El caso de Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, tiene un nuevo elemento que podría influir en el proceso judicial. Una fuente cercana al entorno del chef español asegura que Arrieta enviaba vídeos de la novia de Sancho, identificada como Laura, con el propósito de demostrar que la tenía bajo control. Este dato, hasta ahora desconocido, ha sido presentado por la defensa de Sancho como una posible prueba clave para argumentar que el crimen fue resultado de una pelea en la que el acusado actuó en defensa propia.
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Según varios medios de Tailandia, los abogados de Sancho han señalado que estos vídeos, supuestamente enviados por Arrieta, eran utilizados como una herramienta de presión psicológica. La defensa de Sancho presume que el cirujano colombiano habría contratado a personas para seguir los movimientos de Laura, recopilando información detallada sobre sus actividades y enviándosela a Sancho. Las imágenes, según esta versión, llevaban un mensaje implícito: “Mira lo que tengo, mira lo que puedo hacer”. Por lo anterior, sostienen que estas acciones buscaban mantener a Sancho en un estado de sumisión y temor, insinuando que cualquier revelación sobre la relación entre ambos podría tener consecuencias graves para Laura y su entorno.
Laura, que hasta ahora había permanecido al margen del caso, cobró relevancia en este nuevo giro de los acontecimientos. La joven, hija de una empresaria vinculada al sector de los automóviles de lujo, mantenía una relación de cinco años con Sancho, aunque esta presentaba fisuras. Semanas antes del viaje a Tailandia, Sancho había sido visto con otra mujer en las Islas Baleares, lo que podría haber tensado aún más la situación. Además, se ha revelado que Laura y un familiar suyo se encontraban en Tailandia en los días cercanos al asesinato, lo que, según la defensa, habría intensificado las amenazas de Arrieta.
La condena y las estrategias legales en curso
El tribunal tailandés dictó sentencia contra Daniel Sancho en mayo de 2024, imponiéndole la pena de cadena perpetua por el asesinato y desmembramiento de Edwin Arrieta. La condena no fue de pena de muerte debido a la cooperación del acusado durante la investigación. Sin embargo, la familia de Arrieta, representada en España por el despacho Ospina Abogados, solicitó al Tribunal de Apelaciones de Tailandia que reconsidere el fallo. Además de pedir un aumento en la indemnización, que actualmente asciende a 112.000 euros, buscan que esta se eleve a 840.000 euros, argumentando que la muerte de Arrieta representó una pérdida económica significativa para su familia, ya que él era su principal sustento.
Por su parte, los abogados de Sancho, entre ellos Marcos García-Montes, anunciaron que agotarán todos los recursos legales disponibles para intentar reducir la condena o, en última instancia, lograr que el chef cumpla su pena en una prisión española. Según el medio, la defensa tiene hasta el 17 de enero de 2025 para presentar sus alegaciones contra el recurso de la familia de la víctima, que también busca que se imponga la pena de muerte.
Condiciones en prisión y posibles escenarios futuros
Mientras las estrategias legales avanzan, Sancho permanece recluido en una prisión de Surat Thani, en el sur de Tailandia, tras ser trasladado desde la cárcel de Samui, donde se celebró el juicio. Se sabe, que las condiciones en esta prisión son duras, con celdas abarrotadas y frecuentes registros policiales. Sancho había solicitado permanecer en la cárcel de Samui, considerada menos peligrosa, pero su petición fue denegada.
Además, existe la posibilidad de que el rey de Tailandia conceda medidas de gracia al español, lo que podría facilitar su traslado a una prisión en España. Sin embargo, estas medidas están condicionadas al cumplimiento de ciertos requisitos, como el pago de la indemnización, una disculpa pública y otros trámites formales. Sin embargo, juristas de España consideran que es poco probable que ocurra antes de siete años.
El asesinato de Edwin Arrieta ha trascendido como un caso complejo, en el que se entrelazan relaciones personales, dinámicas de poder y estrategias legales. La defensa de Sancho busca demostrar que el crimen fue el resultado de una situación límite, mientras que la familia de Arrieta insiste en que no ha habido un arrepentimiento genuino por parte del acusado.
La revelación de los supuestos vídeos enviados por Arrieta añade una nueva dimensión al caso, planteando preguntas sobre las circunstancias que llevaron al trágico desenlace. ¿Fue el miedo lo que impulsó a Sancho a actuar? ¿O se trató de una decisión premeditada? Mientras los tribunales y las partes implicadas intentan responder a estas interrogantes, el caso de Daniel Sancho sigue siendo un tema de interés internacional, con un desenlace que aún está por definirse.