El muelle 13 del puerto de Buenaventura, operado por el Grupo Portuario, enfrenta una paralización de actividades tras la decisión de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) de suspender sus operaciones.
Según informó la Anla mediante la resolución 00004 del 2 de enero de 2025, la medida responde a presuntas irregularidades en los manejos ambientales del terminal, los cuales no se ajustan a las necesidades actuales del proyecto ni a las condiciones del territorio en términos físicos, bióticos y socioeconómicos.
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De acuerdo con la Anla, la decisión busca garantizar que las medidas de manejo ambiental implementadas sean efectivas para prevenir, mitigar, corregir o compensar los impactos generados por las actividades del muelle. Además, señaló que es fundamental tener claridad sobre las circunstancias reales del proyecto y su impacto en el entorno, lo que motivó la exigencia de un nuevo estudio ambiental que refleje la situación actual.
El Grupo Portuario, responsable de la operación del muelle 13, rechazó categóricamente la decisión de la Anla, calificándola como “desproporcionada” y “arbitraria”.
En un comunicado oficial, la empresa expresó su desacuerdo con la suspensión inmediata de las actividades, argumentando que no se les dio aviso previo y que la medida afecta un servicio público esencial con importantes repercusiones sociales, económicas y laborales. Según el Grupo Portuario, la resolución desconoce la vigencia del Plan de Manejo Ambiental aprobado en 2002, el cual, aseguran, ha sido cumplido a cabalidad.
“Grupo Portuario S.A. rechaza la resolución emitida por tratarse de un acto desproporcionado, ya que exige un nuevo estudio ambiental, desconociendo la vigencia del Plan de Manejo Ambiental de 2002, que el concesionario ha implementado cabalmente (...) resulta arbitraria la interrupción inmediata de la operación, sin un aviso previo, considerando que se trata de un servicio público esencial, con grandes repercusiones sociales, económicas y laborales”, se lee en el documento.
La empresa también destacó que la paralización de las operaciones ha generado un impacto negativo en la logística del puerto. Actualmente, en las bodegas del terminal granelero se encuentran almacenadas cerca de noventa mil toneladas de carga, lo que afecta tanto a importadores como a exportadores. Esta situación, según el Grupo Portuario, pone en riesgo la continuidad de las cadenas de suministro y genera incertidumbre en el comercio exterior.
En su pronunciamiento, el Grupo Portuario insistió en que la decisión de la Anla no solo carece de fundamento, sino que excede las competencias de la autoridad ambiental. Por esa razón, la empresa hizo un llamado a las entidades gubernamentales para que respeten el Estado de derecho y la seguridad jurídica, resaltando que estas acciones afectan la confianza de los inversionistas y el desarrollo económico de la región.
Además, el Grupo Portuario resaltó su compromiso con el bienestar de la comunidad de Buenaventura, destacando su participación en proyectos como el diseño del Centro Pesquero Estero San Antonio, una iniciativa que busca fortalecer la economía local mediante el impulso de la actividad pesquera. La empresa argumentó que su labor ha sido un motor de desarrollo social y económico en la región, lo que contrasta con las acusaciones de la Anla.
Por otro lado, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se pronunció sobre la situación, criticando a la autoridad portuaria por no haber detectado problemas relacionados con la contaminación de los granos almacenados en el muelle 13.
Según el mandatario, la presencia de palomas en el terminal habría contaminado alimentos como trigo, garbanzo y lentejas, lo que representa un riesgo sanitario significativo. Petro advirtió que esta contaminación podría exponer a mujeres embarazadas y a sus bebés a la toxoplasmosis, una enfermedad que puede causar abortos, deformaciones o incluso la muerte.
“Cómo es posible que la autoridad portuaria de Buenaventura no haya observado lo que la Anla observó, si centenares de palomas (estaban) ensuciando todos los días los granos importados en el llamado Muelle 13: trigo, garbanzo, lentejas y otros, para la alimentación de las y los colombianos. Las mujeres embarazadas y sus bebés quedan expuestas a la toxoplasmosis. Esta enfermedad puede provocar abortos, deformaciones o muertes de bebés o mujeres en embarazo”, expresó el presidente en su cuenta personal de X.
La controversia en torno al muelle 13 pone de manifiesto las tensiones entre las autoridades ambientales y los operadores portuarios, así como los desafíos que enfrenta el puerto de Buenaventura, uno de los principales puntos de entrada y salida de mercancías en Colombia.
Mientras la Anla defiende la necesidad de garantizar estándares ambientales adecuados, el Grupo Portuario insiste en que la medida afecta gravemente la actividad económica y social de la región. Por ahora, el futuro de las operaciones en el Muelle 13 permanece incierto, mientras las partes implicadas buscan resolver este conflicto que tiene implicaciones tanto locales como nacionales.