El 7 de agosto de 2002, durante la posesión presidencial de Álvaro Uribe Vélez, un atentado con rockets sacudió la plaza de Bolívar en Bogotá, dejando un saldo trágico de 21 civiles muertos y más de 50 heridos. Según el senador Pablo Catatumbo, antiguo integrante del secretariado de las Farc, el ataque buscaba acabar con la vida del nuevo jefe de Estado, pero el plan fracasó debido a la falta de precisión en los disparos. La revelación fue hecha en una entrevista realizada por el congresista Andrés Guerra, del Centro Democrático.
Frente a las palabras de Pablo Catatumbo, el abogado Abelardo De La Espriella hizo una publicación mostrando su disgusto por lo dicho por el legislador. Además, criticó el proceso de paz que el Estado colombiano realizó con la extinta guerrilla de las Farc en el 2016.
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Y es que, el senado Catatumbo en dicha entrevista comentó lo siguiente: “Álvaro Uribe se hizo elegir con una campaña de que vamos a acabar. No más diálogo, no más paciencia con esta gente. Hay que derrotarla y vamos a hacerlo. Se preparó para eso y además lo hizo”.
El senador Pablo Catatumbo explicó que las guerrillas contaron históricamente con redes urbanas, y detalló que el operativo en Bogotá fue ejecutado por un grupo local que recibió apoyo de combatientes trasladados desde la selva. “Consiguieron los morteros, dispararon los morteros, pero, con tan mala puntería, que no lograron acertar ni uno solo al Palacio de Nariño. Esa es la historia”, explicó.
Luego del ataque, la ceremonia de posesión se llevó a cabo en el interior del Capitolio, bajo un fuerte dispositivo de seguridad. Como presidente, Álvaro Uribe desplegó una intensa estrategia militar contra las Farc, logrando asestar significativos golpes a la guerrilla a lo largo de sus dos mandatos.
Y fue por estas palabras que el abogado Abelardo De La Espriella decidió hacer una publicación por medio de su cuenta de X en la que cuestionó estas palabras sumado al acuerdo de paz que le permitió a Catatumbo convertirse en Congresista de la República. “La impunidad exacerba el cinismo de los delincuentes. Desde quien ejerce el poder en el Palacio de Nariño hasta aquellos que legislan gracias al robo del plebiscito, son ejemplos vivientes de que los mal llamados “procesos de paz,” cuando se basan en la impunidad, no solo no traen paz, sino que promueven y envalentonan a los criminales”, dijo.
De La Espriella también afirmó que, tras recurrir a diversas estrategias, incluidos crímenes graves como homicidios, secuestros y actividades relacionadas con el narcotráfico, antiguos integrantes de grupos armados ilegales han alcanzado posiciones de poder tanto en la Presidencia como en el Congreso.
Igualmente aseguró que Colombia enfrenta una “revolución perdida” en el campo de batalla, pero consolidada en la práctica a través de estrategias legales y políticas que calificó como “trampas y leguleyadas”.
“Ahora, los ciudadanos somos testigos de cómo consolidan una revolución que perdieron en la guerra, pero que han ganado en la práctica mediante trampas y leguleyadas. Debemos despertar como sociedad. No podemos permitir que delincuentes impunes sigan gobernándonos sin que reaccionemos al unísono”, escribió el abogado en su publicación.
También comentó que le parecía una paradoja que Pablo Catatumbo ocupe una curul en el Congreso de la República mientras que el expresidente Álvaro Uribe enfrente un proceso judicial en su contra. “Es una paradoja: mientras un asesino y narcoterrorista como alias “Catatumbo” legisla, el Gran Colombiano, Álvaro Uribe Vélez, enfrenta un montaje judicial liderado por otro delincuente que también legisla, aliado del tartufo Santos. ¡El mundo al revés!”, comentó De La Espriella.
En ese sentido concluyó su publicación diciendo lo siguiente: “En lugar de curules regaladas a cambio de nada, es necesario aplicar todo el peso de la justicia a estos delincuentes. ¡Nunca es tarde para hacer lo correcto! (A.D.L.E)”.