El general en retiro Mauricio Alfonso Santoyo Velasco, ex jefe de seguridad del expresidente Álvaro Uribe Vélez, entregó recientemente un informe a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el marco del Caso 08, el cual investiga la relación entre agentes estatales y grupos paramilitares en Medellín durante 2001. Este proceso se enfoca especialmente en las violaciones de derechos humanos cometidas durante ese período.
La JEP notificó a Santoyo, el 16 de diciembre de 2024, que debía entregar dicho informe sobre los hechos que le son imputados y que responden a los casos de desaparición forzada de Claudia Patricia Pulgarín y Ángel José Quintero Mesa.
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Cabe recordar que, Santoyo desempeñó varios roles clave en la Policía Nacional, incluyendo subdirector de la Unidad Antisecuestro y Antiextorsión y comandante del cuerpo de élite antiterrorista de Medellín; y fue condenado en Estados Unidos por sus vínculos con grupos paramilitares.
Sobre las interceptaciones en la Policía
En el informe entregado a la JEP, y conocido por Blu Radio, Santoyo profundiza sobre su rol en las interceptaciones telefónicas realizadas por el Gaula de Medellín, especialmente las desarrolladas en la sala de grabaciones que estuvo a cargo de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional (Dipol) y la Dirección de Policía Judicial (Dijin). Santoyo señala que esta sala fue utilizada por funcionarios de otras direcciones de la Policía, quienes llevaron a cabo labores de inteligencia sin su conocimiento directo sobre el contenido de las investigaciones.
En su relato, el general describe cómo, en 1998, el general (r) Óscar Naranjo, quien en ese entonces era director de la Dipol, le solicitó el uso de la sala de grabaciones del Gaula para actividades de inteligencia: “Para la época, me llamó el general Óscar Naranjo y me manifestó que enviaba un personal en comisión a Medellín a adelantar unas actividades de inteligencia”.
El exmilitar explicó que, en ese momento, fue enviado el teniente Edward García, sobre el que más tarde se descubrió tenía vínculos con grupos paramilitares. “En diciembre de 1999, cuando dejé de ser comandante del Gaula, todavía permanecían allí”, agregó Santoyo, indicando que, aunque se encargaba de facilitar la sala de grabaciones, no recibía información detallada sobre las actividades de inteligencia que se desarrollaban.
Conexiones con el paramilitarismo y desapariciones forzadas
Un aspecto central del testimonio de Santoyo ante la JEP es su desmentido a las versiones de algunos exmiembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quienes lo vinculan con el paramilitarismo. Santoyo afirma que esas versiones son falsas y que tiene la intención de demostrar las imprecisiones de tales declaraciones.
Respecto a las desapariciones de Claudia Patricia Pulgarín y Ángel José Quintero Mesa, Santoyo aclaró que en el momento de estos hechos ya no estaba al mando del Gaula de Medellín, sino que esa responsabilidad recaía en el teniente coronel Germán Eduardo Flórez Sánchez. Por lo tanto, Santoyo rechaza cualquier vinculación con estos casos y advierte que no aceptará responsabilidad alguna sobre ellos.
Además, el general en retiro aportó los nombres de varios oficiales de la Policía que, según él, tenían vínculos con grupos paramilitares, tales como el teniente coronel Danilo González Gil, el mayor Byron Ordóñez Portilla, el capitán Edward García Arboleda, y el sargento José Gerlein García Galeano. El ex oficial detalla que González le comentó personalmente sobre su relación con las AUC y la utilización de información obtenida por estos grupos para operaciones contra narcotraficantes. “Me enteré de la relación de mi coronel Danilo González con las Autodefensas porque él mismo me lo comentó”, relató Santoyo en su declaración ante la JEP.
La respuesta del general (r) Óscar Naranjo
En respuesta a las declaraciones de Santoyo, Blu Radio contactó al general (r) Óscar Naranjo para conocer su versión y este aclaró que todas las operaciones bajo su mando fueron desarrolladas dentro del marco de la legalidad y sostuvo que el teniente García será quien explique ante la JEP los objetivos y el contexto de las operaciones que realizó durante ese tiempo.
El ex alto mando de la Policía también enfatizó que, como director de la Dipol, su labor siempre estuvo guiada por los principios legales y que cualquier acción tomada se hizo con el debido proceso. En relación con las acusaciones de vínculos con el paramilitarismo, el general (r) Naranjo rechazó rotundamente cualquier implicación en actividades ilegales.
Este proceso, que sigue su curso en la JEP, continúa siendo un punto crucial en la investigación de la relación entre el Estado y los grupos paramilitares en Colombia, particularmente en Medellín, durante la década de 1990. Las declaraciones de Santoyo, así como las respuestas de las autoridades involucradas, podrían jugar un papel determinante en la búsqueda de justicia y verdad sobre los crímenes ocurridos en ese período.