En la mañana del 8 de enero, el presidente Gustavo Petro se refirió al caso del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, asesinado en playas de Barú, en Cartagena, el 10 de mayo de 2022, a manos de un sicario con arma de fuego.
Lo hizo replicando una publicación de ‘Juan Poe’ en la red social X en la que se afirma que el testigo asesinado iba a entregar un celular al fiscal paraguayo y que la Fiscalía de Colombia, durante la estadía de Francisco Barbosa, ocultó a un narco y no entregó un celular de Pecci a la Fiscalía de Paraguay.
“Esto es grave y no ha tenido ningún grado de atención de la prensa colombiana. ¿Por qué hay tanta protección en el país a la llamada “Junta del Narcotráfico”, posible autora del asesinato del fiscal paraguayo Pecci en Cartagena?
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Familia de Pecci exige que se haga justicia
La familia del fiscal antimafia Marcelo Pecci ha expresado su profunda consternación tras el asesinato de Francisco Luis Correa Galeano, una figura clave en el caso del magnicidio ocurrido el 10 de mayo de 2022 en Colombia. Este nuevo episodio, que tuvo lugar en la prisión La Picota de Bogotá, ha intensificado los temores sobre la capacidad del sistema de justicia para garantizar la seguridad y enfrentar al crimen organizado.
Correa Galeano, de 45 años, fue atacado con un arma blanca en uno de los patios de la cárcel en horas de la madrugada. El hecho ocurrió poco después de su traslado desde el búnker de la Fiscalía General, donde había permanecido detenido inicialmente. La violencia que le costó la vida a este testigo clave ha generado alarma no solo entre los allegados de Marcelo Pecci, sino también en el ámbito judicial, donde se percibe como una clara señal de intimidación por parte del crimen organizado.
En un comunicado oficial, los familiares del fiscal Pecci lamentaron profundamente la pérdida de otra vida humana, pero también aprovecharon la ocasión para expresar su frustración ante la inacción y el secretismo que rodea el caso. Francisco Pecci, hermano del fiscal asesinado, criticó duramente la falta de avances significativos en las investigaciones, atribuyendo la responsabilidad al Ministerio Público de Paraguay. “El temor de que deliberadamente se esté dejando pasar el tiempo es cada vez más grande”, afirmó en su declaración.
La familia también señaló que el secretismo en el manejo del caso constituye una violación a su derecho a la verdad y calificó las respuestas institucionales como “absurdas y ofensivas”. En su mensaje, enfatizaron que la indiferencia de las autoridades equivale a complicidad y que el fracaso en castigar a los responsables envía un mensaje de impunidad que amenaza la estabilidad del país.
Enrique Kronawetter, abogado de la familia, también alzó la voz para criticar la falta de acción tanto en Paraguay como en Colombia. Acusó a las fiscalías de negligencia y de utilizar pretextos legales para justificar su inacción, señalando que la demora en el manejo de las evidencias fomenta la impunidad y refuerza la percepción de que no existe un verdadero compromiso para esclarecer el caso. Kronawetter también destacó que la información proporcionada por las autoridades ha sido escasa, contradictoria y presentada con retraso, lo que debilita la confianza en el sistema de justicia.
El asesinato de Correa Galeano ha encendido las alarmas sobre la vulnerabilidad de los testigos clave en casos de alto perfil. La familia Pecci ha reiterado su compromiso de luchar por la justicia, no solo para honrar la memoria del fiscal antimafia, sino también para salvaguardar el futuro de Paraguay. “Si el Paraguay no castiga a los culpables, ¿qué futuro podemos esperar para nuestro país?”, cuestionaron en su comunicado.
Este caso emblemático pone de manifiesto las dificultades inherentes a la lucha contra el crimen organizado en la región. La violencia y la intimidación dentro de instituciones que deberían ser seguras, como las cárceles, subrayan la magnitud del desafío. La familia Pecci ha instado a las autoridades a abandonar la pasividad y actuar con determinación, advirtiendo que la falta de justicia no solo afecta a su familia, sino también a toda la sociedad paraguaya.
En este contexto, la comunidad internacional también tiene un papel crucial. Los observadores han señalado que el asesinato de Correa Galeano podría ser interpretado como un mensaje dirigido no solo a la familia Pecci, sino también a cualquier individuo o entidad que intente desafiar las redes del crimen organizado. La falta de protección para los testigos y la opacidad en las investigaciones refuerzan la sensación de que el crimen organizado opera con impunidad.
Mientras tanto, el abogado Kronawetter ha hecho un llamado a las fiscalías de Paraguay y Colombia para que garanticen una investigación transparente y efectiva. Insistió en que la resolución de este caso no solo es un deber legal, sino también un imperativo moral para restaurar la confianza en el sistema de justicia.
El asesinato de Marcelo Pecci, un fiscal reconocido por su compromiso en la lucha contra el crimen organizado, ya había marcado un punto de inflexión en la región. Ahora, con la muerte de un testigo clave, el caso adquiere nuevas dimensiones, convirtiéndose en un emblema de la lucha entre la justicia y la impunidad. La familia Pecci sigue firme en su exigencia de verdad y justicia, confiando en que su voz pueda movilizar a las instituciones y a la sociedad para enfrentar estos desafíos con valentía y determinación.