Un suplicio que duró dos días para la familia y amigos de un turista mexicano en Bogotá (Colombia), llegó a su fin con la llegada del joven, identificado como Pedro Alberto Noriega, hasta el hotel donde se estaba hospedando, en el norte de la capital.
“Anoche tomamos un coctel y una cerveza con mi primo Pedro Noriega, tomó un Uber Black Volkswagen T-cross con destino a su hotel, en la 116 con 15. No ha aparecido”, fue el mensaje que su primo, Camilo Pedraza, compartió a través de su perfil en la red social X. La búsqueda se extendió entre el 4 y el 5 de enero de 2025.
Ahora puede seguirnos en nuestro WhatsApp Channel y en Facebook.
Dos días después de buscar en hospitales, de notificar a las autoridades y de compartir el cartel de búsqueda del joven, Pedro Alberto retornó por sus propios medios hasta el hotel Santafé Boutique, donde se encontraba hospedado desde el 20 de diciembre de 2024, según lo que le contó el primo del ciudadano mexicano en entrevista al diario El Tiempo.
Lo que más tiene desconcertada a la familia del joven, que no venía desde hacía diez años al país, donde pasó las fiestas decembrinas con su familia (la madre de Pedro Alberto es colombiana), es que durante el tiempo que no se supo nada de su paradero se enviaron varios mensajes a través de su celular, según ellos, “incoherentes”.
Esto les hace temer que el joven haya sido víctima de alguna banda de delincuentes que le suministró una sustancia, como la escopolamina o alguna medicamento psiquiátrico, como benzodiacepinas.
Los detalles que no cuadran para la familia del turista mexicano
Todo inició, según el relato de Pedraza al medio de comunicación, la noche del sábado 4 de enero, momento en el que se encontraban degustando un coctel en un establecimiento comercial, situado en la localidad de Usaquén, misma zona donde se halla el hotel donde se estaba quedando Pedro Alberto.
“Él se subió a un Uber Black en la terraza del BrewPub, que queda en la 123 con séptima, a las 10:53 de la noche, en ese edificio que se llama Torre 123, y él vuelve a aparecer en el Hotel SantaFé Boutique, sobre las 116 con 15, a las 11:15 de la noche”, mencionó el primo del turista mexicano.
Según Google Maps, y en un ejercicio hecho a plena hora pico en franja horaria diurna, el trayecto entre estos dos puntos es de solo seis minutos en un vehículo particular. Este tiempo podría llegar a ser hasta de cuatro minutos, debido a que por la hora en que se presentó el caso (sábado en la noche), la afluencia de autos y buses en la carrera Séptima es mínimo.
Lo que era uno de los últimos días de estadía de la familia en Colombia antes de regresar a México, terminó convertido en todo un Viacrucis. Antes de que Pedro Alberto Noriega subiera al vehículo con vidrios polarizados, su primo lo acompañó, pero al verlo arrancar se fue tranquilo, pero no supo nada de él al día siguiente. En ese momento se comunicaron de forma escueta, pero sin temer que pasaría lo peor.
La preocupación empezó desde al amanecer del domingo 5 de enero
Hacia las cuatro de la mañana de domingo 5 de enero, el papá de Pedro Alberto le envió un mensaje a su celular, pero al no obtener respuesta esperaban que de pronto él estuviera dormido, y más tarde se reportaría para indicar que todo estaba bien.
Pero esto sucedió a medias, debido a que cuando recibieron el primer mensaje enviado desde el teléfono del turista mexicano, alrededor del mediodía, se recibió un mensaje sencillo, pero luego siguió otro que, de inmediato, generó sospechas en la familia, que también estaba adelantando en Colombia los detalles para montar un nuevo negocio que tienen en mente.
Lo primero que dijo era que “estaba subiendo Monserrate con unos amigos, pero a los 15 minutos le responde a su hermana que estaba desayunando en un restaurante de Usaquén”, comentó Pedraza. Ese mismo domingo, y pasadas las tres de la tarde, cuando ya había sido publicado el cartel de búsqueda por parte del mismo primo en X, volvieron a escribir desde el celular de Pedro Alberto.
“A mi únicamente me contestó cuando publiqué el cartel y me preguntó que qué significa eso. De resto, no tuve ninguna otra comunicación con él durante el día y las comunicaciones fueron muy limitadas”, agregó el familiar que estuvo junto al joven la última vez que lo vieron antes de su desaparición.
Familiares trataron de buscar información con la aplicación de transporte
Ese domingo “yo recibí una llamada en la que me decían que lo habían visto a él en ‘La Chula’, no me dijo en compañía de quien o haciendo que. Solo que lo identificaron por la foto sobre las 5:16 a. m.”, mencionó el primo del turista mexicano, que junto al padre y la madre de Pedro Alberto, bloquearon sus cuentas bancarias debido a los detalles que les dijeron los oficiales de la Policía que apoyaron las labores.
“Como tenía las tarjetas, era posible que lo estuvieran reteniendo para hacerle un paseo millonario. Eso nos dijo que era una de las hipótesis de la Policía, por lo que nos explicaron que era normal que los mensajes no tuvieran coherencia”, precisó el familiar del ciudadano mexicano, y que lo más seguro podía ser que estuviera “siendo presionado por otra persona para escribir eso”.
En medio de toda esta búsqueda, Camilo Pedraza le compartió a los papás de su primo el número de las placas del vehículo con el fin de poder tener más pistas que pudieran dar con la ubicación del hombre, pero se llevaron una tremenda sorpresa al momento de comunicarse con la aplicación de transporte desde la cual se solicitó el viaje. Todo porque la app se negó brindar datos debido a que dentro de sus políticas esta información entre usuario y conductor son confidenciales.
“El alcalde de Usaquén habló directamente con el jefe de política de Uber y respondió que se iba a comunicar con la familia y las autoridades. Efectivamente hablaron con un intendente de la Sijín, quien se comunicó a través de la página y hasta el día de hoy ni conocemos la placa ni quien era el conductor. Lo que si sabemos es que se cambió el destino”.
Cuando los familiares de Pedro Alberto estaban con ‘el Credo en la boca’ (expresión que suele utilizarse en algunas zonas de Colombia para denotar preocupación) en el lobby del hotel donde debió haber llegado el hombre, un taxi llegó hasta el lugar del que descendió el mexicano, que vestía chaqueta negra, camisa gris y jean azul.
“No recuerda nada, que tiene recuerdos vagos de la memoria, que él, al principio, se había encontrado a unos amigos de Alemania, pero que no se acuerda claramente y que no tiene la memoria clara de qué hizo”, aseveró el primo que publicó el cartel de búsqueda a través de redes sociales, que luego de verlo bajar, se acercó hasta el taxista para preoguntarle dónde lo había recogido. El conductor respondió que Pedro Alberto tomó el servicio en la localidad de Chapinero.
“Le hicieron exámenes y salió negativo cualquier prueba de toxicología, pero la doctora les dijo que si él había sido víctima de escopolamina esos registros no duran más de seis horas”, concluyó el familiar del turista mexicano, que confirmó que Pedro Alberto ya está mejor de salud, pero hasta el momento su circulo familiar más cercano se mantiene cerrado a brindar más información de los hechos, pero se expresó que no habrían alcanzado a hurtarlo.