Faltan horas para que ruede la pelota en el Hard Rock Stadium de Miami. Colombia y Argentina se juegan la oportunidad de ser los campeones de la edición 48 de la Copa América, contándose entre los equipos con mejor rendimiento del torneo.
La expectativa es grande por el buen juego mostrado por la Tricolor a lo largo del torneo, que afronta la tercera Copa América de su historia, liderados por el juego de James Rodríguez.
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En cuanto a la Albiceleste, el torneo representa el fin de un ciclo exitoso para los dirigidos por Lionel Scaloni, que verá el retiro de Ángel Di María y Nicolás Otamendi, que buscan despedirse con una nueva consagración continental en sus vitrinas.
Pero incluso lo extrafutbolístico tiene su atractivo. Mientras en los himnos nacionales se confirmó que estarán Abel Pintos interpretando el de Argentina y Karol G el de Colombia, el espectáculo del entretiempo correrá a cargo de Shakira.
La barranquillera generó cierta inquietud entre un sector de los amantes del fútbol, puesto que al tratarse de un espectáculo de medio tiempo – similar a los que caracterizan el Super Bowl –, obliga a que el descanso se prolongue de los 15 minutos reglamentarios a los 25 minutos. Pese a ello, la incertidumbre por el repertorio de la colombiana y sus posibles invitados prevalece.
Poco a poco los hinchas colombianos, argentinos –así como de otras nacionalidades que no se quisieron perder el duelo de los 10, James Rodríguez y Lionel Messi– van haciendo su ingreso al escenario deportivo en medio de un ambiente absolutamente festivo, cargado de música y color. Los hinchas de ambos bandos dan sus pronósticos para el juego y hasta dan su concepto sobre los jugadores más peligrosos de uno u otro lado.
Pese a la baja de Daniel Muñoz y que se trata de apenas la tercera final de Colombia en una Copa América, Colombia encara la final con optimismo en vista de los resultados obtenidos hasta ahora (cinco victorias y un empate). En cuanto a Argentina, pese a que su juego dejó alguna duda más, siguen siendo un rival complicado para un juego en el que dominar la mitad del campo se presenta como la clave para decidir al campeón.
Conmebol anunció medidas de seguridad más severas para la final
A raíz de la efervescencia del partido, el ente rector del fútbol suramericano confirmó que el personal de seguridad en el Hard Rock Stadium sería más numeroso y contaría con el apoyo de la policía loca. Lo anterior, con el fin de evitar situaciones como la ocurrida durante la semifinal entre Colombia y Uruguay, en la que los jugadores charrúas se vieron envueltos en una gresca con un sector de la hinchada Tricolor.
Pese a ello, cuando se abrieron las puertas del escenario deportivo a las 4:00 p. m. (hora colombiana), varias personas ingresaron de manera irregular y a la fuerza por uno de los puntos de acceso. Aunque las autoridades pudieron detener a varios de ellos, otros lograron avanzar y forzaron a tomar la medida de cerrar las puertas del estadio a partir de las 5:45 p. m. hasta dar con su paradero y retirarlos del estadio.
A menos de una hora de que diera inicio el compromiso las puertas del Hard Rock Stadium seguían cerradas, lo que obligó a tomar la determinación de demorar el inicio de la gran final unos 30 minutos mientras se habilita el ingreso de los aficionados, que permanecen en las filas desde hace dos horas.