El cambio de sede para la próxima reunión entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) no está relacionado con la situación política de Venezuela, según confirmó el senador colombiano Iván Cepeda en entrevista con Caracol Radio.
Este ajuste logístico, que se aplicará al encuentro programado para el 25 de enero, ya había sido acordado desde el año pasado y no tiene relación con el cambio de poder en el vecino país aclaró el legislador.
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De acuerdo con las declaraciones de Cepeda, recogidas en medio de los preparativos para la nueva ronda de negociaciones, Venezuela continuará desempeñando su papel como país garante en el proceso de paz. Este rol, que ha sido clave en las conversaciones entre las partes, no se verá afectado por el cambio temporal de sede.
El senador destacó que la decisión de modificar el lugar de la reunión no responde a factores externos recientes, sino que forma parte de los acuerdos previamente establecidos entre los actores involucrados en el proceso. Por ahora se desconoce cuál vaya a ser el nuevo lugar de reunión, sin embargo, el comisionado de paz, Otty Patiño, señaló en La W que lo más probable es que el proceso se traslade a Colombia pues la Iglesia se ha propuesto como mediadora del mismo y el país está ad portas del estrés que traen las elecciones.
Con respecto a si es legitimo o no que Venezuela siga siendo garante, Patiño aseguró que “no se trata de si es democrático o no, Cuba es garante y no se discute si es democrático, se está hablando de un país mediador, eso es aparte”.
El papel de Venezuela como garante ha sido fundamental en las negociaciones, ya que el país vecino ha facilitado espacios de encuentro y diálogo entre el Gobierno colombiano y el ELN. Este respaldo continuará siendo una pieza clave en el desarrollo de las conversaciones, independientemente de los ajustes logísticos que puedan surgir en el camino.
Venezuela, un actor clave en el proceso de paz entre Colombia y el ELN
Venezuela ha desempeñado un papel crucial como país garante en las negociaciones entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Su rol ha sido esencial para crear espacios de diálogo y encuentro entre ambas partes, lo que ha permitido avanzar en un proceso que busca poner fin a décadas de conflicto armado.
A pesar de los cambios políticos y logísticos que han surgido en el transcurso de las negociaciones, Venezuela continúa siendo un actor fundamental en este esfuerzo. Su participación no solo ha facilitado las conversaciones, sino que ha contribuido a mantener un canal de comunicación abierto entre el Gobierno de Colombia y el ELN, un aspecto crítico para la construcción de acuerdos sostenibles.
Qué pasa si un país se retira
La ausencia de un país garante en el proceso de paz en Colombia puede tener un impacto significativo en la estabilidad y el avance de las negociaciones. Este tipo de situaciones no solo afecta la dinámica de los diálogos entre las partes involucradas, también puede repercutir en la percepción internacional y en los recursos destinados a alcanzar una solución pacífica. La figura del garante, que actúa como mediador neutral y proveedor de apoyo logístico y financiero, resulta crucial para mantener la confianza y el compromiso en este tipo de procesos.
La interrupción del diálogo es una de las primeras consecuencias que se pueden observar cuando un país decide retirarse como garante. La falta de un mediador neutral puede dificultar la continuidad de las negociaciones, ya que las partes involucradas podrían perder confianza en el proceso.
Otro efecto importante señalado es el aumento de la inestabilidad. La ausencia de un garante puede derivar en un incremento de las tensiones entre las partes, lo que a su vez podría traducirse en un recrudecimiento de la violencia. Sin un mediador que facilite el diálogo y promueva el cumplimiento de los compromisos, las partes podrían sentirse menos obligadas a respetar los acuerdos, lo que pondría en riesgo los avances logrados hasta el momento.
Además, la retirada de un garante puede implicar una pérdida significativa de recursos. Los países que asumen este rol suelen aportar apoyo financiero y logístico, elementos esenciales para el desarrollo de las negociaciones y la implementación de los acuerdos.
El impacto en la percepción internacional también es un factor relevante. La retirada de un garante puede influir negativamente en cómo la comunidad internacional percibe la situación en Colombia. Esto podría disminuir la presión externa para alcanzar una solución pacífica y, en algunos casos, desincentivar la participación de otros actores internacionales en el proceso.