El Servicio Geológico Colombiano ha reportado varios eventos sísmicos en la mañana del lunes del puente festivo de Reyes Magos, que puede conocer en el siguiente enlace.
El SGC reportó un evento sísmico de magnitud de 7.1 con profundidad superficial en Lobuche, Nepal, que se registró a las 8:05 p. m. hora local.
En emergencias relacionadas con desastres naturales, como terremotos, huracanes e incendios forestales, es importante no solo salvaguardar la vida propia y la de las demás personas, sino también la de los animales. Por eso, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal de Bogotá planteó un listado de recomendaciones a tener en cuenta para evacuar con mascotas en situaciones de riesgo.
Colombia es un país con alto riesgo sísmico debido a su ubicación en el cinturón de fuego del Pacífico, una de las regiones más activas del planeta en términos de actividad tectónica.
En el territorio convergen tres placas principales: la placa de Nazca, la placa Sudamericana y la placa Caribe, cuyos movimientos generan una constante amenaza de terremotos. Las zonas más vulnerables se encuentran en la región andina, donde se localizan ciudades densamente pobladas como Bogotá, Medellín y Cali.
El Sistema Geológico Colombiano (SGC) ha señalado que las áreas más propensas a sismos de gran magnitud incluyen el Eje Cafetero, el departamento de Nariño y la región de Santander, especialmente la llamada “nido sísmico de Bucaramanga”, una de las zonas con mayor frecuencia de eventos sísmicos en el mundo.
Según el SGC, al año se registran en promedio más de 2,500 movimientos telúricos en todo el país, aunque la mayoría son de baja magnitud.
Los expertos advierten sobre la necesidad de reforzar las medidas de prevención y gestión del riesgo, dado que el impacto de un sismo depende no solo de su magnitud, sino también de la vulnerabilidad de las edificaciones y la preparación de la población.
En ciudades como Bogotá, donde la expansión urbana no siempre ha seguido normas estrictas de construcción antisísmica, la preocupación es significativa.
Las autoridades nacionales han impulsado políticas de reducción del riesgo, como simulacros periódicos y el monitoreo constante de la actividad sísmica, aunque los retos persisten en zonas rurales y regiones donde el acceso a información y tecnología es limitado.
Además, se subraya la importancia de la educación comunitaria para minimizar el impacto de futuros eventos sísmicos, especialmente en un país que enfrenta la amenaza constante de desastres naturales.
En respuesta a emergencias y situaciones de riesgo, ciudadanos pueden acceder a un sistema integral de líneas telefónicas especializadas. La línea principal y de acceso inmediato en caso de emergencias es el 123, que sirve como puerta de entrada a una amplia gama de servicios estatales de seguridad y asistencia. Este número único facilita la comunicación con distintas entidades encargadas de proporcionar ayuda y respuestas rápidas ante variadas situaciones de peligro.
El conjunto de números de emergencia está compuesto por el 112 para la Policía Nacional, 127 para la Policía de Tránsito, 144 para la Defensa Civil, 119 para Bomberos, 132 para la Cruz Roja, 125 para el Servicio de Ambulancias, 165 para el grupo Gaula en casos de antisecuestros, y el 111 para atención ante desastres. Este esquema permite una cobertura extensiva en casos de accidentes, secuestros, desastres naturales, entre otros, asegurando una intervención eficiente y a tiempo por parte de las autoridades y organismos correspondientes.
Según el Servicio Geológico Colombiano, un sismo se produce cuando se liberan grandes cantidades de energía en forma de ondas que se desplazan al interior de la tierra y que al llegar a la superficie pueden causar una serie de situaciones que incrementan los niveles de riesgo como, por ejemplo, deslizamientos, inundaciones, incendios o tsunamis en zonas costeras.
El monitoreo de la actividad sísmica en Colombia es un proceso integral que involucra varias instituciones y tecnologías para detectar, registrar y analizar los movimientos telúricos que ocurren en el territorio nacional. La entidad principal encargada de esta tarea es el Servicio Geológico Colombiano (SGC), a través de su Red Sismológica Nacional de Colombia (RSNC).
Componentes del monitoreo sísmico:
No es posible detectar un sismo o un temblor con antelación debido a la naturaleza impredecible de los movimientos sísmicos. Los terremotos ocurren cuando las placas tectónicas de la Tierra se deslizan o se rompen, liberando energía acumulada.
Este proceso ocurre de manera subterránea y, aunque se pueden identificar ciertas señales previas, como pequeños temblores llamados réplicas, no se puede prever con exactitud cuándo ni dónde ocurrirá un evento sísmico mayor.
La falta de tecnología capaz de monitorear los movimientos de las placas en tiempo real y la complejidad de los factores involucrados hacen que la predicción de sismos sea aún un desafío.
La revisión del estado de los canales y desagües del hogar es crucial en caso de un sismo por varias razones. En primera instancia, un movimiento telúrico puede causar daños estructurales no visibles de inmediato, comprometiendo la integridad de estas instalaciones.
Eventuales fisuras o bloqueos en los canales y desagües pueden derivar en filtraciones, inundaciones y acumulación de agua indeseada, aumentando el riesgo de daños materiales adicionales y problemas de salubridad.
Además, es esencial garantizar que los sistemas de desagüe funcionen correctamente para prevenir la acumulación de agua y posibles inundaciones internas, especialmente crucial durante fenómenos naturales como lluvias intensas post-sismo.
Por lo tanto, una inspección y reparación oportuna puede prevenir complicaciones mayores y contribuir a la seguridad y habitabilidad del hogar después de un sismo.
El SGC reportó un evento sísmico en Nuquí, Chocó, con una magnitud de 3,1 y profundidad superficial, menor a 30 kilómetros.
El monitoreo de la actividad sísmica en Colombia es un proceso integral que involucra varias instituciones y tecnologías para detectar, registrar y analizar los movimientos telúricos que ocurren en el territorio nacional. La entidad principal encargada de esta tarea es el Servicio Geológico Colombiano (SGC), a través de su Red Sismológica Nacional de Colombia (RSNC).
Componentes del monitoreo sísmico: