Desde que se instauró la Liga Femenina a partir de 2017, los equipos presentaron toda clase de problemas para crear una plantilla, mantenerla y que sea competitiva, tanto en la parte deportiva como económica porque son pocas las instituciones con los recursos para ese proyecto.
El Deportivo Pasto, que disputó la edición de 2024, fue señalado de deberle dos meses de salario a sus futbolistas, sumado a la liquidación del contrato que tuvieron hasta junio, sumado a que el Ministerio del Deporte, al parecer, no ha hecho nada al respecto.
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Sumado a eso, la institución Volcánica se encuentra en una polémica porque el técnico de la escuadra masculina, Gustavo Florentín, fue acusado de supuestos insultos racistas contra Elvis Perlaza, lateral derecho de Santa Fe, en el encuentro jugado en el estadio El Campín y que acabó 2-1 para los locales.
“Son las jugadoras que están a la deriva”
La edición de 2024 tuvo la novedad de durar seis meses y con cuadrangulares, para darle más juegos a los equipos, pero con la deuda de siempre porque no puede alargarse para todo el año, como pidieron los equipos, jugadoras y todos los aficionados.
La representante por el Partido Verde Catherine Juvinao denunció en un video que el Deportivo Pasto “le está debiendo en este momento a 25 jugadores profesionales dos meses de salario, mayo y junio, y la liquidación de los contratos de las jugadoras por lo que era la Liga Femenina de este primer semestre, contratos que iban de febrero a junio”.
“Ustedes saben que la mayoría de las jugadoras profesionales en Colombia se ganan el salario mínimo y les adeudan estos dos meses”, añadió la congresista, que también acusó al Gobierno de Gustavo Petro por no tomar cartas en el asunto para proteger a las futbolistas.
“Quizás no les parecería tan grave, pero es que resulta que en Colombia hay una ley que es la 1445 de 2011, que en su artículo ocho establece que el Ministerio del Deporte deberá suspender el reconocimiento deportivo a los clubes que le adeuden los derechos salariales y la seguridad social a los jugadores por dos meses o más”, dijo.
Juvinao añadió que la cartera “ya le ha hecho visitas al Deportivo Pasto, se ha dado cuenta del desgreño administrativo que tiene este club, los distintos incumplimientos no solamente este, sino otros varios, y no ha proferido ninguna sanción, y son las jugadoras de la Liga Femenina las que están a la deriva porque aparte de que tienen apenas contrato unos pocos meses al año, no les pagan ni siquiera esos meses en los que tienen contrato”.
La representante a la Cámara dejó claro que no se pueden seguir aplaudiendo a los jugadores que brillen en el exterior si hay malas condiciones en el fútbol colombiano: “En los clubes de la Dimayor los tenemos que cultivar, los tenemos que cuidar y la autoridad del deporte, que es el Ministerio del Deporte, tiene que hacer cumplir las leyes para poderlos cuidar y cultivar para que luego se vayan a las grandes ligas, luego en la selección nos traigan las alegrías que nos traen”.
Denuncias de racismo
Elvis Perlaza denunció insultos racistas por parte del técnico paraguayo Gustavo Florentín durante un partido de la Liga Betplay 2024-II en el estadio El Campín. La discusión se produjo en la primera jornada del torneo, cuando Perlaza, jugador del Independiente Santa Fe, increpó con enojo al entrenador del Deportivo Pasto.
El incidente se intensificó cuando, tras el partido, Perlaza explicó a los medios en la zona mixta que Florentín le había dirigido insultos racistas durante el encuentro. Según las declaraciones de Perlaza, el entrenador le dijo: “Hijo de puta, paráte negro, marica”.
A raíz de estos comentarios, el defensor expresó su frustración afirmando que ese tipo de situaciones no podían ser toleradas dentro del campo de juego y que los entrenadores debían ser ejemplos a seguir. Aunque consideró reaccionar violentamente, decidió mantener la calma para no perjudicar al equipo.
El incidente ha generado un debate sobre la conducta en el fútbol profesional colombiano y la necesidad de erradicar el racismo en el deporte. Las autoridades de la FPC no se han pronunciado al respecto, pero se espera que este tipo de denuncias promuevan acciones concretas para combatir la discriminación racial en los estadios.