En un operativo reciente, las autoridades colombianas lograron frustrar un ataque terrorista en el departamento del Tolima, donde las disidencias de las Farc habían planeado utilizar drones cargados con explosivos para atacar estaciones de Policía. Este caso expuso los métodos de ataque de este grupo armado, y su vez una alarmante estrategia de reclutamiento: la captación de menores de edad, entre los 13 y 16 años, a través de redes sociales para entrenarlos en el manejo de estos dispositivos y convertirlos en herramientas de guerra.
De acuerdo con Noticias Caracol, la Policía Nacional identificó que una joven de 24 años, señalada como hijastra de alias Miller, uno de los líderes de las disidencias abatido en el operativo, era la encargada de captar a los menores. Utilizando plataformas como Facebook, la mujer ofrecía a los adolescentes promesas de dinero, bienes materiales y una vida de poder dentro de la organización. Según una agente infiltrada, los jóvenes recibían aproximadamente $1′400.000 y otros beneficios como útiles de aseo, comida, ropa y acceso a vehículos y armas. Una vez convencidos, los menores eran trasladados al norte del Tolima, donde colaboradores del grupo armado los esperaban para iniciar su adoctrinamiento.
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El coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía del Tolima, explicó que muchos de estos menores eran enviados posteriormente al departamento del Cauca, donde recibían entrenamiento especializado en el manejo de drones. Estas capacitaciones tenían un objetivo claro: preparar a los jóvenes para ejecutar ataques contra estaciones de Policía. En agosto de 2024, uno de estos menores, de tan solo 16 años, fue aprehendido tras operar un dron que lanzó explosivos contra la estación de Policía de Anzoátegui, Tolima. En la memoria del dispositivo incautado, las autoridades encontraron imágenes que mostraban el momento exacto en que el dron soltaba una bomba sobre el edificio, dejando a un policía herido.
El uso de menores en actividades bélicas no se limitaba al manejo de drones. Según detalló el medio citado, los jóvenes eran fotografiados al llegar a los campamentos guerrilleros, vistiendo uniformes y portando armas, imágenes que luego eran publicadas en redes sociales por la misma hijastra de alias Miller. Estas publicaciones, además de ser un mecanismo de propaganda, evidenciaron el alcance de la estrategia de reclutamiento de las disidencias.
El norte del Tolima, donde se concentran estas actividades, es un corredor estratégico para el tráfico de drogas, según explicó el coronel Ojeda. Esta región conecta el suroccidente colombiano, incluyendo departamentos como Nariño, Cauca y Valle del Cauca, con la Costa Atlántica, donde se encuentran puertos clave como los de Barranquilla y Cartagena, utilizados para el envío de estupefacientes hacia Europa y Estados Unidos. El control de esta zona es, por tanto, una prioridad para las disidencias, que buscan consolidar su presencia mediante el uso de menores como parte de su estructura operativa.
En respuesta a esta problemática, la Sexta Brigada del Ejército Nacional intensificó sus operativos en la región, logrando la recuperación de 19 menores de edad a lo largo de 2024. De acuerdo con el Ministerio de Defensa, algunos de estos jóvenes provenían de departamentos del suroccidente del país, lo que refleja el alcance nacional de las redes de reclutamiento de las disidencias. Entre los casos más destacados se encuentra el rescate de una adolescente de 14 años del frente Ismael Ruíz y la recuperación de nueve menores en acciones contra la misma estructura.
El coronel Carlos Eduardo Luque Ochoa, comandante de la Sexta Brigada, destacó los esfuerzos de las Fuerzas Militares para proteger a los menores y garantizar la restauración de sus derechos. “Nos hemos dado a la tarea de quitarles de las manos a estas estructuras criminales a estos menores de edad y restaurar sus derechos, entregándolos al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, como lo ordena la ley”, afirmó. Los menores rescatados han sido puestos bajo la protección del Icbf y la Defensoría del Pueblo, instituciones encargadas de brindarles acompañamiento y garantizar su reintegración a la sociedad.
El Ministerio de Defensa también alertó sobre el uso de redes sociales como herramienta principal para el reclutamiento. Según la institución, las disidencias, lideradas por alias Iván Mordisco, han perfeccionado esta estrategia para atraer a jóvenes vulnerables, prometiéndoles una vida mejor dentro de sus filas. Sin embargo, los operativos de las Fuerzas Militares han logrado frustrar varios de estos intentos, debilitando las capacidades de reclutamiento de estas estructuras criminales.