A través de un video publicado en su perfil de Tiktok, la empresaria y modelo colombiana Sandra Guerra, compartió la historia de cómo le fue con su contrato con Dani Duke para que apoyara a su marca.
“Vamos a hablar de mi experiencia pautando con Dani Duke”, fueron las palabras con las que empezó contando la historia, la mujer.
Sandra arrancó la publicación revelando que con la influencer paisa es con la única persona que le ha tocado, hasta el momento, firmar papeles impuestos por la mánager en donde dice “que no se puede hablar mal de ella”.
“Es porque ella sabe. Es porque ellos ya tienen experiencia en esto, que saben que los emprendedores no quedan a gusto con su trabajo (el de Dani Duke) y aun así no les importa, simplemente les callan la boca con un documento en el que dice que por todo es demanda y aquí las cosas son como son, eso para mí no es correcto”, dijo Guerra.
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Sandra explicó que para ella es incorrecta la situación y la manera en como el equipo tapa el mal trabajo de Duke porque los influencer viven de la pauta y el esfuerzo que hacen los emprendedores para pagar por este tipo de publicidad por sus marcas es alto, ya que no es un precio económico.
“Si yo soy influencer y yo sé que hice un trabajo y que mi público no se conectó, y si a mí me están pagando por esto, yo debo de hacer lo imposible para que a mi emprendedor le vaya bien, es mi trabajo. Yo asumo que como tienen el público, entonces ya sienten que, de pronto, son un poco superiores por esto y que ya el empresario es el de menos, cuando no entienden que es el empresario o el emprendedor el que les da dinero porque a ellos nadie más les paga. (...) A uno como emprendedor le cuesta demasiado sacar el dinero para pagarle a un influencer para que esa misma persona haga el trabajo como que no le importa”, dijo Guerra.
Guerra fue enfática en indicar que los emprendedores son las personas a las que los creadores de contenido digital deben tener contentos porque ese trabajo en común es el que funciona, si a los emprendedores les va bien con la pauta, más dinero llega y más colaboraciones se realizan, por ende más sueldo para los influenciadores.
En cuanto a lo que sucedió específicamente con los videos de publicidad que le pagó a Dani Duke y que no cumplieron con sus expectativas, la comparó con modelos y personalidades como Laura Sánchez, ya que le resaltó que ella se arreglaba y se le notaba el interés en cada una de las publicaciones.
“Les dije: la importancia de arreglarse y ella no. Por ejemplo, en ese entonces, yo con ella (Dani Duke) pauté hace mucho tiempo, ella no se organizó para mi pauta, para mi pauta no le puso amor, perdón si ve esto, pero es la realidad. (...) Cuando están pegadas hacen el trabajo por hacerlo y para mí, como emprendedora, es una falta de respeto”, explicó Sandra Guerra.
Después de esto, Sandra contó que el trabajo realizado por Duke no le resultó en cosas positivas para su marca, pues no obtuvo ganancias, solo le subieron en las redes sociales 16 seguidores, a pesar de que la pauta tuvo un costo de 3 millones y medio.
“Pasa lo que sucede hoy en día, nosotros los emprendedores nos decimos y hablamos de esto. Por ejemplo, si yo hago una pauta con alguien, a mi otra emprendedora me pregunta cómo me fue y yo sinceramente le digo que no me funcionó; entonces ese empresario no va a querer pautar con esa persona y eso se va a regar y por eso es que ya los influencers dejan de hacer tanto dinero, les deja de ir bien y dejan de hacer pautas”, expresó la empresaria.
Sandra también reveló que a una colega de ella la amenazaron con los documentos legales que les obligan a firmar y la posibilidad de recibir una demanda, pues a ella tampoco le fue bien con ese trato y a pesar de que pidió que le repetirán el contenido porque no había tenido mayor efecto se lo negaron. Ante esto, la mujer publicó en su perfil lo sucedido y fue ahí cuando le pusieron el ultimátum.
Finalmente, aseguró que ella y su gremio tiene claro que no siempre se van a obtener las ganancias de la plata invertida, también saben cómo se mueve ese negocio, pero dejó claro que existen un mínimo de situaciones que esperan como empresarios que contratan y pagan.
“Uno como emprendedor debe muy consciente y ustedes tienen que entender que no siempre los influencers van a vender, pero tú como emprendedor lo mínimo que esperas de tu influencer es que le ponga amor al trabajo. Yo no espero que todo estalle en ventas, uno quiere eso, pero uno tiene que ser consciente que a veces puede pasar, que no, que el público no se conecta, pero de ahí a que no le ponga amor a la pauta, eso es una falta de respeto para mí”,