“Al que madruga, Dios le ayuda”: domiciliario se le midió a trabajar desde las 6:00 de la mañana el 1 de enero y estas fueron sus ganancias

Su meta al iniciar el día era tener ganancias por 100.000 pesos, recibir propinas en efectivo y lograr que alguien le agradeciera por trabajar, incluso, en los festivos ¿Lo consiguió?

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Su objetivo era tener ganancias
Su objetivo era tener ganancias por 100.000 pesos o más - crédito Nestor Camacho RT / Facebook

El primero del enero es, quizás, el festivo más común alrededor del mundo y, en Colombia, se celebra por partida doble; ya que, no solo es obsequiado a los trabajadores como día de descanso por las celebraciones de Año Nuevo, también, los católicos festejan la Solemnidad de María.

En conformidad con el artículo 1 de la Ley 51 de 1983, de no descansar “todos los trabajadores, tanto del sector público como del sector privado, tienen derecho al descanso remunerado en los días de fiesta de carácter civil o religioso”; sin embargo, la normativa no parece cobijar a quienes trabajan por cuenta propia.

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En la mayoría de los casos, trabajadores informales se ven obligados a continuar sus labores, incluso, en días feriados y, rara vez, reciben una compensación adicional. Realidad que el creador de contenido y domiciliario recurrente Nestor Camacho intentó reflejar en un video compartido a través de sus redes sociales:

Creo que soy el único loco que, a las 6:00 de la mañana, está un primero de enero con una maleta de Rappi conectada. Les estoy hablando de trabajar el día que nadie trabaja, o eso creo, ¿Pero valdrá la pena?”, se preguntó.

Cuando inició jornada, la mayoría de negocios se encontraban cerrados - crédito Nestor Camacho RT / Facebook

Antes de iniciar la jornada se trazó tres objetivos: 1. Tener más de 100.000 pesos en ganancias, 2. Conseguir tres propinas (o más) en efectivo y 3. Lograr que un cliente le agradezca por salir a trabajar en un día festivo.

Los negocios de ambas aplicaciones parecían estar cerrados, así que tuvo que desplazarse hacia el norte de la ciudad donde, finalmente, recibió su primer pedido. Aunque, al avanzar hacia el local, notó que también estaba cerrado.

Se puso en contacto con soporte y, en cuatro minutos, lo ayudaron a cancelar la orden, por la que igual recibió un pago por desplazamiento de parte de Didi: “Me dieron 1.080 pesos por la distancia recorrida, no muchas apps hacen eso; así que punto para ellos”, celebró.

Desde entonces, comenzó una maratón para llevar desayunos por toda la zona norte y sus clientes, por la hora, resultaron ser en su mayoría vigilantes y miembros de las fuerzas militares.

La mayoría de pedidos fueron
La mayoría de pedidos fueron realizados por otras personas que trabajan el primero en la mañana - crédito Gustavo Graf / Reuters

El tamal fue el alimento que más estuvieron pidiendo quienes despertaban de las celebraciones de la noche anterior o, al igual que Nestor, debieron trabajar en la mañana, pero tan pronto como el medio día iba acercándose fue reemplazado por la hamburguesa.

Pienso en todas las personas que me cruce en el camino, haciendo lo mismo que yo, trabajando, echándole ganas. Y me doy cuenta de algo: levantarse un primero de enero a trabajar no es nada de mala suerte, ni un pecado como muchos dicen. Es una bendición, porque tener la salud para levantarse, montarse en la moto y seguir luchando por los sueños, eso es lo realmente importante. Mejor despertarse a trabajar que a buscar trabajo”, precisó.

Las gracias nadie se las dio, a pesar de que llevó algunos pedidos, incluso, más allá de la dirección indicada. Propinas en efectivo recibió solo una y, finalmente, la meta de 100.000 tampoco fue alcanzada. Tras haber trabajado cuatro horas y siete minutos, reunió 65.332 pesos, pero, aun así, su balance de la jornada fue positivo.

La mayoría de pedidos era
La mayoría de pedidos era de tamal - crédito Edgard Garrido / Reuters

¿Cuánto gana un domiciliario en Colombia?

A finales del 2023, frente a los cuestionamientos del Gobierno Nacional sobre las condiciones laborales de los domiciliarios, el gerente de Rappi, Matías Laks, informó que, entonces, cada rappitendero recibía un pago por hora que equivalía al doble de lo que los trabajadores con el salario mínimo recibían:

“Es un sistema muy fácil de entrar y muy fácil de salir, y con la oportunidad de tener el doble de lo que cuesta una hora de salario mínimo, sin contar propinas”, sostuvo el empresario que celebró el que los domiciliarios recibieran un promedio de 11.000 a 12.000 pesos por hora, frente a los 4.800 de otros trabajadores.

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