Estos son los viejos billetes colombianos con los que se puede armar una “pachanga” por la millonada que pagan por ellos

Dichos papeles son considerados por expertos dentro de los más hermosos emitidos por el Banco de la República, lo que incrementó el valor en el mercado de coleccionistas

Guardar
El billete de un peso salió a circulación el 6 de agosto de 1938, año en que se celebró el IV Centenario de la fundación de Bogotá (1538-1938) - crédito numismaticacolombiapipol/TikTok

Un billete conmemorativo emitido en Colombia en 1938, en honor al IV Centenario de la fundación de Bogotá, alcanzó un valor significativo en el mercado de coleccionistas. Este billete de un peso, conocido popularmente como “la pachanga”, puede llegar a costar hasta USD900 (aproximadamente $3.930.738), lo que lo puede convertir en una de las piezas más codiciadas por su diseño y relevancia histórica.

El billete lo emitió el Banco de la República el 6 de agosto de 1938, dentro de las celebraciones por los 400 años de la fundación de Bogotá, que tuvo lugar en 1538. Dicho evento histórico estuvo acompañado de diversos actos cívicos en la capital colombiana, entre los que destacaron el traslado de los restos del fundador de la ciudad, Gonzalo Jiménez de Quesada, a la Catedral Primada, así como la inauguración de los Juegos Bolivarianos.

Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.

Ante eso, el Banco de la República decidió sumarse a las festividades con la emisión de este billete conmemorativo, que se convirtió en un objeto de gran valor histórico y estético.

El viejo billete de un
El viejo billete de un peso colombiano tiene como protagonista a Gonzalo Jiménez de Quesada - crédito Banco de la República

El diseño del billete de un peso de 1938 es uno de los aspectos que más atrae a los coleccionistas. Según detalló el Banco de la República, tiene varias características:

  • En el anverso se encuentra un medallón que muestra la efigie de Gonzalo Jiménez de Quesada, rodeada de elementos simbólicos como cornucopias, espigas de trigo y una hoz, que representan la abundancia y el trabajo.
  • En el reverso, se ilustra un episodio histórico: la misa fundacional de Bogotá, liderada por el sacerdote fray Domingo de las Casas. La escena está basada en la pintura “La primera misa en Santa Fe de Bogotá”, hecha en 1920 por el artista Pedro Alcántara Quijano Montero.
  • Tiene unas dimensiones de 70,0 milímetros (mm) de alto por 141,0 mm de ancho (2,75 por 5,55 pulgadas) y pertenece a la serie T13260.

Aunque fue emitido en 1938, ingresó a la colección del Banco de la República en 1994, con lo que se consolidó como una de las piezas más emblemáticas de la historia numismática del país. Dicho papel es considerado por expertos como uno de los más hermosos emitidos por la entidad bancaria, lo que incrementó su valor en el mercado de coleccionistas.

Por qué le dicen “la pachanga”

El apodo “la pachanga” que recibió este billete tiene su origen en las celebraciones masivas que se llevaron a cabo en Bogotá durante el IV Centenario. La misa campal que se celebró en ese entonces fue percibida como una auténtica fiesta, lo que llevó a que el billete conmemorativo fuera bautizado con este nombre popular.

La primera misa celebrada en
La primera misa celebrada en Bogotá protagoniza el reverso del billete de un peso colombiano de 1938 - crédito Banco de la República

El billete de 10 pesos oro

El billete de 10 pesos oro, una pieza que marcó un hito en la historia económica de Colombia, alcanzó un valor muy importante en el mercado de coleccionistas debido a la rareza y simbolismo que tiene. Aunque fue retirado de circulación en 1980, la importancia histórica y su escasez en buen estado lo convirtieron en un objeto de gran interés para los apasionados por la numismática. Así las cosas, el billete, acuñado entre 1926 y 1928, puede llegar a valer hasta $18 millones, dependiendo del estado de conservación.

La emisión del billete estuvo marcada en una reforma financiera que buscaba modernizar el sistema económico del país. Como parte de esta transformación, se introdujeron varias denominaciones, pero el billete de 10 pesos oro destacó como uno de los más emblemáticos. El diseño y su contexto histórico lo convirtieron en un símbolo de una época de cambios en la economía colombiana.

Un detalle que aumenta su atractivo es la fecha de su emisión: el 20 de julio, día en que se celebra la independencia de Colombia. Este hecho le otorga un carácter patriótico que lo hace aún más especial para los coleccionistas. La conexión con una fecha tan importante en la historia nacional añade un valor simbólico que trasciende su función original como medio de intercambio.

Un billete de 10 pesos
Un billete de 10 pesos oro, en buen estado, puede costar hasta $18 millones - crédito Banco de la República

El billete estuvo en circulación durante varias décadas, pero en 1980 fue reemplazado por monedas de $10 fabricadas en níquel. El cambio marcó el fin de una era en la que los billetes eran el medio principal para representar esta denominación. Con el paso del tiempo, los ejemplares en buen estado se han vuelto cada vez más escasos, lo que incrementó el valor en el mercado de coleccionistas.

En la actualidad, el precio de este billete varía de manera considerable, según el estado de conservación. De acuerdo con expertos en numismática, un ejemplar en condiciones regulares puede alcanzar un valor aproximado de $3,8 millones, mientras que uno en excelente estado podría llegar a costar hasta $18 millones. La diferencia refleja la importancia que los coleccionistas otorgan a la calidad y al estado de las piezas históricas.

Guardar