FIFA tiene como norma que los Gobiernos no se involucren en temas de fútbol, a menos que se superen las propias leyes del país. ¿Cree que los dirigentes se sienten tan cómodos en que ninguna entidad se va a meter con ellos?

Creo que tienen un cheque en blanco para hacer lo que quieran, ese discurso nos ha llevado e incluso a tener una dirección de la Federación Colombiana de Fútbol que niega el derecho a que las mujeres puedan desarrollarse como deportistas y eso ya no es un asunto privado, es un tema que nos interesa como país, lo mismo ocurre cuando ellos violan las normas de la libre competencia, se cartelizan y violan lo que la Superintendencia de Industria y Comercio estableció sobre cómo debería funcionar el mercado de la boletería.

Eso es como si dijeran ‘nosotros no tenemos que rendirle cuentas a nadie’ y es que cualquier ciudadano, empresa privada o iniciativa en Colombia, tiene que cumplir unas reglas y cuando afecta dos cosas que para mí son muy graves que tiene que ver con el caso de cartelización, en donde no solamente apareció su nombre, sino que es la persona natural con la mayor multa que la Superintendencia de Industria y Comercio ha puesto en ese escándalo, le preguntamos a la Superintendencia si Jesurún ya pagó esa multa o si todavía no ha querido dar un peso.

Lo que hizo fue poner en contacto a las dos empresas, TicketYa y Ticket Shop, que se cartelizaron para vender la entrada más cara para un partido de fútbol y eso es importante porque hablamos de las barreras de acceso que tiene la gente para ver un partido. Lamentablemente, esto sigue siendo un lujo en nuestro país y es mucho peor si el excedente que los consumidores están pagando, se lo llevan los privados y negociando con quienes toman esas decisiones.

Sumado a esos escándalos, las críticas por el manejo del fútbol femenino son constantes…

En el caso de las mujeres, es tan estructural esa desigualdad que hay entre las mujeres y los hombres que es inadmisible, no solamente las declaraciones de que las jugadoras que disputaron la final del Mundial Femenino eran amateurs, sino ese cuento que se ha creado también en las subdivisiones y en los equipos, en el que a las deportistas no les pagan más de cuatro salarios mínimos, les negocian unas condiciones laborales absolutamente precarias en comparación con los hombres.

Me parece que cuando el Estado se plantea una igualdad de derechos entre hombres y mujeres, esto es un asunto de su resorte, por eso ellos sienten que es una piedra en el zapato y usan el odio que tiene la gente por la política y el amor por el fútbol, con esa frase de que la política no se debe meter en el fútbol, pero es que aquí estamos hablando de injusticias que van en contra del fútbol mismo.

No les gusta ver mujeres jugando fútbol, si no les gusta el fútbol de Linda Caicedo, es porque no le gusta el fútbol y porque además anteponen sus concepciones discriminatorias de las mujeres antes que el desarrollo del fútbol, antes que el crecimiento y la diversidad, entonces esa excusa tiene que ir guardándola porque es una forma de decir que pueden violar las normas, las leyes, todos los criterios de libre competencia, los derechos de las mujeres y nadie puede decir nada.

Además de Ramón Jesurún, ¿ha tenido información sobre otros dirigentes, sea de la Federación Colombiana de Fútbol o de la Dimayor que también hagan parte de este problema?

Por ahora, en nuestra investigación llegamos a Jesurún y a Luis Bedoya, pero me parece que hay una especie de complicidad de parte de quienes han expedido esos comunicados diciendo que rodean a Jesurún sin importar lo que haya hecho, que cuando los directivos del fútbol se reúnen a evaluar esto, solo puede ser bajo el principio de la complicidad y del silencio. Que las sociedades avancen depende de que haya gente que esté dispuesta a cuestionarse este tipo de prácticas y concentración de poder.

Si bien no hemos encontrado a nadie más en particular, vamos a seguir investigando, profundizando y hemos encontrado intenciones de esas personas investigadas por sabotear la justicia, prueba de ello es que la fiscal encargada de la reventa de boletería está siendo procesada por cohecho, vendió su decisión, y también hay un poder muy grande de la Federación y en particular de Jesurún que llegó a arrodillar a la justicia. Invitaría a todas las directivas del fútbol colombiano a que adoptaran una posición más crítica en búsqueda de un mejor fútbol y eso no puede ser rodeando de manera unánime como lo hicieron con Jesurún aquí.

Sobre el fútbol femenino y sus problemas en los últimos años, ¿qué cree que se deba solucionar de raíz para que tengan las garantías que merece?

En primer lugar, no estamos hablando solamente de las condiciones económicas que obviamente son fundamentales, sino de la violencia que ellas han recibido cada vez que deciden alzar su voz y denunciar no solo las pésimas condiciones laborales, sino incluso casos de acoso sexual. Es decir, jugadora que habla, jugadora que sacan, entonces hay toda una apuesta en la dirección del fútbol por callarlas y eso atenta contra la posibilidad de que se desarrollen dignamente como deportistas.

Son una banda de perseguidores y de violentos contra cualquiera que levante la voz, tendría que apelar a la solidaridad de los colegas de las futbolistas en las selecciones masculinas. Es importante que dejen excusas como que la pauta no es suficiente, que la gente no ve el mismo fútbol que el de hombres, así que necesitamos un empujón y solidaridad de parte de los colegas y de la dirección del fútbol para que desde los excedentes que puedan generar el fútbol masculino, se impulse el femenino.

No soy experta en esto y tengo que estudiarlo mucho mejor, pero si nos vamos a quedar esperando hasta que el fútbol femenino tenga la misma audiencia que tienen los hombres, pues nunca lo vamos a lograr. Ese es un argumento conformista, me acuerdo de cuando las mujeres queríamos votar y decían que no, que porque íbamos a votar como nuestros esposos y seguramente eso pasó temporalmente, pero es una apuesta por los derechos de las mujeres.

Hace un año se conoció el caso de supuestos vetos en la selección Colombia femenina con algunas jugadoras, ¿ha vuelto a saber algo sobre prácticas similares con jugadoras que reclamaron mejores derechos o que denunciaron acoso sexual?

Tengo que revisarlo, pero lo hablaba con mis colegas y realmente todo el mundo lo da por sentado en el Congreso, pero hay un temor generalizado de las jugadoras de no ser convocadas cuando defiendan sus derechos laborales.

¿Qué le han dicho en el Ministerio del Deporte sobre estos casos y los procesos que puedan llevar a cabo?

Por ahora, no nos han respondido nada. Yo creo que ellos no quieren ser incómodos frente a la Federación y Jesurún por las cercanías que tiene con la clase política tradicional, como la familia Char, pero nosotros vamos a llevar esto hasta las últimas consecuencias y si merecen debate de control político en el Congreso de la República, lo vamos a hacer porque esto no puede seguir siendo una actitud complaciente y cómoda de todas las autoridades, mientras todo eso es en contra del fútbol como deporte.