En Barranquilla (Atlántico) vive Migreidis Rangel Osorio, una mujer venezolana que se radicó en Colombia hace nueve años y que está requiriendo ayuda para viajar a Estados Unidos, donde su hijo de 21 años, Maikel José Atencio Rangel, se debate entre la vida y la muerte. El joven, que llegó al país norteamericano con la esperanza de trabajar y tener más recursos para su familia, fue diagnosticado con leucemia aguda.
Su hijo quiso viajar a Dallas (Texas), donde vive su hermana de 23 años, Miledsy Marisel Atencio Rangel, que labora como repartidora y, con su salario, ayuda a su familia en Colombia. Para poder llegar hasta allá, Maikel José tuvo que aventurarse por caminos peligrosos, como diariamente lo hacen miles de migrantes. Llegó ilegalmente a México, donde se enfrentó a un fuerte contexto de violencia y criminalidad.
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Un secuestro y un rescate millonario
De acuerdo con declaraciones que dio su madre en entrevista con El Heraldo, fue secuestrado por criminales que exigieron una millonaria suma de dinero por su liberación. Su hija Miledsy Marisel se encargó de pagar, luego de que pudiera verificar que su hermano estaba vivo.
“Mi hijo se fue para los Estados Unidos y cuando estaba llegando allá, lo secuestraron en México. Duró dos meses secuestrado, hasta que se pudo pagar un rescate para sacarlo. Fueron 2.000 dólares, mi hija no gana esa cantidad de dinero, prestó el dinero y fue pagando hasta que lo soltaron”, explicó la ciudadana al medio citado.
Un cáncer avanzado
Los delincuentes lo liberaron cerca de una sede de Migración, donde, justamente, empezó a presentar los síntomas que derivaron en su diagnóstico de cáncer, una enfermedad que ya había tenido que enfrentar. Estuvo dos meses en las instalaciones migratorias, donde los cuidados que recibió fueron inadecuados.
“Le daban todos los días para hacer llamadas. Me decía que se sentía muy mal, que no lo querían atender, que solamente le daban puras pastillas, pero que se sentía muy mal. Estaba demasiado hinchado”, aseguró Migreidis Rangel a El Tiempo.
Allí, se agravó, y tuvo que ser trasladado a un centro de salud con urgencia, pero, debido a que no era posible obtener un cubrimiento completo de su tratamiento de quimioterapia, fue trasladado a otro hospital. Ahora, se encuentra en el Medical City Dallas Hospital, siendo atendido, pero con muy pocas posibilidades de sobrevivir.
“Ya el médico me lo desahució. Yo quiero alguna ayuda para poder viajar para allá. Dijeron ellos, ya no pueden hacer nada”, afirmó la mujer a El Heraldo.
Desde que supo sobre las graves condiciones de salud de su hijo, se dispuso a hacer todos los trámites que se necesitan para viajar a Estados Unidos, pero no cuenta con la visa para entrar al país. Y, pese a que cuenta con un documento del hospital que sirve como soporte para justificar la solicitud de una visa humanitaria, no la ha recibido.
Ha recurrido a la embajada y al consulado para pedir ayuda y lograr obtener un permiso para viajar al país norteamericano. Pero, hasta el momento, no ha sido posible, porque, pese a que es un caso de urgencia, se le ha exigido cumplir con la asignación de una cita para ser atendida.
“Yo saqué el pasaporte colombiano y la cédula. Me han dicho que no pueden hacer nada, en el consulado no me quisieron atender porque dijeron que tiene que ser por cita, busco y no me la dan. No hay respuesta de nada”, explicó al medio barranquillero.
Según explicó, el estado de salud de su hijo es cada vez más grave. Ha perdido fuerza y peso, y su malestar, causado por el avance de la enfermedad, se ha incrementado. A esto se suma el hecho de que, en el punto en el que se encuentra, no resulta conveniente que siga medicado.
“Estoy desesperada, porque mi hijo me necesita. No se puede levantar de la cama, se ha puesto muy delgado y me lo tienen dopado por los dolores que le están dando. El médico dijo que ya no le puede dar más medicamentos, porque podría fallecer de una vez...”, expresó a El Tiempo.