La falsificación de vehículos y la clonación de motos, conocida como “gemeleo”, es una práctica delincuencial cada vez más común en Colombia que afecta a muchos compradores incautos.
Esta modalidad de estafa, que se alimenta de la urgencia de ventas a través de redes sociales, ha dejado a numerosas víctimas con las manos vacías, tanto en términos financieros como en el valor emocional de su adquisición.
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Un claro ejemplo de esta problemática es el relato de johis.lover, una usuaria de TikTok que compartió la amarga experiencia de ser víctima de una estafa de este tipo, pues perdió 13 millones de pesos y la moto de sus sueños.
A través de un video en TikTok, johis.lover explicó cómo fue engañada al comprar una moto de segunda mano cuyo proceso parecía legítimo en un principio, pero que terminó siendo una pesadilla.
Según relató, la compra se realizó a través de un clasificado en una página web en la que se ofrecen vehículos de segunda mano, pero aunque la página parecía confiable, el proceso de compra estuvo marcado por varias señales de alerta que, lamentablemente, no fueron suficientes para evitar que cayera en la trampa.
Primer contacto y la compra
El proceso comenzó cuando johis.lover se puso en contacto con la supuesta vendedora, quien inicialmente parecía legítima.
La moto en cuestión era una Viva R y después de intercambiar mensajes, le indicaron que la persona con la que debía tratar ya no era la mujer que aparecía en el anuncio, sino su esposo.
La conversación continuó de forma aparentemente normal hasta que acordaron encontrarse en el parqueadero del centro comercial Jardín Plaza en Cali, un lugar cercano al supuesto trabajo del vendedor.
De acuerdo con el relato, el hombre llegó con un uniforme y se mostró cordial, lo que le generó confianza a la compradora, por lo que todo parecía en orden, incluso, la moto fue revisada y no reveló irregularidades.
Sin embargo, algo no encajaba: el vendedor dijo que él no era el dueño de la moto, sino que se la había comprado a una tercera persona.
Este detalle generó una primera duda, pero la joven, confiada en el proceso, continuó con la compra.
El acuerdo fue cerrar la transacción en efectivo, ya que las transferencias bancarias no eran una opción viable debido a los límites impuestos por el banco.
Las señales de alerta
A medida que pasaban los días, johis.lover comenzó a notar ciertos detalles que la hicieron sospechar.
Al revisar los documentos de la moto, se percató que el Soat estaba por vencer y la tecnomecánica había sido renovada, pero de una manera que no parecía habitual.
La situación se complicó aún más cuando intentó verificar el estado de la moto a través del Runt, y se dio cuenta de que había sido comprada por otra persona.
Fue en ese momento cuando decidió buscar a la verdadera dueña, cuyo contacto estaba en los documentos de la moto; sin embargo, lo que parecía ser una simple búsqueda de la propietaria terminó siendo el inicio de unos tristes descubrimientos.
Confirmación de la estafa
Al intentar contactar a la dueña original, la joven se enfrentó a la posibilidad de que su moto fuera una gemela, una copia clonada de la moto auténtica.
La ansiedad creció cuando se enteró de que, al llevar la moto a la Sijin, un peritaje especializado podría revelar la verdad, razón por la que cuando llegó el momento de la verdad, el agente de la Sijin aplicó un químico para verificar el número de chasis y fue entonces cuando se descubrió que la moto de johis.lover era, efectivamente, una clonada.
La moto fue decomisada, y la joven se encontró con la cruel realidad de haber perdido no solo su vehículo, también 13 millones de pesos que aún debe pagar.
La sensación de desilusión fue profunda y johis.lover compartió su dolor y frustración con sus seguidores al explicar que, aunque muchos le dieron consejos para manejar la situación, lo que más le dolió fue el sacrificio que hizo para obtener algo que, al final, resultó ser un fraude.
Lecciones y consejos para futuros compradores
Por último, johis.lover ofreció un valioso consejo a quienes planean comprar una moto de segunda mano: “Siempre lleven la moto a la Sijin para que verifiquen su autenticidad”.
A pesar de su dolor, la joven compartió su historia con la esperanza de que sirva como advertencia para otros y evitará que caigan en las mismas trampas.