Rolando Ochoa defendió a Martín Elías Jr. de quienes lo atacan por cantar rancheras: “Deja la envidia”

Martín Elías Jr. se quiso lucir en medio de una presentación en vivo y sacó bajo la manga una carta que no le jugó a favor, pues cuando interpretó su propia versión en vivo de La ley del monte, tema que inmortalizó Vicente Fernández el público le dio palo en redes sociales.

Ante la lluvia de críticas en su contra, el acordeonero de su fallecido padre el Gran Martín Elías y que acompañó la grabación de su primer disco, salió a por la cara por él e hizo un llamado al respeto y la empatía por su proceso musical. “Dejen que sueñe, la gente es libre de creer en lo suyo”, escribió.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Desde el 14 de abril del 2017 cuando un accidente vial cobró la vida del Gran Martín Elías su fanaticada venía esperando que su hijo tomara su lugar y rescatara el llamado matinismo, hecho que en noviembre del 2024 se hizo realidad cuando el joven de 17 años estrenó su álbum debut titulado Mi presentación.

No obstante, Martín Elías Jr. no arrancó el nuevo año con pie derecho, debido a que, algunos de sus colegas están cuestionando su talento, en especial por no defender el folclore colombiano y explorar en otros ritmos en los que al parecer no tiene mucho dominio, así quedó registrado en video que está siendo compartido en redes sociales y que dio pie al cruce de palabras entre Rolando Ochoa, los seguidores de “Martíncito” y sus detractores, pues muy a pesar de sus desaciertos, el joven cantante cuenta el apoyo incondicional de parte de sus seguidores.

Mientras que unos esperan ver la evolución del nieto del Cacique de La Junta sobre el que la industria vallenata tiene los ojos encima por ser en quien confían tome las riendas de la nueva generación de la dinastía Diaz, otros lo señalan de fracaso por sus errores en tarima.

“Hermano querido, no menosprecies a las personas. Eso solo envenena el corazón. Deja que el mundo corra, deja soñar a los demás y enfócate en tu camino. Martín es un gran muchacho con sueños como los tuyos. Pídele sabiduría a Dios y sigue adelante con fe”, respondió el acordeonero a cantante que atacó al que considera su sobrino en Instagram.

El fuerte cruce de palabras entre el productor vallenato y usuarios de Instagram se produjo luego de que se publicara ofensivo comentario que acusaba al hijo de Martín Elías Díaz de fraude por no enfocar su carrera en defender el futuro del género que por años su familia ha mantenido en lo más alto.

Rolando que cuenta con una amplia trayectoria en la música vallenata gracias a que ha sido fórmula con su acordeón de grandes voces como las de Silvestre Dangond, Diego Daza y el mismo Martín Elías reflexionó sobre la importancia de hacer a un lado el odio en las redes sociales.

“Con este tipo de publicaciones lo que haces es darle importancia y desgastarte con los demás, Martín es un gran muchacho querido, él es noble, y tiene sus sueños al igual que tú, está en un proceso bonito que en algún momento logrará, déjalo soñar, nosotros no somos quienes para juzgar a los demás, más cuando somos colegas y hermanos de carreteras y caminos. No ofendas sin necesidad”, relató.

Por último, en uno de los largos comentarios que compartió Ochoa invitó a las nuevas generaciones de artistas a que se apoyen y apuesten por unir a los seguidores en beneficio de lo que será la próxima generación del vallenato.

“Es posible que no te guste y se acepta, pero tomarte el tiempo de publicar estas palabras tan desagradables en este caso no se ve bien, se lo digo con todo el corazón y sin ánimo ni siquiera de discutir, solo me acerco como siervo De Dios que soy a evitarte que dañes tu corazón con estas cosas, recuerda que de Jesucristo es la humildad y el siempre nos a llamado a traer paz a los corazones un abrazo campeón, siga adelante con su carrera y deja que los demás también puedan ilusionarse con lograrlo aunque tus ojos lo vean lejos no des nunca por perdido alguien porque no sabemos en el Mañana que pueda pasar. Dios te bendiga muchacho”, concluyó el acordeonero.