Luego de que el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol Ramón Jesurún fuera dejado en libertad en Miami, Estados Unidos, tras pasar algunas horas preso por agredir a un oficial de seguridad durante la final de la Copa América USA 2024 en el estadio Hard Rock, la Federación Colombiana de Fútbol emitió un extenso comunicado justificando lo sucedido con el presidente de la entidad.
A pesar de que la falta de preparación de la Conmebol fue el origen de los disturbios que se presentaron a las afueras del estadio de Miami, la la FCF aseguró que las condiciones de seguridad en el evento fueron modificadas sobre la marcha, a raíz de la gran cantidad de personas que se colaron al recinto deportivo sin haber comprado las boletas. El suceso entre Jesurún, su hijo y las personas de seguridad tuvo lugar pasada la media noche, cuando el dirigente se dirigía al encuentro con otros ejecutivos, como el presidente de Conmebol y el de la Asociación de Fútbol Argentino, para el acto de premiación.
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Según indicó la Federación, los empleados de seguridad impidieron el acceso de Jesurún a la gramilla, pese a estar identificado como miembro de la delegación de la selección Colombia:
“Culminado el encuentro deportivo, pasada la media noche se desarrolló la ceremonia de premiación a la que por estricto protocolo fueron convocados las delegaciones del campeón: Argentina y el subcampeón: Colombia.
“Sin embargo, empleados de la seguridad privada del estadio, impidieron el acceso oportuno y directo a la gramilla a la mayoría de integrantes de la delegación colombiana, a pesar de estar debidamente identificados con la escarapela oficial de la organización, lo que generó el reclamo de algunos de manera vehemente, porque la premiación empezaría en minutos”, sostiene el comunicado.
En ese momento habría intervenido violentamente el hijo del dirigente deportivo, Ramón Jamil Jesurún, reclamando por el impedimento a su padre para ingresar directamente a la gramilla. La FCF indica que la respuesta al primogenito del presidente de parte del guarda de seguridad fue con “una maniobra con la mano”, lo cual terminó en fuertes agresiones de lado y lado. La justificación de la Federación Colombiana de Fútbol apunta a que su directivo más importante fue impulsado por el instinto paternal:
“El presidente de la Federación, Ramón Jesurun impulsado por su instinto paternal, pues uno de los reclamantes y posteriormente reducido por los guardias fue su hijo Ramón Jamil, se apresuró a reclamar por lo sucedido, pero terminó desbordado por la situación, al encontrarse en el corredor con su esposa, hijos, hijas y nietos menores de edad”, dice el comunicado.
Una vez controlada la situación, tanto Ramón Jesurún como su hijo fueron remitidos a las autoridades competentes para intentar explicar lo sucedido. Sin embargo, la gravedad de sus acciones obligaron a ser llevado a comparecer ante un juez de Miami y a pagar una millonaria fianza para ser dejados en libertad. La Federación lamentó lo sucedido en el marco de la final de la Copa América USA 2024 y el presidente insistió en que su respuesta, aunque no debió suceder, fue instintiva y de protección:
“Lamentamos como organización rectora del fútbol colombiano este suceso y ofrecemos excusas a los organizadores del certamen, el país anfitrión y a las personas que se vieron afectadas.
Por su parte, el presidente Jesurun lamenta profundamente estos hechos, que jamás debieron ocurrir y que derivaron en una maniobra paternal e instintiva de protección a su hijo y a su familia”, finaliza el comunicado.
Las multas que tendría que pagar Ramón Jesurún por los incidentes en la final de la Copa América
Según las autoridades, si las heridas del oficial son leves, la sanción sería una multa de hasta $2,000 dólares, equivalente a cerca de ocho millones de pesos colombianos, y una comparecencia ante una corte de fianzas.
De acuerdo con la fiscalía, si el oficial presenta lesiones de nivel intermedio, la multa podría ascender a $10,000 dólares, alrededor de 40 millones de pesos, acompañado de una sentencia de hasta un año en prisión o libertad condicional simple.
En el caso de que las lesiones sean calificadas como graves, la penalización incluiría una multa máxima de $10,000 dólares, además de una condena de entre 16 meses y tres años de prisión, o libertad condicional bajo estricto control.