Así fue como un operativo sorpresa terminó con la vida de ‘Nino’, cabecilla del Clan del Golfo, quien pretendía atentar contra Petro

Alias Nino, uno de los principales jefes del Clan del Golfo y quien tenía un plan para atentar contra el presidente Gustavo Petro, murió en una operación de la Policía Nacional y el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES).

El seguimiento de inteligencia, que duró meses, permitió identificar sus movimientos y debilidades, lo que llevó a su localización y posterior enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.

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Desde hacía más de 25 años, Santander Franco Jiménez, conocido en el mundo criminal como alias Nino, estaba vinculado a estructuras ilegales.

De acuerdo con información recopilada por la Revista Semana, su carrera comenzó en los grupos paramilitares y, tras la desmovilización, se unió al narcotráfico bajo las órdenes de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.

Con el tiempo, se convirtió en una de las figuras clave del Clan del Golfo en la región del Pacífico, liderando enfrentamientos con el ELN y buscando el control de rutas estratégicas para el tráfico de drogas.

En septiembre de 2024, en una reunión secreta en el Nudo del Paramillo, los principales jefes del Clan del Golfo le encomendaron la tarea de expandir su control territorial en el Pacífico. Alias Nino recibió la orden de tomar el corredor entre Cauca y Valle del Cauca, además de asegurar las rutas para el envío de drogas hacia Centroamérica.

Un informe de inteligencia reveló que su influencia se extendía a actividades como extorsión, minería ilegal y desplazamiento forzado. Según el documento, “era el encargado de fortalecer el sistema de drogas ilícitas, extorsiones, minería ilegal y el control territorial para el GAO Clan del Golfo, controlando rutas de narcotráfico, especialmente por el Pacífico colombiano, donde coordinaba el envío de estupefacientes hacia Centroamérica”. Se estima que sus operaciones generaban más de 5.000 millones de pesos mensuales para la organización.

Alias Nino no solo buscaba consolidar el poder del Clan del Golfo en el Pacífico, sino que también planeaba un atentado contra el presidente Gustavo Petro. En audios interceptados por las autoridades, se le escucha discutiendo la posibilidad de utilizar un francotirador o un dron para ejecutar el ataque.

“Pa’ ver si nos bajamos a ese hijue**** con un franco (francotirador) (…). Ese hijue**** lo bajamos con un franco, eso le ponemos un dron con bandera y ese hp lo liquidamos...”, reveló una grabación obtenida por inteligencia.

La alerta sobre esta amenaza llevó a que las autoridades intensificaran el seguimiento sobre su paradero, hasta lograr su ubicación en una zona selvática del Valle del Cauca.

El operativo definitivo se llevó a cabo el 15 de marzo. Las fuerzas especiales se infiltraron en el campamento donde se escondía, un sitio donde tenía un alto nivel de seguridad y en el que, según informes, realizaba reuniones con sus hombres y organizaba fiestas privadas con mujeres traídas de diferentes partes del país.

Los comandos de inteligencia analizaron sus hábitos y vulnerabilidades durante meses. Finalmente, cuando el cerco estaba listo, se ejecutó el asalto. Alias Nino intentó resistir junto a su escolta de confianza, pero ambos fueron abatidos en medio del enfrentamiento.

El general Carlos Triana, director de la Policía Nacional, destacó la importancia de esta operación. “Este contundente resultado operativo, liderado por la Policía Nacional y el Comando Conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, permitió frenar el plan expansionista del Clan del Golfo hacia el Pacífico colombiano, misión que alias Nino venía ejecutando desde el cañón Garrapatas, por orden expresa de Chiquito Malo, para lo cual buscaba controlar todos los eslabones de la cadena del narcotráfico, desde el cultivo, la producción y la comercialización de la droga”.

El informe de inteligencia confirmó que alias Nino no solo representaba una amenaza por su liderazgo dentro de la organización, sino por su participación en desplazamientos forzados, homicidios y ataques armados contra el ELN. Con su caída, se espera que la estructura criminal sufra un golpe significativo en sus operaciones en la región del Pacífico.