Gran conmoción generó un video que se difundió en redes sociales en el que se ve a una pareja teniendo relaciones sexuales en uno de los lugares más icónicos de Norte de Santander.
Y es que, según se observa en la grabación que se difundió en X, en la mañana del 8 de enero de 2025, una pareja decidió escalar hasta la cima de la iglesia del viejo Gramalote, en Norte de Santander, para tener relaciones sexuales.
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La escena fue captada por algunos transeúntes que permanecían en la zona y que se percataron de la presencia de las dos personas que, incluso, según se escucha en el video, llamaron la atención de los demás al emitir múltiples sonidos.
No obstante, al parecer, la pareja no se alcanzó a percatar de que estaba siendo filmada debido a que, durante el video, se ve a las dos personas llevando a cabo sus “actividades” por más de un minuto.
La escena generó decenas de comentarios en redes sociales, donde internautas se mostraron en contra de lo sucedido, teniendo en cuenta, entre múltiples factores, el valor sentimental que representa esta estructura para los que vivieron allí hasta el momento de su “desaparición”.
“Pero, pues si no la tumbó el deslizamiento, menos la van a tumbar ellos. Solo es peligroso para ellos mismos y, si se caen, es culpa de ellos”, “Luego se cae la torre y la tragedia...”, “Me imagino que se creen youtubers...”, fueron algunos de los comentarios al respecto.
Las autoridades locales todavía no se manifestaron tras lo sucedido. Sin embargo, dicho episodio generó conmoción en Gramalote debido a lo que representa esa iglesia.
Y es que dichas ruinas se posicionaron como un monumento histórico de lo que, algún día, fue Gramalote, uno de los municipios que llegó a adquirir cierta importancia en Norte de Santander.
Cómo fue la falla geológica que destruyó a Gramalote
La desaparición de Gramalote, un municipio ubicado en Norte de Santander, Colombia, fue causada por una falla geológica que generó un deslizamiento masivo de tierra en diciembre de 2010.
El fenómeno obligó al desplazamiento de más de 4.000 habitantes después de que el terreno comenzó a ceder, lo que destruyó viviendas, infraestructura y dejó al pueblo inhabitable de forma inmediata. Las intensas lluvias asociadas al fenómeno de La Niña agravaron la situación, al saturar el suelo y desencadenar el movimiento del terreno.
El municipio se encontraba asentado en una zona de alta vulnerabilidad geológica, lo que lo hacía propenso a derrumbes y deslizamientos. Las condiciones impulsadas por fallas tectónicas en la región, sumadas a la deforestación y prácticas agrícolas en la zona, contribuyeron a la inestabilidad del terreno.
Estas características geológicas habían sido advertidas en estudios previos que destacaban los riesgos para los habitantes, aunque las acciones para contrarrestarlo no fueron suficientes para evitar la catástrofe
Tras el desastre, Gramalote se convirtió en un caso emblemático de la vulnerabilidad de algunas localidades colombianas frente a riesgos geológicos. La evacuación preventiva de la población fue clave para evitar pérdidas humanas masivas. Sin embargo, el desastre dejó un impacto sicológico y económico considerable entre los antiguos habitantes, quienes perdieron no solo sus hogares sino también los medios de subsistencia en la región afectada.
El Gobierno colombiano decidió reconstruir Gramalote en un nuevo lugar cercano, ubicado a pocos kilómetros del sitio original y con mejores condiciones de seguridad geológica.
Este proyecto incluyó medidas de desarrollo urbano más planificadas para minimizar riesgos futuros y sirvió de ejemplo para la necesidad de priorizar la gestión del riesgo en otras comunidades vulnerables del país.