El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, confirmó en diciembre de 2024 que para enero de 2025 el presidente Gustavo Petro llevaría a cabo un remezón ministerial que involucraría el cambio de varios jefes y jefas de cartera. Hasta el momento, el primer mandatario no ha anunciado la salida de ningún ministro o ministra, pero los medios de comunicación han revelado los nombres de quienes podrían dejar sus cargos.
En la lista estaba incluido el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo. Incluso, el director del DPS, Gustavo Bolívar, mencionó que podría dejar la Cancillería, pero por motivos políticos: buscando aspirar a la Presidencia en 2026. No obstante, de acuerdo con Caracol Radio, el funcionario no dejará su puesto todavía.
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El medio de comunicación conoció que Murillo deberá seguir siendo el canciller de Colombia mientras culmina varias de sus obligaciones en la cartera. Una de sus tareas es hacer frente a la crisis diplomática con Venezuela, que ha sido motivo de críticas por la falta de una postura radical por parte del Gobierno nacional con respecto al fraude electoral que dejó en la Presidencia, nuevamente, al dictador Nicolás Maduro.
Además de eso, se confirmó que el embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, estará presente en la posesión de Maduro como líder del régimen, que se llevará a cabo el 10 de enero de 2025 en Caracas, lo que no cayó bien en políticos que no reconocen a Maduro como presidente electo. El funcionario irá en representación del país, teniendo en cuenta que Gustavo Petro no asistirá porque considera que las elecciones “no fueron libres”.
Asimismo, tendrá que encargarse de mediar las relaciones diplomáticas con la nueva administración en Estados Unidos, que liderará Donald Trump.
Las críticas al canciller por su postura frente a Venezuela
Desde el primer momento en el que surgieron dudas sobre la transparencia del proceso electoral en Venezuela, el canciller Luis Gilberto Murillo confirmó la postura del presidente, y por ende, de Colombia, sobre los resultados. Mientras varios países reconocieron como ganador al opositor Edmundo González, el Gobierno colombiano no tomó ningún partido y se limitó a esperar la revelación de las actas electorales.
“Nuestra posición ha sido clara, consistente y coherente con nuestra defensa de la democracia. Hemos dicho: no hubo actas, no hay reconocimiento. Así de sencillo. Respetamos la soberanía de Venezuela, pero las actas son fundamentales”, precisó Murillo en entrevista con El País.
Sin embargo, en la sesión plenaria del Senado de la República realizada el 1 de octubre de 2024, el ministro resaltó los esfuerzos del Gobierno venezolano en la búsqueda de la paz en Colombia. Recordó su papel en el proceso de paz con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc-EP) y en las negociaciones con otras organizaciones criminales que está adelantando el Gobierno Petro.
“Su apoyo fue determinante en la firma del Acuerdo de Paz con las antiguas Farc (2016). Igualmente, Venezuela es hoy garante de los procesos de paz con el ELN, con la Segunda Marquetalia y con el Estado Mayor Central”, indicó el canciller.
Sus palabras desataron críticas por parte de algunos congresistas como el senador Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial, que aseguró que el ministro debería ser acusado de traición porque como funcionario no está representando los intereses de los ciudadanos, sino que estaría “al servicio” de la dictadura.
“Viene aquí a llenarse la boca y a decir que el apoyo de (Hugo) Chávez y (Nicolás) Maduro es fundamental para el país, para el proceso de las extintas Farc; y, primero, no son extintas, están más fuertes que nunca”, aseveró el congresista.