
El ministro del Interior, Armando Benedetti, confirmó que el Gobierno nacional llevará al Congreso de la República una solicitud formal para convocar una consulta popular.
Este mecanismo busca recoger la opinión de la ciudadanía sobre temas relacionados con la reforma laboral, la cual no logró avanzar en la Comisión Séptima esta semana. Según Benedetti, la propuesta será presentada en los primeros días de abril y contendrá entre 10 y 12 preguntas dirigidas a los colombianos.
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El texto con las preguntas que se presentarán a los ciudadanos ya está prácticamente finalizado, y se espera que el proceso se desarrolle en los próximos meses, con una posible votación en octubre.
Entre las preguntas que se plantearán, destacan temas como la modificación de la jornada nocturna, el pago de recargos por trabajo en domingos y festivos, y la regulación de las condiciones laborales para trabajadores de plataformas digitales. Estas propuestas buscan abordar aspectos clave de la reforma laboral que no lograron consenso en el ámbito legislativo.

El texto preliminar de las preguntas incluye propuestas que podrían transformar significativamente el panorama laboral en el país. Una de las interrogantes plantea si los ciudadanos están de acuerdo con que la jornada nocturna comience a partir de las 6 de la tarde, un cambio que impactaría directamente en los recargos salariales de los trabajadores.
Otra pregunta se enfoca en el pago del 100% de los recargos por trabajo en domingos y días festivos, un tema que ha sido objeto de debate en el pasado.
“¿Por ejemplo, usted está de acuerdo con que la jornada nocturna empiece a partir de las 6 de la tarde, por ejemplo? ¿Usted está de acuerdo con que se pague el 100% de los domingos y festivos?”, dijo el ministro Benedetti en un video publicado en redes sociales.
Además, se incluyen propuestas relacionadas con la estabilidad laboral y la protección de los derechos de los trabajadores. Una de las preguntas consulta si se debe priorizar el contrato a término indefinido y reducir la tercerización laboral, con el objetivo de fomentar la estabilidad en el empleo. También se plantea la posibilidad de garantizar a los estudiantes del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) el pago del 100% del salario mínimo durante sus pasantías en empresas, una medida que busca fortalecer la formación técnica y profesional en el país.
Por último, se incluye una pregunta sobre la regulación de las condiciones laborales para los trabajadores de plataformas digitales, un sector en crecimiento que ha enfrentado críticas por la falta de garantías en términos de seguridad social y derechos laborales. Estas cinco preguntas representan solo una parte del total de 12 que se someterán a consulta.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, ha señalado que la propuesta de consulta será presentada al Senado de la República en los primeros días de abril, con el objetivo de obtener su aprobación. Una vez superado este trámite, se espera que la consulta sea convocada oficialmente a mediados de mayo, iniciando un periodo de tres meses para organizar la votación.
“Estaría saliendo más o menos a mediados de mayo y ahí tendría tres meses, los tres meses siguientes. Dentro de esos tres meses se llamaría a urnas”, afirmó el ministro del Interior.
Sin embargo, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, sugirió que la votación podría realizarse en octubre, coincidiendo con el calendario electoral. Según explicó, esta estrategia permitiría optimizar recursos, ya que no sería necesario realizar un gasto adicional si el Consejo Nacional Electoral ya tiene previstas otras consultas durante el año.
Por el momento, las preguntas están bajo revisión presidencial, un paso crucial antes de que el texto final sea presentado al Congreso. Este proceso determinará si las propuestas avanzan hacia la consulta popular, un mecanismo que busca involucrar directamente a los ciudadanos en la toma de decisiones sobre temas laborales.
La consulta popular representa un intento del Gobierno por rescatar los puntos principales de la reforma laboral, un proyecto que no logró superar los obstáculos legislativos. Al trasladar el debate a las urnas, se busca obtener el respaldo ciudadano para implementar cambios que, según sus promotores, beneficiarían a los trabajadores y mejorarían las condiciones laborales en el país.
Sin embargo, el proceso también plantea desafíos logísticos y políticos. La aprobación en el Senado será un paso determinante, y la organización de la consulta requerirá un esfuerzo coordinado entre las diferentes instituciones involucradas. Además, el contenido de las preguntas y su impacto potencial en el mercado laboral podrían generar un intenso debate público en los meses previos a la votación.