En un reciente intercambio de palabras, el periodista deportivo Carlos Antonio Vélez confrontó a Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, luego de que este último realizara comentarios controversiales fuera del aire que terminaron afectando a Vélez, especialmente sobre el arbitraje en el fútbol colombiano.
No es la primera vez que Carlos Antonio critica la gestión de Jaramillo al frente de la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano. El dirigente le respondió, sin mencionarlo, pero el periodista deportivo le hizo una invitación a “decirse las cosas en la cara”.
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¿Dónde empezó el lío entre Vélez y Jaramillo?
La raíz del conflicto se originó cuando Vélez abordó en su programa Palabras mayores el miércoles 24 de abril, los comentarios hechos por Jaramillo, destacando la diferencia entre lo que el presidente de la Dimayor expresa en privado y en público, en particular acerca del arbitraje en el fútbol.
Vélez enfatizó su aprecio por la sinceridad, aunque implique desacuerdos o críticas abiertas sobre decisiones y actuaciones específicas en el deporte, revelando así una discrepancia de posturas respecto al manejo y evaluación del arbitraje antes de los partidos.
“Me cuestiona porque descalifico a un árbitro antes de comenzar un partido, aunque no da mi nombre. Mi postura, doctor Jaramillo, yo no tengo doble discurso, tengo uno solo, lo que digo en público lo digo en privado y así como antes de un partido puedo decir que Roldán es el mejor arbitro, también califico aunque sea descalificación, a aquel que no tenga antecedentes y que sea un peligro como lo dije en el caso de Delgado antes del partido Millonarios vs. Pereira demostrado en los hechos”.
En su defensa, Vélez argumentó la importancia de mantener un discurso unificado tanto en público como en privado, reiterando su derecho a evaluar y criticar el desempeño arbitral basado en evidencias y convicciones personales, sin ceder ante presiones externas.
Este enfoque resalta su compromiso con una narrativa transparente y basada en la veracidad, elementos que considera fundamentales para su labor periodística.
El cruce de declaraciones entre Vélez y Jaramillo ha puesto de manifiesto no solo las discrepancias internas en el fútbol colombiano, sino también el debate más amplio sobre la libertad de expresión en el deporte y el papel de los medios de comunicación en la crítica constructiva y el análisis deportivo.
“Una cosa es diplomacia y otra hipocresía y mentiras. Yo lo prefiero en la realidad, así no sea lo correcto. Todo el mundo quiere que nos amen, pero que nos amen con la verdad. Nos vamos a entender muy bien cuando nos digamos la verdad en la cara, qué bueno saber que detrás del personaje y del directivo hay gente que piensa con la verdad. al menos es su verdad y la expresa”.
Ambas figuras sostienen posiciones firmes, representando así la tensión entre la administración deportiva y la prensa especializada en un contexto donde la transparencia y la honestidad se vuelven cada vez más valoradas por la audiencia.
“Cuando digo algo es de manera informada, si tengo pruebas, si estoy convencido, si sé lo que digo, lo digo, lo diré y lo haré el día que se me cante la real gana, no cuando ustedes crean que yo debo decirlo, no me administro sino mi consciencia. Lo volveré a decir así a usted no le guste porque yo no trabajo para usted, sino para el fútbol”, aseguró Vélez.
Este episodio subraya la necesidad de una comunicación abierta y sincera dentro del fútbol colombiano, así como el papel crucial que juegan los periodistas deportivos en mantener a las autoridades responsables y fomentar un debate saludable sobre el futuro y la integridad del deporte en el país.