En medio de un contexto político tenso, marcado por la inminente tercera posesión del dictador Nicolás Maduro en Venezuela, los acontecimientos recientes han generado una amplia controversia a nivel internacional. Las protestas masivas en contra del régimen, encabezadas por ciudadanos venezolanos tanto en Caracas como en diferentes ciudades del mundo el 9 de enero, culminaron en un escándalo global debido a la presunta retención y ataque contra la líder opositora María Corina Machado; sin embargo, las reacciones provenientes de Colombia, en especial las declaraciones de la representante a la Cámara Mafe Carrascal, encendieron aún más el debate.
En primera instancia, el partido opositor venezolano Comando Con Venezuela denunció lo que calificaron como una “situación irregular” en la que Machado fue interceptada y agredida por fuerzas vinculadas al régimen de Maduro. Según un mensaje difundido posteriormente, detallaron que la lideresa fue “interceptada y tumbada de la moto en la que se trasladaba. En el suceso detonaron armas de fuego. Se la llevaron retenida por la fuerza. Durante el periodo de su secuestro fue forzada a grabar varios vídeos y luego fue liberada”.
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Este hecho, calificado como un secuestro, generó una ola de condenas tanto en redes sociales como en círculos diplomáticos internacionales. Las críticas resaltaron que este tipo de acciones evidencian la consolidación del régimen de Maduro, contradiciendo su discurso de ser un líder democrático, ya que actos de esta naturaleza no corresponden al comportamiento esperado de un mandatario que se proclama defensor de la democracia.
No obstante, la narrativa en torno a este hecho tomó un giro inesperado cuando el presidente de Colombia, Gustavo Petro, emitió un breve mensaje en su cuenta en la red social X, donde compartió un artículo con el tema relacionado y lo acompañó con la frase: “El mundo de la fake news”.
Este comentario, aunque parco, provocó una ola de críticas hacia el mandatario colombiano por parte de opositores y defensores de los derechos humanos, que señalaron que su postura parecía respaldar indirectamente al régimen de Maduro.
A pesar de las múltiples denuncias y el rechazo internacional al incidente, el respaldo a Petro vino de la mano de Mafe Carrascal, congresista por el Pacto Histórico, que no solo apoyó el comentario del presidente, sino que desestimó el caso de Machado como un acto mediático.
En X, la legisladora progresista escribió: “Ni al más bruto se le ocurriría detener a María Corina con toda la atención mediática encima. Se dejaron llevar por las fake news, esa es la verdad así insulten a @petrogustavo”.
Las declaraciones de Carrascal no tardaron en generar un fuerte rechazo en plataformas digitales. Usuarios y sectores de la oposición criticaron la actitud de la congresista, argumentando que su postura trivializa un evento que, de acuerdo con los denunciantes, puso en riesgo la vida de una figura clave de la oposición venezolana. Asimismo, algunos señalaron que estas declaraciones agravan la ya compleja relación entre la administración de Petro y los sectores críticos del régimen venezolano.
Se espera que el 10 de enero Nicolás Maduro asuma nuevamente cargo, en un acto que la oposición califica como una imposición dictatorial. Esta situación mantiene en incertidumbre a los ciudadanos venezolanos que se vieron obligados a emigrar debido a las condiciones impuestas por su régimen.
Además, destaca la figura de Edmundo González, que se autoproclamó como presidente electo de Venezuela tras las elecciones del 28 de julio de 2024, fecha que, según el Consejo Nacional Electoral de ese país, el líder ocupó el segundo lugar en los comicios, un resultado que fue rechazado por comisiones internacionales y opositores como María Corina Machado. Por ello, la voz de ella se ha convertido en una de las más influyentes y su seguridad es una de las mayores preocupaciones para quienes apoyan el movimiento opositor.