Otro mural de ‘Las cuchas tiene razón’ fue borrado, esta vez en Valledupar: lo hizo el dueño del predio donde se pintó

La desaparición del mural ‘Las cuchas tienen razón’ en Valledupar ha reabierto la discusión sobre cómo las comunidades pueden mantener viva la memoria de las víctimas del conflicto armado sin infringir normativas locales.

El 28 de enero, el propietario del predio donde se encontraba el mural decidió cubrirlo con pintura blanca, argumentando que no se había solicitado autorización para su realización.

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El secretario de Gobierno de Valledupar, Jorge Pérez, explicó a El Pilón que la intervención no contaba con los permisos exigidos por las normas locales. No obstante, aseguró que no se aplicaron sanciones a los jóvenes involucrados, la mayoría estudiantes, para evitar afectar su situación académica.

Los colectivos que impulsaron la obra ahora buscan alternativas legales para continuar visibilizando la desaparición forzada en Colombia, específicamente en el caso de La Escombrera de la comuna 13 de Medellín, según mencionaron para el medio mencionado.

La obra fue creada por el colectivo Corva y la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (Aceu) con la participación de familiares de desaparecidos en el Cesar. Además de incluir una galería de fotografías de víctimas, el mural se convirtió en un espacio de denuncia y memoria. De acuerdo con El Pilón, en el Cesar se registraron 4.132 casos de desaparición forzada antes de 2016, una cifra que refleja el impacto del conflicto en la región.

Por su parte, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (Ubpd) aclaró que, si bien respalda las expresiones que buscan justicia, no participó en la creación del mural. Una funcionaria de la entidad explicó que, aunque estas manifestaciones son legítimas, no necesariamente representan la postura institucional. “Es la forma en que las familias exigen justicia y visibilizan su dolor”, afirmó.

Para los colectivos que promovieron la obra, su eliminación es un reflejo de las dificultades que enfrentan las iniciativas de memoria en el país. Mientras las familias de desaparecidos continúan buscando respuestas, el caso de Valledupar evidencia las tensiones entre las expresiones ciudadanas y las regulaciones sobre el uso del espacio público.

Un mural que buscaba rendir homenaje a las madres de personas desaparecidas en el marco del conflicto armado colombiano fue eliminado en Barranquilla, generando un debate sobre los límites entre el arte y la política

El mural había sido pintado en la vía 40 con calle 77, un lugar emblemático de la ciudad por ser parte del recorrido del Carnaval. La intervención artística, que medía 130 metros de largo por 5 metros de altura, fue realizada por diez grupos del Movimiento Juvenil de Barranquilla y el Atlántico.

El mural, inspirado en una obra original de Medellín, había sido replicado en varias ciudades del país, como Bogotá, Cali, Villavicencio y Bucaramanga, con el objetivo de visibilizar el dolor de las madres que han perdido a sus hijos en el contexto del conflicto armado. Sin embargo, en el caso de Barranquilla, la frase fue adaptada y se leía “Las madres tienen razón”.

La eliminación del mural ocurrió la noche del 22 de enero, cuando un grupo de 15 estudiantes decidió cubrirlo con pintura negra. En declaraciones recogidas por Caracol Radio, Juan Chamorro, líder estudiantil de la Universidad del Atlántico, justificó la acción argumentando que no estaban de acuerdo con el uso del arte para fines que consideraron políticos. “No se puede instrumentalizar el dolor ajeno con fines politiqueros o campañas políticas, no es el actuar. Ellos tienen la libertad de hacer arte, pero no estamos de acuerdo con que sea utilizado para instrumentalizar”, afirmó Chamorro.