Ella es la bella y talentosa hermana que Andrés Altafulla tanto menciona en ‘La casa de los famosos’: “Es la mondá”

Con la exitosa llegada de Andrés Altafulla a La casa de los famosos Colombia 2025, reality al que ingresó en la mitad de la competencia y donde rápidamente se ganó el favoritismo del público que lo tiene en la semifinal, tanto su relación con Karina García como su familia han estado en el radar mediático.

Después de que Ross Blanco, madre del cantante barranquillero, se robara todas las miradas el día de las madres, la siguiente en acaparar las miradas de los cibernautas fue Laura Altafulla, hermana del artista que él nombra con frecuencia en la competencia y de la que dice sentirse bastante orgulloso por su belleza y capacidad intelectual.

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Desde que Andrés Altafulla presumió con los demás habitantes de La casa de los famosos que su hermana es guapa sino estudiada y que ha ocupado importantes cargos a nivel internacional pese a su corta edad. “Mi hermana es un monstruo”.

Si bien el cantante no dio el nombre, sus seguidores supieron que se llama Laura y aunque mantiene sus en redes sociales privadas se dieron a la tarea de buscar información sobre ella.

De acuerdo con lo que describió Altafulla, su hermana Laura terminó el colegio a los 14 años, se graduó de la universidad en Francia a los 18, habla varios idiomas y ha ocupado destacados cargos en instituciones de talla mundial como el Gobierno de Canadá, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.

También se supo que está comprometida y pro ahora no tiene planes de hijos, ya que, en una entrevista en la que le hicieron a su madre, ella compartió un par de opiniones sobre la participación de su hermano nen el reality de convivencia. Adicional se conoció que no hya cumplido los 30 años.

Altafulla compartió que su hermana cursó una maestría en Estados Unidos gracias a una beca que le cubría todos los gastos, ya que en ese país no le permitían trabajar mientras estudiaba. lleva años preparando un examen profesional sumamente exigente, el cual está a punto de completar. “Tres años estudiando para un examen”, agregó con orgullo.

Mientras Yina Calderón abandonaba su paso por La casa de los famosos Colombia 2025, lanzó duras críticas hacia Andrés Altafulla, cuestionando no solo su situación económica sino también su capacidad para satisfacer las exigencias de Karina García, su pareja dentro del reality. Este ataque, cargado de comentarios sobre la falta de un automóvil y el desconocimiento general hacia su música, desencadenó en redes sociales una oleada de reacciones que giraron en torno a mostrar una faceta completamente opuesta del cantante barranquillero.

La narrativa tomó un giro inesperado con la publicación de un video que desgranaba los presuntos lujos de la familia Altafulla. Según el material difundido, la madre del semifinalista del reality habría construido, desde orígenes humildes en el barrio Rebolo de Barranquilla, una de las constructoras más influyentes en la región, elevando el patrimonio familiar a cerca de 2 mil millones de dólares. Esta riqueza, concentrada en Constructoras Altafulla, estaría detrás de los emblemáticos edificios que destacan en la ciudad.

Lejos de ser un artista que presume su fortuna, Andrés Altafulla habría optado por mantener un perfil bajo, a pesar de vivir en una mansión vecina a la del futbolista Teófilo Gutiérrez y de ser considerado parte de una de las familias más poderosas de La Arenosa. Este contraste avivó la discusión en redes, generando especulaciones sobre la discreción que mantiene el cantante respecto a su vida personal.

“Ponte a conseguir plata y a pegar esas canciones porque nadie conoce tu música”, mencionó Calderón en un momento que muchos consideran detonante para que se dieran a conocer estos detalles sobre la vida del artista. Mientras tanto, creadores de contenido se apresuraron en narrar cómo Andrés se benefició del esfuerzo de su madre, quien con sacrificio convirtió una realidad modesta en un emporio de la construcción.

La polémica no solo evidenció las tensiones dentro del programa de convivencia, sino que también arrojó luz sobre el éxito que algunas familias barranquilleras han alcanzado sin renunciar a sus raíces ni adoptar un estilo público ostentoso.