El presidente Gustavo Petro y el canciller Luis Gilberto Murillo sostuvieron el martes 7 de enero una reunión clave para definir la postura del Gobierno colombiano frente a la inminente posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, programada para dentro de dos días (10 de enero).
Aunque aún no se ha confirmado si el jefe de Estado asistirá personalmente a la ceremonia, la presencia del embajador colombiano en Caracas, Milton Rengifo, ya está asegurada desde hace algunas semanas. Este tema ha generado un intenso debate tanto dentro como fuera del país.
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De acuerdo con El Espectador, la discusión sobre la representación colombiana en el acto de investidura del dictador Maduro se intensificó luego de que Petro recibiera una carta firmada por 500 personalidades, entre las que destacan figuras como la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, la excanciller María Ángela Holguín y el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master.
En el documento, los firmantes instaron al mandatario a reconsiderar la participación de cualquier representante colombiano en el evento, argumentando que dicha asistencia podría interpretarse como un respaldo a un régimen señalado por violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
“Asistir a este acto no solo legitima un régimen que viola sistemáticamente los derechos humanos, sino que socava nuestra autoridad moral para defender la libertad y la democracia”, se lee en la misiva.
Entre los firmantes también figura el expresidente Juan Manuel Santos, quien fue más allá al sugerir que Rengifo debería ser retirado del territorio venezolano.
Sin embargo, la decisión no es sencilla. El canciller Murillo ha reconocido en varias ocasiones que, aunque personalmente preferiría que no hubiera representación colombiana en la ceremonia, existen factores técnicos y estratégicos que complican la situación.
“Hay un tema técnico relacionado con el hecho de que mantenemos una relación de Estado a Estado”, señaló Murillo. Entre los aspectos estratégicos que pesan en la balanza se encuentran el futuro de Monómeros, una empresa con sede en Barranquilla controlada por el gobierno venezolano, la posibilidad de importar gas desde Venezuela y la continuidad de los diálogos de paz con el ELN, que actualmente se desarrollan en territorio venezolano.
La reunión entre Petro y Murillo no solo abordó la coyuntura venezolana, sino que también incluyó otros temas relevantes de la agenda diplomática para este año. Según consignó El Espectador, uno de los puntos destacados fue la próxima posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, un evento que también tendrá implicaciones significativas para la política exterior colombiana. Así mismo, se discutió la inminente salida de Murillo del gabinete, motivada por sus aspiraciones presidenciales, así como posibles cambios en la representación diplomática de Colombia en otras regiones del mundo.
La situación en Venezuela ha captado la atención de toda la región, y la postura que adopte Colombia podría tener repercusiones importantes en el ámbito internacional. La relación entre ambos países ha estado marcada por tensiones y desafíos, pero también por la necesidad de mantener canales de comunicación abiertos debido a los intereses compartidos en temas económicos, energéticos y de seguridad.
En este contexto, la decisión de Petro sobre su asistencia o la de sus representantes a la posesión de Maduro será observada de cerca tanto por actores nacionales como internacionales. Mientras tanto, el debate continúa, y las implicaciones de esta decisión podrían extenderse más allá del acto protocolario, afectando las relaciones bilaterales y la percepción de Colombia en el escenario global.
Gobierno Petro defiende el diálogo ante tensiones por relación con Venezuela
El presidente Petro defendió su postura frente a la relación con Venezuela, destacando la importancia de evitar errores del pasado. El mandatario expresó que el mayor error sería repetir las políticas implementadas por el expresidente Iván Duque y la exvicepresidenta Martha Lucía Ramírez, las cuales, según él, habrían agravado la crisis fronteriza y humanitaria entre ambos países. Petro enfatizó que Colombia debe contribuir, si es invitada, a los esfuerzos de diálogo y construcción democrática en el país vecino.
El pronunciamiento de Petro, realizado a través de su cuenta en la red social X, surge en medio de la controversia generada por la representación de Colombia en la ceremonia de investidura de Nicolás Maduro, programada para el 10 de enero. En su mensaje, el presidente afirmó que entregar la frontera a la mafia y condenar al hambre a colombianos y venezolanos, provocando un éxodo masivo hacia el norte, no constituye una solución racional.
Estas declaraciones hacen referencia directa a las políticas adoptadas por la administración de Duque, que incluyeron el desconocimiento del gobierno de Maduro y el respaldo a la oposición venezolana.
El mensaje de Petro también incluyó un llamado a respetar la soberanía de Venezuela, destacando que el destino del país debe ser decidido por los propios venezolanos. En este sentido, el presidente reiteró que Colombia debe limitarse a apoyar los esfuerzos de diálogo y construcción pacífica, siempre que sea invitada a participar en dichos procesos. Estas declaraciones reflejan un enfoque distinto al adoptado por administraciones anteriores, que optaron por una postura de confrontación directa con el gobierno de Maduro.
Embajador colombiano asistirá a la posesión de Nicolás Maduro por orden del presidente Petro
El embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, regresará a Caracas tras una reunión sostenida en la Cancillería colombiana con el vicecanciller Jorge Rojas. Este encuentro, realizado el martes 7 de enero, tuvo como objetivo coordinar su participación en la ceremonia de posesión del presidente venezolano, Nicolás Maduro, programada para el próximo 10 de enero.
La asistencia del embajador responde a una instrucción directa del presidente Gustavo Petro y del canciller Luis Gilberto Murillo.
La decisión de enviar al embajador Rengifo a este evento subraya la importancia que el gobierno colombiano otorga a las relaciones bilaterales con Venezuela. Desde el inicio de su mandato, el presidente Petro ha priorizado la reconstrucción de los lazos diplomáticos con el país vecino, los cuales habían estado deteriorados durante años. La presencia del representante colombiano en la ceremonia de Maduro refuerza este enfoque y refleja el compromiso de Bogotá con el fortalecimiento de los vínculos entre ambas naciones.