Un informe reciente de la Contraloría de Bogotá reveló múltiples irregularidades en la contratación de puertas automáticas destinadas a reducir la evasión del pago en el sistema de transporte Transmilenio.
Según el documento, se identificaron problemas en la planeación, ejecución y costos de los contratos, lo que ha generado cuestionamientos sobre la gestión de estos recursos.
A pesar de estos hallazgos, la empresa adjudicó un nuevo contrato por 61.780 millones de pesos para instalar más puertas en 28 estaciones, con un plazo de ejecución hasta 2026.
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De acuerdo con el informe, las pérdidas anuales por evasión en el sistema superan los 400.000 millones de pesos, una cifra que refleja la magnitud del problema. Además, entre 2018 y 2023, se registraron 124 personas lesionadas y 24 fallecidas al intentar ingresar sin pagar.
En un intento por mitigar esta problemática, en 2021 se implementó un proyecto piloto en la estación Santa Lucía, donde se instalaron puertas más robustas y automatizadas. Los resultados iniciales fueron alentadores, con una reducción del 30% en la evasión en esa estación.
Transmilenio decidió entonces ampliar esta estrategia y adjudicó dos contratos para instalar puertas similares en 34 estaciones, con un costo total de 64.000 millones de pesos, más 6.936 millones destinados a la interventoría.
Según estudios de la empresa, estas puertas lograron disminuir en un 55% la evasión en las puertas laterales de las estaciones intervenidas. Sin embargo, el informe de la Contraloría, al que tuvo acceso el medio Cambio, señala que la ejecución de estos contratos estuvo marcada por inconsistencias y sobrecostos.
Entre las irregularidades detectadas, la Contraloría destacó que en uno de los contratos el plazo de ejecución se extendió de 35 a 41 meses, lo que implicó ajustes en el número de puertas a instalar. Esto resultó en un excedente de 98 puertas que tuvieron que ser reubicadas, lo que generó costos adicionales.
En otro caso, se realizaron seis modificaciones al contrato, extendiendo su finalización hasta julio de 2026, debido a un excedente de 58 puertas cuya ubicación aún no estaba definida al momento del informe.
Un ejemplo emblemático de estos problemas ocurrió en la estación de la calle 63, en la troncal de la Caracas. Allí se instalaron 26 puertas en 2023, pero en agosto de 2024 la estación fue desmantelada por las obras del metro, lo que obligó a reubicar dichas puertas. Según la Contraloría, estos cambios reflejan una falta de planeación adecuada en los estudios previos de la licitación.
El informe también cuestiona el estudio de mercado realizado para la licitación. Según la Contraloría, Transmilenio incluyó en el análisis una cotización de la empresa Assa Abloy, que era un 40% más alta que las de otras tres compañías. Esto elevó artificialmente el promedio de los costos estimados, lo que, según el órgano de control, restó rigurosidad al proceso. La empresa justificó esta decisión argumentando que Assa Abloy tenía amplia experiencia internacional, pero la Contraloría consideró que esta explicación no era consistente.
Además, se detectaron presuntos sobrecostos en la instalación de botones de emergencia en uno de los contratos, ya que se pagaron valores superiores a los determinados en el estudio de mercado. En total, el informe reportó nueve hallazgos: cuatro de carácter administrativo, tres con posible incidencia disciplinaria, uno penal y otro fiscal.
A pesar de estas observaciones, el martes 24 de diciembre del 2024 Transmilenio adjudicó un nuevo contrato por 61.780 millones de pesos a la Unión Temporal Ivegas Kriterion para instalar 579 puertas adicionales en 28 estaciones de las troncales de la calle 26, la Caracas sur, la Autopista Norte y la NQS. Según lo estipulado, estas puertas deberán estar instaladas para 2026.
El informe de la Contraloría señala que las modificaciones realizadas a los contratos previos no desvirtúan los hallazgos iniciales. La empresa argumentó que los cambios respondieron a dinámicas operativas, actos de vandalismo y afectaciones en la infraestructura, pero estas explicaciones no fueron suficientes para justificar las irregularidades detectadas.
Mientras tanto, las estaciones con mayores índices de evasión, como Bicentenario, Parque, Las Nieves y Avenida Jiménez - Caracas, siguen siendo un desafío para el sistema. Por su parte, estaciones como Avenida 39, San Victorino y San Façon han mostrado menores niveles de evasión, lo que podría ser un indicio de que las puertas automáticas están teniendo un impacto positivo en ciertos puntos.