En medio de las investigaciones que se adelantan en el municipio de Aguachica, en el departamento de Cesar, tras la masacre contra cuatro integrantes de la familia Lora Rincón, asesinados el domingo 29 de diciembre de 2024, se conoció que grupos armados ilegales que operan en la región estarían realizando cobros extorsivos contra varios establecimientos comerciales del territorio.
De acuerdo con un informe entregado por las autoridades, comerciantes, ganaderos, palmicultores y religiosos denunciaron que, tras el ataque contra el pastor Marlos Lora y su familia, han recibido llamadas extorsivas, donde exigieron sumas millonarias de dinero, para salvaguardar sus vidas.
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Una primera hipótesis sobre los responsables que estarían detrás de las intimidaciones en Aguachica serían sujetos que se hacen pasar como estructuras del Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) o Clan del Golfo, las disidencias de las Farc y el ELN. No obstante, la Policía anunció que se intensificarán los operativos para dar con la ubicación de los responsables de estos hechos.
“A raíz del evento que se desarrolló el 29 de diciembre donde murió la familia completa, reforzamos la seguridad, porque unos grupos de delincuencia organizada o bandidos estaban haciéndose pasar por estructuras del Clan del Golfo, disidencias de las Farc y del ELN y comenzó a incrementarse las diferentes llamadas extorsivas”, afirmó el coronel Oswaldo Alexander Forero, comandante de la Quinta Brigada del Ejército, en diálogo con El Tiempo.
Entre tanto, la comunidad de Aguachica permanece consternada por la brutalidad del ataque contra la familia Lora y por el clima de inseguridad que se ha intensificado en los días posteriores. Las autoridades locales y nacionales enfrentan el desafío de devolver la tranquilidad a los habitantes, mientras intentan desarticular las redes de extorsión que operan en la región.
Avanza la investigación del crimen contra familia Lora Rincón
Aunque inicialmente las autoridades habían planteado la hipótesis de que el crimen contra el pastor Marlon Lora, su esposa Yorley Rincón, y sus hijos Ángela y Santiago Lora Rincón, fue producto de un error de los criminales, esta versión perdido fuerza, luego de que se conociera el supuesto lazo entre un pariente cercano del pastor y una red ilegal.
Según información revelada por El Tiempo, este familiar habría tenido conexiones sospechosas con una organización delictiva, lo que podría haber motivado un ajuste de cuentas.
De hecho, el crimen de la familia de pastores cristianos habría tenido lugar como una represalia al ataque que acabó con la vida de Alexander González, conocido como alias El Calvo, ocurrido dos días antes del hecho trágico que enlutó a la población cesarense, y en el territorio colombiano.
Este sujeto había estado comprometido sentimentalmente con Andrea Sánchez, una prestamista que se encontraba en el restaurante al momento del ataque, por lo que se presume que podría haber sido el objetivo inicial de los sicarios, ya que confundida con la hija del pastor debido a un supuesto parecido físico.
Sin embargo, Sánchez descartó esta información y sostuvo que ello ha generado intimidaciones en su contra, por lo que pidió a las autoridades que se garantice su seguridad.
“No me parezco a la hija del pastor. Miren fotos, yo soy peli mona y ella no. No puede existir una confusión de 4 personas. No tengo nada que ver. Vengo siendo víctima de desinformación por parte de algunos medios y tomaré con mis abogados las acciones pertinentes”, dijo la prestamista a El Tiempo.
El caso de Aguachica pone en evidencia la compleja situación de orden público en algunas zonas del país, donde los grupos armados ilegales y las bandas criminales continúan ejerciendo presión sobre la población civil. La masacre y el posterior aumento de las extorsiones subrayan la necesidad de estrategias más efectivas para combatir estos flagelos y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Por ahora, el despliegue del Gaula Militar y las investigaciones en curso representan los principales esfuerzos para enfrentar esta crisis. Sin embargo, la comunidad sigue esperando respuestas concretas y acciones contundentes que permitan esclarecer los hechos y prevenir nuevos episodios de violencia.