Por qué el América vs. Junior tuvo que ser suspendido: así fue la pelea en las gradas del Pascual

Un breve, pero tenso momento de incertidumbre se vivió durante el partido entre América de Cali y Junior de Barranquilla, disputado en el Estadio Pascual Guerrero, cuando un enfrentamiento entre aficionados de ambos equipos obligó a interrumpir el encuentro durante el primer tiempo.

Alrededor del minuto 25, con el marcador en empate a cero, el árbitro John Ospina se vio obligado a pausar el partido ante una riña que amenazaba con intensificarse. La intervención de la Policía Metropolitana de Cali junto a personal de seguridad fue necesaria para controlar la situación y evitar que los alborotadores invadieran el terreno de juego.

Los conflictos en las gradas motivaron la detención de dos individuos por parte de las autoridades, quienes rápidamente fueron trasladados a un sector aislado dentro del mismo estadio. En un esfuerzo por apaciguar los ánimos, reconocidos jugadores del América de Cali, entre ellos el capitán Daniel Bocanegra, el guardameta Joel Graterol y el centrocampista Jáder Quiñones, se acercaron a la zona de la discordia solicitando calma para permitir la continuación del partido.

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Tras un breve parón de cinco minutos, la contienda se reanudó, desembocando en una primera mitad favorable para el equipo local con goles del argentino Rodrigo Holgado y Edwar López.

No obstante, otro de los hechos que también llamó bastante la atención fue la presencia de uno de los “trapos” del frente de los Kuervos del Junior en la grada del Pascual. El hecho de que este objeto hubiese aparecido en el estadio, al revés, es una muestra de que ambas hinchadas no tienen las mejores relaciones y que hay “malestares” existentes que pueden crear problemas de violencia.

Fue por esta razón que incluso antes del partido, la hinchada del club caleño, alertó a todas las personas que iban a asistir al estadio, de portar obligatoriamente la camiseta del América, puesto que cualquier espectador que fuese “atrapado” sin ella se “atendría a las consecuencias”.

Es importante mencionar que este no es un incidente aislado en el contexto deportivo del Pascual Guerrero, puesto que enfrentamientos similares han ocurrido anteriormente, aunque sin llegar a la suspensión de un encuentro. Este tipo de eventos resalta la necesidad de implementar medidas más efectivas de seguridad y control de multitudes durante los partidos para asegurar el bienestar de todos los asistentes y la integridad del deporte.

Las amenazas a dirigentes, peleas entre barristas por fuera de los estadios, la invasión del campo de juego y el ataque a la infraestructura deportiva son algunas de las situaciones que se han presentado tan solo en cuatro meses de competición en el FPC.

Según está establecido en el Código Disciplinario de la FCF, son los clubes los que tienen que pagar “los platos rotos” de los actos de intolerancia, por medio de castigos y sanciones millonarias, causados por sus hinchadas.

El conjunto escarlata superó contundentemente al Junior de Barranquilla con un marcador de 4-1 en el estadio Pascual Guerrero, correspondiente a la jornada 15 de la Liga BetPlay. Este triunfo posicionó a los locales entre los ocho mejores del torneo.

Con anotaciones de Rodrigo Holgado, Edward López, Daniel Bocanegra y Cristian Barrios, el conjunto dirigido por César Farías logró vapulear al cuadro Tiburón el cual se vio obligado a jugar con un equipo alternativo, debido a que entre semana jugarán por Copa Libertadores.

Con esta victoria, los vallecaucanos quedaron afianzados con más fuerza en la octava posición de la tabla con 22 unidades a su nombre. Por su lado, los curramberos quedaron en la sexta casilla con 24 puntos y sin poder concretar su clasificación a la siguiente ronda todavía.